Petro firma decreto para que la Nación adquiera el Hospital San Juan de Dios

Este miércoles se conoció el Decreto 1959, por el cual el gobierno nacional busca adquirir y recuperar la infraestructura del tradicional complejo hospitalario San Juan de Dios, como lo prometió en su Plan de Desarrollo. En el documento fechado el 15 de noviembre de 2023 y firmado por el presidente Gustavo Petro y los ministros de Hacienda, Salud, Educación y Cultura, es clara la intención no solo de ser el nuevo propietario, sino de encargarse de la recuperación de la infraestructura y crear una nueva entidad que se encargue de su manejo.

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Todo está definido en el documento que, entre otras cosas, faculta a la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco para realizar los trámites necesarios para la adquisición “a título gratuito u oneroso, el derecho de dominio, la infraestructura de los Bienes de Interés Cultural del ámbito nacional Hospital San Juan de Dios y el Instituto materno Infantil”. Lo cual quiere decir que, de darse una serie de condiciones especiales, los predios podrían tomarse, incluso, con medida expropiación.

El precio que el gobierno tendrá que asumir para adquirir los centros médicos venidos a menos saldrá del avalúo comercial que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi realizará para determinar su cuantía. El Ministerio de Hacienda será el ente encargado de asumir la transferencia de los recursos necesarios para la compra, los cuales saldrán del presupuesto del marco fiscal de mediano plazo y del marco de gasto de mediano plazo.

En el documento se perfila al San Juan de Dios y al Materno Infantil como entidades de mediana y alta complejidad, las cuales, además de sus funciones naturales, pueden “fungir como organismo asesor y articulador en el ámbito nacional en materia de investigación, desarrollo e innovación y formación de talento humano en salud”.

En este punto es clave recordar que fue al final de la administración de Gustavo Petro, como alcalde de Bogotá, que el Distrito le compró al Cundinamarca el complejo por casi $150.000 millones. Desde entonces, se han hecho una serie de inversiones que, seguramente, se deberán tener en cuenta a la hora de tasar el monto que tendrá que cancelar el Gobierno Nacional para ser el nuevo propietario.

Pero más allá de eso, la pregunta que surge es ¿qué pasará con el contrato adjudicado para la construcción de un nuevo hospital en el complejo? También es importante indicar que al final de la administración de Enrique Peñalosa se adjudicó un contrato, por casi $500 mil millones, para diseñar, construir y operar un nuevo hospital en los predios del San Juan de Dios.

Dicho contrato está en veremos, por falta de una autorización del Ministerio de Cultura, para poder proceder a la demolición del edificio central, que es una de las labores que Petro ha rechazado desde antes de ser presidente. En el momento que el Gobierno Nacional pase a ser propietario será el que defina el futuro de esta obra.

Por ahora, lo cierto es que, así como la primera línea del metro de Bogotá, el San Juan de Dios es otro proyecto inconcluso de Petro cuando fue alcalde, que quiere retomar ahora siendo presidente.

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El precio que el gobierno tendrá que asumir para adquirir los centros médicos venidos a menos saldrá del avalúo comercial que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi realizará para determinar su cuantía. El Ministerio de Hacienda será el ente encargado de asumir la transferencia de los recursos necesarios para la compra, los cuales saldrán del presupuesto del marco fiscal de mediano plazo y del marco de gasto de mediano plazo.

En el documento se perfila al San Juan de Dios y al Materno Infantil como entidades de mediana y alta complejidad, las cuales, además de sus funciones naturales, pueden “fungir como organismo asesor y articulador en el ámbito nacional en materia de investigación, desarrollo e innovación y formación de talento humano en salud”.

En este punto es clave recordar que fue al final de la administración de Gustavo Petro, como alcalde de Bogotá, que el Distrito le compró al Cundinamarca el complejo por casi $150.000 millones. Desde entonces, se han hecho una serie de inversiones que, seguramente, se deberán tener en cuenta a la hora de tasar el monto que tendrá que cancelar el Gobierno Nacional para ser el nuevo propietario.

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Dicho contrato está en veremos, por falta de una autorización del Ministerio de Cultura, para poder proceder a la demolición del edificio central, que es una de las labores que Petro ha rechazado desde antes de ser presidente. En el momento que el Gobierno Nacional pase a ser propietario será el que defina el futuro de esta obra.

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