Otro año sin terminar las ampliaciones de las estaciones de Transmilenio
Según el IDU, de las 34 contratadas (15 de ellas bajo la figura de urgencia manifiesta durante la pandemia), a la fecha hay 16 que siguen en adecuación y ampliación. Pese a que dicen que este año entregarán 13, debieron estar listas en 2021. Choques con ambientalistas y falencias en los diseños, algunas de las razones.
La flota de Transmilenio (TM) está próxima a llegar a 1.400 biarticulados (de 2.364 buses que tiene), el pasaje subió a $2.650 (aumentó $100) y Bogotá vive una nueva normalidad. Sin embargo, 16 adecuaciones y ampliaciones de estaciones, de las 34 contratadas entre 2018 y 2020, y debían estar listas durante el primer semestre del año pasado, siguen incompletas.
En total fueron cinco contratos, dos de los cuales se estructuraron y se adjudicaron en 2018, para intervenir 19 estaciones en diferentes troncales, y los otros tres, para intervenir 15, que se firmaron bajo la figura de la urgencia manifiesta por la pandemia, con el propósito de garantizar el distanciamiento durante la paulatina reactivación de la ciudad. Y el balance a la fecha no es positivo.
De las estaciones planeadas en 2018, solo han entregado ocho y al resto le han dado prórrogas de hasta 15 meses y siguen trabajando. En cuanto a las contratadas en la emergencia sanitaria, que debían estar listas para minimizar el riesgo de contagios en el transporte público, solo cinco estuvieron a tiempo; otras cinco, las entregaron en plazos vencidos, y las cinco restantes esperan, tenerlas listas antes de julio de este año.
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Si bien todos los contratos contenían no solo las adecuaciones (que ya culminaron), sino las ampliaciones y la construcción de nuevos vagones, para poder recibir los nuevos biarticulados del sistema, en general se incumplieron los términos de los contratos, pues las especificaciones establecían fechas claras y no entregas parciales, como se ha venido presentando.
Espera para rato
Tan extensa como la lista de estaciones sin terminar, lo es la preocupación por los plazos vencidos, las millonarias adiciones a los contratos y, la que más sienten los bogotanos, la incomodidad por los cambios en las rutas. Por las obras, que buscaban adecuar las estaciones a los nuevos biarticulados de TM, trasladaron algunas paradas. Esto ha obligado a los usuarios a salir con más tiempo para llegar a sus destinos, no solo por tener que abordar más buses, sino por los minutos extras de caminada.
Y tal parece que la incomodidad durará un buen rato. Si bien el IDU indicó que de las 16 estaciones pendientes, este año entregará 13 y las tres restantes a comienzos de 2023, aclara que la entrada en operación corresponde a TM.
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A esta empresa le corresponde la dotación de las estaciones y vagones con pantallas led, demarcación de rutas y sonido, entre otros. Esto significa que una vez finalicen las obras, esto no implica su habilitación inmediata. Para hacerlo se requieren más tiempo y dinero, tarea que quedará en manos de Transmilenio.
Transmilenio y cinco contratos incumplidos
Detrás de este panorama hay una serie de reparos con los contratos. Pero quizá los que despiertan más dudas son los de 2018. El Contrato número 1309 de 2018 -adjudicado al Consorcio Estaciones Bogotá 2021- era para ampliar nueve estaciones, de las cuales dos (Santa Isabel y De la Sabana) no se han entregado.
Respecto a la estación De la Sabana, según el IDU, debieron terminarla el pasado 17 de febrero, pero el 5 de marzo solo entregaron el vagón oriental. Sigue pendiente la ampliación vagón costado norte. El contrato por un valor inicial de $11.374 millones reporta dos suspensiones, cuatro prórrogas y una adición de $3.826 millones. En cuanto a la estación Santa Isabel, que debía estar lista el 30 de marzo, sigue sin culminar.
