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En la primera planta del Aeropuerto Internacional El Dorado Luis Carlos Galán Sarmiento, donde se encuentran las puertas de llegada de vuelos nacionales e internacionales, existen tres carriles vehiculares, así: uno exclusivo para taxis autorizados, otro exclusivo para Transmilenio y otro para vehículos particulares. Así, los pasajeros pueden acceder a un servicio especialmente autorizado de taxis, organizado en una fila que además ofrece la debida seguridad a los viajeros que llegan a la ciudad.
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En la segunda planta del aeropuerto, se encuentran las puertas de partida de vuelos y, por ende, todos los servicios de la terminal relacionados con el despacho de vuelos nacionales e internacionales: entrega de equipaje, migración, etc. A esta zona deben llegar los vehículos particulares y los de servicio público autorizados que llevan pasajeros de la ciudad hacia la terminal.
Cualquier taxi puede llevar pasajeros de la ciudad hacia la terminal, pero únicamente los taxis autorizados para prestar el servicio en el aeropuerto pueden recoger pasajeros en la terminal aérea para llevarlos hacia la ciudad. Sin embargo, en los últimos meses ese orden no parece estar operando, con lo que también se genera un grave factor de inseguridad para los viajeros.
En la primera planta, se viene observando que en el carril de vehículos particulares se hallan taxis estacionados esperando recoger pasajeros que llegan, generando un tráfico absurdo en ese carril no dispuesto para ellos y, claro, haciéndole trampa a sus colegas que hacen la larga y organizada fila de taxis aeropuerto debidamente autorizados.
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En la segunda planta, también se observa un caos similar. Los taxis que llegan a dejar pasajeros, se estacionan, además desordenadamente, en ambos carriles esperando recoger pasajeros. Estos, también, haciéndole conejo a la larga y organizada fila de taxis autorizados que se hallan en el carril previsto para ellos en la primera planta.
Esta situación pone en evidencia no solo el desorden que hace un tiempo viene observándose al interior del aeropuerto de cara a los servicios portuarios que este ofrece a los viajeros sino también el caos del tráfico capitalino, en los sitios que opera la Policía Nacional. Porque, valga destacar, en los sitos de la ciudad donde vienen operando los agentes de tránsito de la Secretaría Distrital de Movilidad, generalmente, se ha venido notando un positivo cambio.
Los taxistas vienen haciendo lo que quieren en la ciudad y en el Aeropuerto El Dorado a la vista complaciente e irresponsable de los patrulleros de la Policía Nacional. OPAIN, la Policía Nacional y la Secretaría Distrital de Movilidad, deben ponerle atención al caos en el aeropuerto y ofrecer soluciones inmediatas.
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