Pico y placa no debe castigar a conductores, sino mejorar las opciones de movilidad
Si el Distrito quiere aumentar el uso del transporte público, debe mejorar la frecuencia de los buses, garantizar rutas con una amplia cobertura y brindar seguridad. Asimismo, solucionar los problemas de acoso a las mujeres y revisar los costos del pasaje. Expertos recomiendan restricciones para las motos y zonas sin carros como el centro, la NQS, autopistas norte y sur, en días específicos.
Sara Caicedo
El próximo 10 de enero de 2023, el Distrito dará a conocer los cambios en la restricción de pico y placa en Bogotá. Y aunque los ciudadanos no conocen ni siquiera el borrador del decreto con el que se va a regir, la alcaldesa de Bogotá Claudia López, señaló lo que se quiere lograr el siguiente año en temas de movilidad.
En contexto: Movilidad en Bogotá: en 2023 cambiará la medida de Pico y Placa
De acuerdo con la mandataria, incentivar el uso de transporte público, lograr que los vehículos particulares vayan completamente ocupados y disminuir la compra de carros por parte de los habitantes de la capital, son los principales objetivos que el Distrito quiere cumplir a partir de la restricción del pico y placa de 2023.
Para Plinio Alejandro Bernal, experto en movilidad, el pico y placa ha ido perdiendo efectividad en sus resultados, por lo tanto, “hay que volverlo a dotar de capacidades para que efectivamente cumpla con su función. Es decir, revisar las excepciones en estos momentos existentes y ¿por qué no pensar la medida para las motos? Bien sea por placa o uso de las vías”.
Por su parte, Ómar Oróstegui director ejecutivo de Futuros Urbanos, antes de definir las condiciones de la restricción, lo primero que debe hacer el Distrito es definir cuál es el objetivo del pico y placa, “si reducir congestión vehicular, aliviar la contaminación del aire o desincentivar el crecimiento del parque automotor. Para cada objetivo se requieren estrategias diferentes”.
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¿Qué pico y placa le conviene a Bogotá en 2023?
“Una combinación de pico y placa ajustada, una mejora sustancial en los temas de transporte público (frecuencias, tiempos, seguridad y limpieza) y el incentivo a realizar desplazamientos bien sea a pie o en métodos amigables como la bicicleta y patineta. Por supuesto, todos cumpliendo con las normas de tránsito”, agregó Bernal.
Para Oróstegui, de elegir las condiciones, también se debe “evaluar el impacto del pico y placa en el crecimiento del parque automotor y atacar las causas de ese crecimiento. De lo contrario, cualquier medida siempre se quedará corta”.
¿Cómo incentivar el uso del transporte público, la ocupación total de carros particulares y evitar la compra de más vehículos?
Aunque es una tarea difícil, para Plinio, las campañas de cultura siempre serán necesarias, además de lo importante que es las mejoras en la infraestructura, los tiempos de frecuencia y la seguridad en el transporte público. “En cuanto a la “ocupación de los carros y la compra de vehículos, es complejo, pero tenemos que incentivar su uso racional”.
Por su parte, Oróstegui, señala que mejorar la calidad del transporte público en temas de cobertura, rutas y frecuencias, podría aumentar el uso de este. “Creando carriles exclusivos para el SITP, y garantizando la seguridad de los usuarios”.
Para el director ejecutivo de Futuros Urbanos, la restricción del pico y placa tiene más “beneficios económicos para el Distrito por el recaudo de excepciones, que alivios en la congestión vehicular de la ciudad”.
De acuerdo con Edder Velandia, profesor Universidad de La Salle y experto en movilidad, se debe tener en cuenta que el transporte público es costoso, “no está generando un valor agregado, las personas están molestas por temas de ocupación, no hay cumplimiento de horarios, es víctima continuamente de protestas y vandalismo, la gente no está pagando. Realmente el servicio viene en una caída libre y no ha sido controlado por las últimas tres administraciones, siendo la situación actual la más crítica, teniendo en cuenta la inseguridad y el acoso a las mujeres, entre otros problemas”.
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Para Velandia, el pico y placa tendrá que ser evaluado, en donde se podría considerar “la alternancia, vehículos con mayores niveles de ocupación, continuar con el pico y placa solidario, no generar beneficios a los vehículos híbridos sino a los que son 100% eléctricos y empezar a tomar medidas con respecto a los carros de placas que no sean de Bogotá”.
Respecto a lo último, para el docente Bogotá debería implementar la restricción que se maneja en Cúcuta, y es que los carros con placas externas tienen un pico y placa más extenso, y para los vehículos con placas locales la medida es más flexible.
Otra posible solución es “condicionar en algunas zonas, por ejemplo, que en el centro haya días de restricción total de vehículos, también en corredores estratégicos como autopista norte, sur y NQS, teniendo en cuenta que se le debe garantizar la movilidad a las personas que necesitan el vehículo”.