El otro contrato, el 1535 de 2018, era para ampliar 10 estaciones: la 21 Ángeles, Suba-Av. Boyacá, Suba Calle 116, Venecia, Calle 40 sur, Restrepo y tres en la calle 80, como avenida Boyacá, carrera 90 y avenida Cali. A la fecha únicamente han entregado una.
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A pesar de que el IDU señala que en octubre entregarán las ampliaciones y en febrero de 2023 los nuevos vagones de la troncal calle 80, cabe mencionar que este contrato, por valor de $20.071 millones y que debía culminar en octubre de 2021, hasta el año pasado reportaba siete prórrogas, 37 actas de suspensión y una adición por $5.128 millones.
Más reparos
Pero la polémica no para ahí. En los contratos de 2020, firmados bajo la urgencia manifiesta por la pandemia, también hay retrasos. El contrato 971 de 2020 se le adjudicó a HB Estructuras Metálicas S.A.S. y por $14.890 millones debía entregar cinco ampliaciones y dos vagones nuevos, en marzo de 2021. No obstante, y pese a la adición de $644 millones, en la fecha solo entregaron tres: las estaciones Consuelo (troncal Caracas), San Martín y Humedal Córdoba (Suba). En abril y octubre entregaron las estaciones Fucha y Quiroga (Caracas).
De este contrato falta la estación Suba TV 91, que consiste en “dos nuevos vagones - pasarelas costado noroccidental”. Según el IDU, la iban a culminar este 30 de marzo (un año de retraso), pero tampoco se logró. Frente a este caso, Diego Sánchez, director del IDU, explicó el año pasado que el retraso obedecía a que un colectivo ambientalista impedía la tala de unos árboles.
Un panorama similar se nota en el Contrato 972 de 2020, que se le adjudicó a Tecmo S.A. Con un presupuesto de $13.973 millones y una adición de $538 millones, debía, en marzo de 2021, entregar en la troncal calle 80 un nuevo vagón en la estación Minuto de Dios y la ampliación y nuevo vagón en la estación Polo, así como la ampliación del vagón en la estación Gratamira (Suba), que fue la única que entregó a tiempo.
El nuevo vagón de la estación Minuto de Dios lo entregó en enero pasado y la ampliación y el nuevo vagón de la estación Polo sigue a la espera de ser finalizados. De acuerdo con el IDU, al igual que la estación Suba TV 91, las iban a ser esta semana.
Finalmente, el Contrato 973 de 2020, adjudicado al consorcio CMA Ingeniería & Construcción S.A.S., también se incumplió. Su valor inicial fue de $14.324, pero el año pasado le hicieron una adición de $695 millones. Según lo acordado, debían realizar la ampliación de un vagón en la estación Puente Aranda (troncal Américas), nuevos vagones para las estaciones Avenida El Dorado y General Santander (troncal NQS), y externalizar taquillas de las estaciones Virrey, Pepe Sierra y Calle 127 (autopista Norte).
De estas, solo una se entregó a tiempo: la estación Pepe Sierra. Las de Puente Aranda y Avenida El Dorado las terminaron en noviembre del año pasado (ocho meses del plazo inicial). A la fecha hacen falta las adecuaciones de las estaciones General Santander (que se debieron entregar el 25 de marzo), Virrey (según el IDUm finalizará el 20 de abril) y Calle 127 (estaría lista el 15 de mayo).
El IDU explica que en las obras de pandemia las demoras obedecieron a que, al ejecutarlas, se tomaron los diseños que dejó la anterior administración (Enrique Peñalosa), los cuales habrían tenido inconsistencias. Aparentemente había problemas con la calidad de los planos y no se cumplían con ciertas “características”. Por lo anterior, dice, se adelanta un proceso de reclamación y está en juego una póliza que cubriría los gastos adicionales.
Pese a las explicaciones, lo que demuestran los incumplimientos de las obras de las estaciones son problemas de planeación, tal como ya pasó con las primeras 18 obras, que en su mayoría las terminaron fuera del plazo pactado inicialmente.
Los usuarios del sistema siguen esperando a que los nuevos plazos se cumplan con las 16 estaciones que faltan, para no seguir alargando una incomodidad, que lo único que logra es reforzar la baja percepción que persiste entre los usuarios frente a la calidad de un servicio fundamental como el que presta Transmilenio.
