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A tan solo días de la probable llegada del fenómeno de La Niña, que empataría con la segunda temporada de lluvias en la ciudad, el alcalde Galán y su equipo de secretarios, presentaron las medidas para afrontar este panorama.
Según el director de Idiger, Guillermo Escobar, los principales riesgos que tiene la ciudad es en cuánto a avenidas torrenciales en cerros orientales y zonas laderas desde Usaquén hasta Sumapaz; remoción en masa (desde Usaquén hasta Ciudad Bolívar y la zona rural de Sumapaz); inundaciones por encharcamiento en toda la ciudad; granizadas y tormentas eléctricas, particularmente en la zona central de Bogotá; y vendavales en la zona suroriental.
“Es allí donde tenemos los mayores enfoques de atención de emergencias. Estamos trabajando no solo de la mano con alcaldías locales, sino con entidades del sistema de gestión del riesgo”, agregó Escobar.
Por su parte, la secretaría de Ambiente indicó que otra de las emergencias por lluvias son la caída de árboles. En lo corrido del año, han atendido 1.400 casos, “y en el último mes hemos identificado 240 árboles en riesgo en Suba, Usaquén, Engátiva, Chapinero y Barrios Unidos. La ciudadanía también nos puede ayudar llamando a la línea 123″, recomendó la secretaria Adriana Soto.
Reasentamiento de familias vulnerables
Carlos Alvarado, especialista en Evaluación de Riesgos y Prevención de Desastres de la Universidad de los Andes y quien ha participado de Planes de Ordenamiento Territorial y gestión del riesgo de Bogotá, indicó a este diario que los mayores afectados son los de estratos “1 y 2 que ha venido construyendo y no tienen resistencia a eventos de deslizamientos o inundaciones”.
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Sobre esto, el alcalde Carlos Fernando Galán, indicó que más de 174 familias han sido reubicadas y más de 270 han sido trasladadas de manera preventiva por riesgos de remoción en masa o más conocido como derrumbes o deslizamientos.
Desde el Idiger, añadieron que aquellas personas que tengan cualquier situación de inestabilidad en su vivienda, pueden activar la ruta a través de su página web o la línea de emergencias 123, donde ingenieros de la entidad realizan una asistencia técnica preliminar y levantan un acta de evacuación preventiva o definitiva. En este último caso, el Idiger brinda ayudas humanitarias como pago de arriendos por 6 meses, dependiendo del núcleo familiar.
Después de ese tiempo, entra la secretaría de Hábitat para atenderlas a largo plazo, por medio de la Caja de Vivienda Popular. “Contamos con recursos dentro del PDD y ese apoyo del gobierno nacional en efectos de reubicación. Adicionalmente, haremos más esfuerzos en el monitoreo a construcciones informales en zonas de riesgo y pedagogía del porqué construir en estas zonas no es beneficioso y sí peligroso”, sentenció, la secretaria, Vanessa Velasco.
Sin embargo, para el profesor Gonzalo Duque Escobar, ingeniero civil de la Universidad Nacional, para las personas que viven en asentamientos irregulares, se convierte en su única opción de tener un techo, por lo que se debería pensar es en “hacer medidas de defensa como obras de ingeniería que desafortunadamente tienen que ver con concreto. Que las comunidades gocen de sistemas de estabilización de taludes cuando habitan esas zonas de riesgo”.
¿Hay los recursos?
El primer mandatario de Bogotá, señaló que el Idiger cuenta con al menos 55 mil millones de pesos para atender todo tipo de emergencias, pero principalmente para la segunda temporada de lluvias y el fenómeno de La Niña. “Aunque son recursos importantes, es posible que requiramos más y eventualmente (acudamos) a la Nación”, aseguró Galán.
Sin embargo, el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, acotó que al plan que presentó el gobierno para prepararse y responder a las emergencias, le hacen falta casi $7 billones. Esto sin tener en cuenta la recuperación, la cuarta etapa del plan, que estima en $20 billones la inversión necesaria para reparar los daños ocasionados en los próximos meses.
“Es una gran cantidad de dinero la que necesitaría una adecuada gestión del riesgo y no está en el Presupuesto General de la Nación (PGN), ni ha estado en los gobiernos anteriores”, agregó Carrillo, quien aseguró que “es una realidad sobre la que tenemos que empezar a reflexionar”.
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