Plan Parcial Bavaria: ¿ejemplo de concertación para proyectos urbanísticos?
Tras cinco años de desencuentros entre la comunidad del sector (occidente de la ciudad) y los desarrolladores del proyecto, un juez decidirá si el plan sigue adelante. La ventaja: en los últimos meses hubo ajustes y diálogos para destrabar el plan.
Doce años después del traslado de la planta de Bavaria, ubicada al occidente de Bogotá, a la vía que comunica con el municipio de Tocancipá, el futuro del predio (que quedó en desuso desde 2010) se definirá esta semana, en una audiencia en la que un juez se pronunciará sobre el plan parcial que se proyectó en el sitio. A pesar de años de choques, entre los desarrolladores y la comunidad, tal parece que las diferencias fueron concertadas.
A lo largo de los años, alrededor de este predio, de 78 hectáreas, tanto vecinos del sector como las distintas administraciones y empresas privadas plantearon varios proyectos. Construir malla vial, proyectos inmobiliarios, hacer una reserva forestal, construir un colegio y espacio público fueron algunas de las ideas que se esbozaron para sacarle el mejor provecho. Sin embargo, fue en 2015 que estas empezaron a aterrizar: destinarlo a viviendas.
Plan Parcial Bavaria
Para abreviar la historia, basta decir que en julio de 2017 la Alcaldía de Enrique Peñalosa expidió el Decreto 364 de 2017 que contemplaba la adopción del “Plan Parcial Bavaria Fábrica” para darle paso a un ambicioso proyecto de vivienda, pero que conllevaba un impacto en la zona debido a que se tenían que talar el 97 % de los 22.870 árboles que hay en el predio.
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Esta situación generó el rechazo de colectivos ambientalistas y también vecinos de los barrios que colindan con la antigua fábrica: Bavaria, Aloha, Marsella y San José de Bavaria, entre otros, quienes, además de realizar plantones, bloqueos y protestas en contra del decreto, interpusieron en noviembre de 2017 una acción popular ante el Juzgado 22 Administrativo de Bogotá, en el que pidieron que se protegiera el derecho al goce de un ambiente sano.
Un año y ocho meses después, en julio de 2019, el juzgado tomó una medida cautelar que consistió en suspender la tala de árboles en el lugar. Por ello, los desarrolladores que se vincularon al proyecto (Bavaria, Constructora Bolívar, Marval, Cusezar y Prodesa, bajo la gerencia de Master Plan) en diciembre de 2017 llevaron a cabo un proceso de diálogo y participación ciudadana, para así generar una modificación al plan parcial, en la que se recogieran las recomendaciones del proceso de diálogo con los vecinos y colectivos, la cual será presentada en audiencia de pacto de cumplimiento de la acción popular este 7 de julio ante el Juzgado 22 Administrativo.
Los cambios en el Plan Parcial
En diálogo con El Espectador, Leonardo Zuluaga, gerente del Plan Parcial Bavaria, aseguró que la modificación al plan consiste en reconocer el arbolado del predio, sumar al área de bosque, sembrar otros 20 mil árboles y entregar el 70 % del área al Distrito para goce de espacio público. “Si logramos sumar en biodiversidad, en individuos arbóreos, en área de suelo destinada a bosque y mantener las zonas verdes permeables del suelo y garantizar el ciclo del agua, no hay duda de que tendremos una correcta interacción entre un proyecto urbano y un ecosistema ambiental”, dice.
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En plata blanca, la modificación para el nuevo proyecto urbanístico en la zona gira en torno a aumentar en 5,4 hectáreas el área de arbolado, otras 4,4 en la conformación de un corredor verde y en pasar de 78,2 a 35,4 las hectáreas con prioridad de desarrollo urbano. Además, de que las zonas verdes y públicas se conviertan en el bosque urbano más grande de la ciudad y de Latinoamérica, pues comprenderían zonas tan grandes como el Parque El Virrey, el Parque Timiza y el Jardín Botánico.
“Este bosque urbano va a serlo a perpetuidad, va a ser tierra del Distrito y no de privados, la idea es que la vocación y uso de este suelo quede decretado con este ejercicio”, agrega Zuluaga.