La flota de Transmilenio (TM) está próxima a llegar a 1.400 biarticulados (de 2.364 buses que tiene), el pasaje subió a $2.650 (aumentó $100) y Bogotá vive una nueva normalidad. Sin embargo, 16 adecuaciones y ampliaciones de estaciones, de las 34 contratadas entre 2018 y 2020, y debían estar listas durante el primer semestre del año pasado, siguen incompletas.
En total fueron cinco contratos, dos de los cuales se estructuraron y se adjudicaron en 2018, para intervenir 19 estaciones en diferentes troncales, y los otros tres, para intervenir 15, que se firmaron bajo la figura de la urgencia manifiesta por la pandemia, con el propósito de garantizar el distanciamiento durante la paulatina reactivación de la ciudad. Y el balance a la fecha no es positivo.
De las estaciones planeadas en 2018, solo han entregado ocho y al resto le han dado prórrogas de hasta 15 meses y siguen trabajando. En cuanto a las contratadas en la emergencia sanitaria, que debían estar listas para minimizar el riesgo de contagios en el transporte público, solo cinco estuvieron a tiempo; otras cinco, las entregaron en plazos vencidos, y las cinco restantes esperan, tenerlas listas antes de julio de este año.
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Si bien todos los contratos contenían no solo las adecuaciones (que ya culminaron), sino las ampliaciones y la construcción de nuevos vagones, para poder recibir los nuevos biarticulados del sistema, en general se incumplieron los términos de los contratos, pues las especificaciones establecían fechas claras y no entregas parciales, como se ha venido presentando.
Espera para rato
Tan extensa como la lista de estaciones sin terminar, lo es la preocupación por los plazos vencidos, las millonarias adiciones a los contratos y, la que más sienten los bogotanos, la incomodidad por los cambios en las rutas. Por las obras, que buscaban adecuar las estaciones a los nuevos biarticulados de TM, trasladaron algunas paradas. Esto ha obligado a los usuarios a salir con más tiempo para llegar a sus destinos, no solo por tener que abordar más buses, sino por los minutos extras de caminada.
Y tal parece que la incomodidad durará un buen rato. Si bien el IDU indicó que de las 16 estaciones pendientes, este año entregará 13 y las tres restantes a comienzos de 2023, aclara que la entrada en operación corresponde a TM.
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A esta empresa le corresponde la dotación de las estaciones y vagones con pantallas led, demarcación de rutas y sonido, entre otros. Esto significa que una vez finalicen las obras, esto no implica su habilitación inmediata. Para hacerlo se requieren más tiempo y dinero, tarea que quedará en manos de Transmilenio.
Transmilenio y cinco contratos incumplidos
Detrás de este panorama hay una serie de reparos con los contratos. Pero quizá los que despiertan más dudas son los de 2018. El Contrato número 1309 de 2018 -adjudicado al Consorcio Estaciones Bogotá 2021- era para ampliar nueve estaciones, de las cuales dos (Santa Isabel y De la Sabana) no se han entregado.
Respecto a la estación De la Sabana, según el IDU, debieron terminarla el pasado 17 de febrero, pero el 5 de marzo solo entregaron el vagón oriental. Sigue pendiente la ampliación vagón costado norte. El contrato por un valor inicial de $11.374 millones reporta dos suspensiones, cuatro prórrogas y una adición de $3.826 millones. En cuanto a la estación Santa Isabel, que debía estar lista el 30 de marzo, sigue sin culminar.
El otro contrato, el 1535 de 2018, era para ampliar 10 estaciones: la 21 Ángeles, Suba-Av. Boyacá, Suba Calle 116, Venecia, Calle 40 sur, Restrepo y tres en la calle 80, como avenida Boyacá, carrera 90 y avenida Cali. A la fecha únicamente han entregado una.