Y es que, para el profesor de la Salle, el Distrito no debe empezar a ser más estricto, “realmente la ciudad debe ser más exigente con los contratistas, vemos que en algunos frentes de obra en los que hay ausencia de trabajadores, no hay maquinaria especializada y no tenemos nuevas formas de construir las vías”.
“La forma no es castigar a los que siempre usan el vehículo, cuando realmente la ciudad no cuenta con las medidas a favor de quienes están pagando impuestos y que de alguna forma también están mejorando la ciudad con un aporte económico importante”, concluye Velandia.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
El próximo 10 de enero de 2023, el Distrito dará a conocer los cambios en la restricción de pico y placa en Bogotá. Y aunque los ciudadanos no conocen ni siquiera el borrador del decreto con el que se va a regir, la alcaldesa de Bogotá Claudia López, señaló lo que se quiere lograr el siguiente año en temas de movilidad.
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De acuerdo con la mandataria, incentivar el uso de transporte público, lograr que los vehículos particulares vayan completamente ocupados y disminuir la compra de carros por parte de los habitantes de la capital, son los principales objetivos que el Distrito quiere cumplir a partir de la restricción del pico y placa de 2023.
Para Plinio Alejandro Bernal, experto en movilidad, el pico y placa ha ido perdiendo efectividad en sus resultados, por lo tanto, “hay que volverlo a dotar de capacidades para que efectivamente cumpla con su función. Es decir, revisar las excepciones en estos momentos existentes y ¿por qué no pensar la medida para las motos? Bien sea por placa o uso de las vías”.
Por su parte, Ómar Oróstegui director ejecutivo de Futuros Urbanos, antes de definir las condiciones de la restricción, lo primero que debe hacer el Distrito es definir cuál es el objetivo del pico y placa, “si reducir congestión vehicular, aliviar la contaminación del aire o desincentivar el crecimiento del parque automotor. Para cada objetivo se requieren estrategias diferentes”.
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¿Qué pico y placa le conviene a Bogotá en 2023?
“Una combinación de pico y placa ajustada, una mejora sustancial en los temas de transporte público (frecuencias, tiempos, seguridad y limpieza) y el incentivo a realizar desplazamientos bien sea a pie o en métodos amigables como la bicicleta y patineta. Por supuesto, todos cumpliendo con las normas de tránsito”, agregó Bernal.
Para Oróstegui, de elegir las condiciones, también se debe “evaluar el impacto del pico y placa en el crecimiento del parque automotor y atacar las causas de ese crecimiento. De lo contrario, cualquier medida siempre se quedará corta”.
¿Cómo incentivar el uso del transporte público, la ocupación total de carros particulares y evitar la compra de más vehículos?
Aunque es una tarea difícil, para Plinio, las campañas de cultura siempre serán necesarias, además de lo importante que es las mejoras en la infraestructura, los tiempos de frecuencia y la seguridad en el transporte público. “En cuanto a la “ocupación de los carros y la compra de vehículos, es complejo, pero tenemos que incentivar su uso racional”.
Por su parte, Oróstegui, señala que mejorar la calidad del transporte público en temas de cobertura, rutas y frecuencias, podría aumentar el uso de este. “Creando carriles exclusivos para el SITP, y garantizando la seguridad de los usuarios”.
Para el director ejecutivo de Futuros Urbanos, la restricción del pico y placa tiene más “beneficios económicos para el Distrito por el recaudo de excepciones, que alivios en la congestión vehicular de la ciudad”.
De acuerdo con Edder Velandia, profesor Universidad de La Salle y experto en movilidad, se debe tener en cuenta que el transporte público es costoso, “no está generando un valor agregado, las personas están molestas por temas de ocupación, no hay cumplimiento de horarios, es víctima continuamente de protestas y vandalismo, la gente no está pagando. Realmente el servicio viene en una caída libre y no ha sido controlado por las últimas tres administraciones, siendo la situación actual la más crítica, teniendo en cuenta la inseguridad y el acoso a las mujeres, entre otros problemas”.
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Respecto a lo último, para el docente Bogotá debería implementar la restricción que se maneja en Cúcuta, y es que los carros con placas externas tienen un pico y placa más extenso, y para los vehículos con placas locales la medida es más flexible.
Otra posible solución es “condicionar en algunas zonas, por ejemplo, que en el centro haya días de restricción total de vehículos, también en corredores estratégicos como autopista norte, sur y NQS, teniendo en cuenta que se le debe garantizar la movilidad a las personas que necesitan el vehículo”.
Y es que, para el profesor de la Salle, el Distrito no debe empezar a ser más estricto, “realmente la ciudad debe ser más exigente con los contratistas, vemos que en algunos frentes de obra en los que hay ausencia de trabajadores, no hay maquinaria especializada y no tenemos nuevas formas de construir las vías”.
“La forma no es castigar a los que siempre usan el vehículo, cuando realmente la ciudad no cuenta con las medidas a favor de quienes están pagando impuestos y que de alguna forma también están mejorando la ciudad con un aporte económico importante”, concluye Velandia.
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