Voces de la ciudadanía
Freddy Rodríguez y Aníbal Mesa son dos vecinos con arraigo de décadas en los barrios Bavaria y Aloha, colindantes con el predio, y estuvieron desde 2017 alzando su voz en contra de la tala de árboles, para darle vía libre a la ejecución del Decreto 364 de ese año, así como de participar en la acción popular que la detuvo. Desde sus perspectivas, ambas optimistas, reconocen que tanto ellos como los desarrolladores del proyecto cedieron en sus pretensiones para que la concertación diera lugar a un proyecto que satisfaga, al menos, la mayoría de sus reparos y dudas.
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“La gran visión que deja el proyecto es que debe replicarse en otros escenarios y para eso no es necesario espera a que haya intervención de un juez o vías de hecho. Tuvimos reuniones, enfrentamientos y cosas en las que coordinamos, pero sentimos la tranquilidad del deber ser cumplido”, asegura Freddy Rodríguez Vargas, vecino del barrio Bavaria desde hace 52 años y veedor ambiental y ciudadano.
“Es un ejemplo de lo que se puede lograr con el diálogo, en este caso, con los colectivos, las veedurías ambientales y las juntas de acción comunal. Queríamos que la zona fuera un jardín botánico o parque zonal, pero ante la imposibilidad por la falta de recursos del Distrito, lo mejor fue que nos van a hacer las áreas que están arborizadas y las zonas blandas”, agrega Aníbal Mesa, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Aloha, donde vive hace 45 años.
No obstante, hay una voz que, en este caso, va en contravía de lo que ahora parece un unánime apoyo al plan parcial. Se trata de Laura Cala Mejía, fundadora del colectivo Somos Bosque, quien dice que en las mesas de diálogo con el Distrito y los desarrolladores “no hubo garantías”, pues “no hubo tiempo para argumentar. Las secretarías tuvieron una hora para hablar, mientras que las comunidades solo cinco minutos.”.
“Hay elementos que no han sido contemplados, como la crisis climática y la deuda ambiental de Bavaria en la zona (que ubica a Kennedy como una de las más contaminadas). Además, vimos negligencias para los escenarios de participación para que no se quedara solamente en escuchar, sino que fuera un diálogo constructivo”, añade. A pesar de esto, por ahora, las voces a favor parecen más. No obstante, la decisión estará en manos del juez administrativo, quien analizará cada detalle para tomar una decisión.
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Doce años después del traslado de la planta de Bavaria, ubicada al occidente de Bogotá, a la vía que comunica con el municipio de Tocancipá, el futuro del predio (que quedó en desuso desde 2010) se definirá esta semana, en una audiencia en la que un juez se pronunciará sobre el plan parcial que se proyectó en el sitio. A pesar de años de choques, entre los desarrolladores y la comunidad, tal parece que las diferencias fueron concertadas.
A lo largo de los años, alrededor de este predio, de 78 hectáreas, tanto vecinos del sector como las distintas administraciones y empresas privadas plantearon varios proyectos. Construir malla vial, proyectos inmobiliarios, hacer una reserva forestal, construir un colegio y espacio público fueron algunas de las ideas que se esbozaron para sacarle el mejor provecho. Sin embargo, fue en 2015 que estas empezaron a aterrizar: destinarlo a viviendas.
Plan Parcial Bavaria
Para abreviar la historia, basta decir que en julio de 2017 la Alcaldía de Enrique Peñalosa expidió el Decreto 364 de 2017 que contemplaba la adopción del “Plan Parcial Bavaria Fábrica” para darle paso a un ambicioso proyecto de vivienda, pero que conllevaba un impacto en la zona debido a que se tenían que talar el 97 % de los 22.870 árboles que hay en el predio.
Lea: Caso Adriana Pinzón: Jonathan Torres llega a preacuerdo para lograr rebaja de pena.
Esta situación generó el rechazo de colectivos ambientalistas y también vecinos de los barrios que colindan con la antigua fábrica: Bavaria, Aloha, Marsella y San José de Bavaria, entre otros, quienes, además de realizar plantones, bloqueos y protestas en contra del decreto, interpusieron en noviembre de 2017 una acción popular ante el Juzgado 22 Administrativo de Bogotá, en el que pidieron que se protegiera el derecho al goce de un ambiente sano.
