Pese a estar identificado, agentes del Esmad agredieron a fotógrafo de El Espectador
El hecho ocurrió en la noche del pasado miércoles en el norte de Bogotá. El fotorreportero manifestó que estaba cubriendo protestas en la localidad de Suba y aunque se identificó como periodista de este medio, fue atacado por agentes que lo golpearon a él y a su equipo de trabajo.
La noche caía en el día 36 del Paro Nacional en Bogotá. En la localidad de Suba, específicamente en el barrio Alcaparros de Suba, se presentaron enfrentamientos entre manifestantes y agentes del Esmad. Un fotorreportero de El Espectador que cubría lo sucedido, a pesar de su identificación como periodista de este diario, fue agredido por miembros de la Fuerza Pública.
El periodista dice que estaba cubriendo lo ocurrido desde que llegó a la zona sobre las ocho de la noche. En ese momento y punto de la ciudad, el ambiente se puso violento y él se dedicó a capturar imágenes. En ese contexto, obtuvo secuencias de distintas intervenciones de agentes atacando a golpes a los capturados, por lo que él, en distintas ocasiones, intentó fotografiar lo que pasaba.
En la mitad del enfrentamiento, el fotorreportero de 28 años se refugió junto a un árbol, y en ese instante de la confrontación, vio que el Escuadrón Móvil Antidisturbios realizó la avanzada hacia los manifestantes. Él se quedó quieto, pero uno de los agentes se acercó y lo encaró de manera desafiante. Él se identificó como prensa. Tenía el chaleco, casco con la palabra prensa a lado y lado, máscara antigases, chaleco antibalas y carné como fotógrafo de este medio.
LEA: Camioneta atropelló a manifestante en el monumento a Los Héroes
De manera verbal fue obligado a tumbarse en el piso y allí agredido. “En ese momento empiezan a rodearme, aproximadamente siete u ocho agentes. Yo sentí que me cogieron de la espalda, como de la chaqueta, y mientras tanto otro me pone el pie entre las piernas para hacerme un tipo de zancadilla. Ahí me caigo con todo lo que tenía puesto. En el piso me empiezan a golpear, no tengo claro si era patadas o bolillazos, todo fue muy rápido. Yo me levanto rápido y empiezo a dar pasos hacia atrás y les repito que soy de prensa. Ahí me dicen ‘prensa de qué’ en sentido como ‘usted no es nadie’, mejor dicho”.
El fotorreportero manifestó que se puso de pie rápidamente y retrocedió del sitio, insistiendo en que era de prensa de El Espectador. “Ellos siguieron insultándome y el primero que me encara, vuelve otra vez y le da golpes al lente de mi cámara con el bolillo, yo me corro para que no siga golpeándola. En ese momento me insultan entre todos y pasa uno y me dice al oído ‘¿Si ve? ¿Para qué se cae solo?’.
Finalmente, logró alejarse del lugar, no sin antes tomar fotografías en donde dice, se logra ver el número de identificación de los agentes que lo agredieron. Caminó hasta que encargados de primeros auxilios de la Primera Línea que estaban en la zona, le preguntaron por su estado de salud, sin poder atenderlo debido a que se presentó una nueva arremetida en el sitio.
Bastante afectado por los gases lacrimógenos y aturdidoras disparados en zona residencial, y afectado por la agresión, decidió guardar sus equipos e irse de la zona. Ya tuvo una valoración médica que le dio algunos días de incapacidad. Según dijo, tuvo suerte debido a que su chaleco lo protegió de los golpes, aunque sí tiene algo afectado su tobillo izquierdo y uno de sus brazos.
El fotorreportero de este diario ratificó que ya fue contactado por una abogada de derechos humanos de la Secretaría de Gobierno, y por el propio secretario Luis Ernesto Gómez. Por su parte, la Policía de Bogotá le dijo a este medio que la denuncia por lo ocurrido puede hacerse en cualquier estación, incluyendo la dirección de los hechos para poder tener claridad de lo qué pasó.
La noche caía en el día 36 del Paro Nacional en Bogotá. En la localidad de Suba, específicamente en el barrio Alcaparros de Suba, se presentaron enfrentamientos entre manifestantes y agentes del Esmad. Un fotorreportero de El Espectador que cubría lo sucedido, a pesar de su identificación como periodista de este diario, fue agredido por miembros de la Fuerza Pública.
El periodista dice que estaba cubriendo lo ocurrido desde que llegó a la zona sobre las ocho de la noche. En ese momento y punto de la ciudad, el ambiente se puso violento y él se dedicó a capturar imágenes. En ese contexto, obtuvo secuencias de distintas intervenciones de agentes atacando a golpes a los capturados, por lo que él, en distintas ocasiones, intentó fotografiar lo que pasaba.
En la mitad del enfrentamiento, el fotorreportero de 28 años se refugió junto a un árbol, y en ese instante de la confrontación, vio que el Escuadrón Móvil Antidisturbios realizó la avanzada hacia los manifestantes. Él se quedó quieto, pero uno de los agentes se acercó y lo encaró de manera desafiante. Él se identificó como prensa. Tenía el chaleco, casco con la palabra prensa a lado y lado, máscara antigases, chaleco antibalas y carné como fotógrafo de este medio.
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De manera verbal fue obligado a tumbarse en el piso y allí agredido. “En ese momento empiezan a rodearme, aproximadamente siete u ocho agentes. Yo sentí que me cogieron de la espalda, como de la chaqueta, y mientras tanto otro me pone el pie entre las piernas para hacerme un tipo de zancadilla. Ahí me caigo con todo lo que tenía puesto. En el piso me empiezan a golpear, no tengo claro si era patadas o bolillazos, todo fue muy rápido. Yo me levanto rápido y empiezo a dar pasos hacia atrás y les repito que soy de prensa. Ahí me dicen ‘prensa de qué’ en sentido como ‘usted no es nadie’, mejor dicho”.
El fotorreportero manifestó que se puso de pie rápidamente y retrocedió del sitio, insistiendo en que era de prensa de El Espectador. “Ellos siguieron insultándome y el primero que me encara, vuelve otra vez y le da golpes al lente de mi cámara con el bolillo, yo me corro para que no siga golpeándola. En ese momento me insultan entre todos y pasa uno y me dice al oído ‘¿Si ve? ¿Para qué se cae solo?’.
Finalmente, logró alejarse del lugar, no sin antes tomar fotografías en donde dice, se logra ver el número de identificación de los agentes que lo agredieron. Caminó hasta que encargados de primeros auxilios de la Primera Línea que estaban en la zona, le preguntaron por su estado de salud, sin poder atenderlo debido a que se presentó una nueva arremetida en el sitio.
Bastante afectado por los gases lacrimógenos y aturdidoras disparados en zona residencial, y afectado por la agresión, decidió guardar sus equipos e irse de la zona. Ya tuvo una valoración médica que le dio algunos días de incapacidad. Según dijo, tuvo suerte debido a que su chaleco lo protegió de los golpes, aunque sí tiene algo afectado su tobillo izquierdo y uno de sus brazos.
El fotorreportero de este diario ratificó que ya fue contactado por una abogada de derechos humanos de la Secretaría de Gobierno, y por el propio secretario Luis Ernesto Gómez. Por su parte, la Policía de Bogotá le dijo a este medio que la denuncia por lo ocurrido puede hacerse en cualquier estación, incluyendo la dirección de los hechos para poder tener claridad de lo qué pasó.