Otras noticias: Capturan a “Los Tóxicos”, red señalada de quemar con ácido para hurtar en Bogotá
A pesar de que el IDU señala que en octubre entregarán las ampliaciones y en febrero de 2023 los nuevos vagones de la troncal calle 80, cabe mencionar que este contrato, por valor de $20.071 millones y que debía culminar en octubre de 2021, hasta el año pasado reportaba siete prórrogas, 37 actas de suspensión y una adición por $5.128 millones.
Más reparos
Pero la polémica no para ahí. En los contratos de 2020, firmados bajo la urgencia manifiesta por la pandemia, también hay retrasos. El contrato 971 de 2020 se le adjudicó a HB Estructuras Metálicas S.A.S. y por $14.890 millones debía entregar cinco ampliaciones y dos vagones nuevos, en marzo de 2021. No obstante, y pese a la adición de $644 millones, en la fecha solo entregaron tres: las estaciones Consuelo (troncal Caracas), San Martín y Humedal Córdoba (Suba). En abril y octubre entregaron las estaciones Fucha y Quiroga (Caracas).
De este contrato falta la estación Suba TV 91, que consiste en “dos nuevos vagones - pasarelas costado noroccidental”. Según el IDU, la iban a culminar este 30 de marzo (un año de retraso), pero tampoco se logró. Frente a este caso, Diego Sánchez, director del IDU, explicó el año pasado que el retraso obedecía a que un colectivo ambientalista impedía la tala de unos árboles.
Un panorama similar se nota en el Contrato 972 de 2020, que se le adjudicó a Tecmo S.A. Con un presupuesto de $13.973 millones y una adición de $538 millones, debía, en marzo de 2021, entregar en la troncal calle 80 un nuevo vagón en la estación Minuto de Dios y la ampliación y nuevo vagón en la estación Polo, así como la ampliación del vagón en la estación Gratamira (Suba), que fue la única que entregó a tiempo.
El nuevo vagón de la estación Minuto de Dios lo entregó en enero pasado y la ampliación y el nuevo vagón de la estación Polo sigue a la espera de ser finalizados. De acuerdo con el IDU, al igual que la estación Suba TV 91, las iban a ser esta semana.
Finalmente, el Contrato 973 de 2020, adjudicado al consorcio CMA Ingeniería & Construcción S.A.S., también se incumplió. Su valor inicial fue de $14.324, pero el año pasado le hicieron una adición de $695 millones. Según lo acordado, debían realizar la ampliación de un vagón en la estación Puente Aranda (troncal Américas), nuevos vagones para las estaciones Avenida El Dorado y General Santander (troncal NQS), y externalizar taquillas de las estaciones Virrey, Pepe Sierra y Calle 127 (autopista Norte).
De estas, solo una se entregó a tiempo: la estación Pepe Sierra. Las de Puente Aranda y Avenida El Dorado las terminaron en noviembre del año pasado (ocho meses del plazo inicial). A la fecha hacen falta las adecuaciones de las estaciones General Santander (que se debieron entregar el 25 de marzo), Virrey (según el IDUm finalizará el 20 de abril) y Calle 127 (estaría lista el 15 de mayo).
El IDU explica que en las obras de pandemia las demoras obedecieron a que, al ejecutarlas, se tomaron los diseños que dejó la anterior administración (Enrique Peñalosa), los cuales habrían tenido inconsistencias. Aparentemente había problemas con la calidad de los planos y no se cumplían con ciertas “características”. Por lo anterior, dice, se adelanta un proceso de reclamación y está en juego una póliza que cubriría los gastos adicionales.
Pese a las explicaciones, lo que demuestran los incumplimientos de las obras de las estaciones son problemas de planeación, tal como ya pasó con las primeras 18 obras, que en su mayoría las terminaron fuera del plazo pactado inicialmente.
Los usuarios del sistema siguen esperando a que los nuevos plazos se cumplan con las 16 estaciones que faltan, para no seguir alargando una incomodidad, que lo único que logra es reforzar la baja percepción que persiste entre los usuarios frente a la calidad de un servicio fundamental como el que presta Transmilenio.