Un año y ocho meses después, en julio de 2019, el juzgado tomó una medida cautelar que consistió en suspender la tala de árboles en el lugar. Por ello, los desarrolladores que se vincularon al proyecto (Bavaria, Constructora Bolívar, Marval, Cusezar y Prodesa, bajo la gerencia de Master Plan) en diciembre de 2017 llevaron a cabo un proceso de diálogo y participación ciudadana, para así generar una modificación al plan parcial, en la que se recogieran las recomendaciones del proceso de diálogo con los vecinos y colectivos, la cual será presentada en audiencia de pacto de cumplimiento de la acción popular este 7 de julio ante el Juzgado 22 Administrativo.
Los cambios en el Plan Parcial
En diálogo con El Espectador, Leonardo Zuluaga, gerente del Plan Parcial Bavaria, aseguró que la modificación al plan consiste en reconocer el arbolado del predio, sumar al área de bosque, sembrar otros 20 mil árboles y entregar el 70 % del área al Distrito para goce de espacio público. “Si logramos sumar en biodiversidad, en individuos arbóreos, en área de suelo destinada a bosque y mantener las zonas verdes permeables del suelo y garantizar el ciclo del agua, no hay duda de que tendremos una correcta interacción entre un proyecto urbano y un ecosistema ambiental”, dice.
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En plata blanca, la modificación para el nuevo proyecto urbanístico en la zona gira en torno a aumentar en 5,4 hectáreas el área de arbolado, otras 4,4 en la conformación de un corredor verde y en pasar de 78,2 a 35,4 las hectáreas con prioridad de desarrollo urbano. Además, de que las zonas verdes y públicas se conviertan en el bosque urbano más grande de la ciudad y de Latinoamérica, pues comprenderían zonas tan grandes como el Parque El Virrey, el Parque Timiza y el Jardín Botánico.
“Este bosque urbano va a serlo a perpetuidad, va a ser tierra del Distrito y no de privados, la idea es que la vocación y uso de este suelo quede decretado con este ejercicio”, agrega Zuluaga.
Voces de la ciudadanía
Freddy Rodríguez y Aníbal Mesa son dos vecinos con arraigo de décadas en los barrios Bavaria y Aloha, colindantes con el predio, y estuvieron desde 2017 alzando su voz en contra de la tala de árboles, para darle vía libre a la ejecución del Decreto 364 de ese año, así como de participar en la acción popular que la detuvo. Desde sus perspectivas, ambas optimistas, reconocen que tanto ellos como los desarrolladores del proyecto cedieron en sus pretensiones para que la concertación diera lugar a un proyecto que satisfaga, al menos, la mayoría de sus reparos y dudas.
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“La gran visión que deja el proyecto es que debe replicarse en otros escenarios y para eso no es necesario espera a que haya intervención de un juez o vías de hecho. Tuvimos reuniones, enfrentamientos y cosas en las que coordinamos, pero sentimos la tranquilidad del deber ser cumplido”, asegura Freddy Rodríguez Vargas, vecino del barrio Bavaria desde hace 52 años y veedor ambiental y ciudadano.
“Es un ejemplo de lo que se puede lograr con el diálogo, en este caso, con los colectivos, las veedurías ambientales y las juntas de acción comunal. Queríamos que la zona fuera un jardín botánico o parque zonal, pero ante la imposibilidad por la falta de recursos del Distrito, lo mejor fue que nos van a hacer las áreas que están arborizadas y las zonas blandas”, agrega Aníbal Mesa, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Aloha, donde vive hace 45 años.
No obstante, hay una voz que, en este caso, va en contravía de lo que ahora parece un unánime apoyo al plan parcial. Se trata de Laura Cala Mejía, fundadora del colectivo Somos Bosque, quien dice que en las mesas de diálogo con el Distrito y los desarrolladores “no hubo garantías”, pues “no hubo tiempo para argumentar. Las secretarías tuvieron una hora para hablar, mientras que las comunidades solo cinco minutos.”.
“Hay elementos que no han sido contemplados, como la crisis climática y la deuda ambiental de Bavaria en la zona (que ubica a Kennedy como una de las más contaminadas). Además, vimos negligencias para los escenarios de participación para que no se quedara solamente en escuchar, sino que fuera un diálogo constructivo”, añade. A pesar de esto, por ahora, las voces a favor parecen más. No obstante, la decisión estará en manos del juez administrativo, quien analizará cada detalle para tomar una decisión.
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