Plan retorno: lo que viene en 2025 para que ingresar a Bogotá no sea una odisea
Si bien algunas vías reportaron trancones y colapsos, a grandes rasgos el Plan Retorno funcionó bien. Accidentalidad e infraestructura, los lunares a corregir.
Concluyó uno de los puentes festivos más concurridos del año y con su fin, retornaron los ya tradicionales traumatismos en la movilidad para ingresar a la capital del país.
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Concluyó uno de los puentes festivos más concurridos del año y con su fin, retornaron los ya tradicionales traumatismos en la movilidad para ingresar a la capital del país.
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De acuerdo con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, en las vías del departamento, entre el 20 de diciembre y el puente de Reyes, se movilizaron, aproximadamente, 4,1 millones de vehículos. Puntualmente durante el puente festivo de Reyes, con corte a las 8:00 p.m. del lunes, a Bogotá ingresaron 678.158 vehículos y salieron 548.422.
La Secretaría de Movilidad por su parte señaló que en los nueve corredores de ingreso a la ciudad se reportaron condiciones normales, sin embargo, cientos de conductores dieron cuenta de los consabidos trancones y los picos de botella en los ingresos por la Autonorte y por la calle 80, por ejemplo. Y es precisamente esa circunstancia, que los trancones sean la norma, lo que se espera poder cambiar este 2025.
Las medidas actuales
El pico y placa regional funcionó el lunes 6 de enero tal y como ha venido funcionando durante pasados puentes festivos: a partir de las 12:00 del mediodía y hasta las 4:00 p.m. solamente ingresan a la ciudad vehículos cuya placa termine en número par, y a partir de las 4:00 p.m. y hasta las 8:00 p.m., ingresan los vehículos con placa impar.
Los mayores traumatismos se reportaron en la vía nacional Bogotá-Girardot durante el inicio del puente, específicamente en el sector de San Raimundo, en jurisdicción del municipio de Granada. Allí, la vía de tres carriles tenía paso restringido a solo un carril, hecho que derivó en trancones de varios kilómetros que se extendieron hasta cinco horas. Según la Agencia Nacional de Infraestructura, dicho tramo estará en completa operación en abril de este año. “Para mitigar este impacto, durante el puente de Reyes se amplió el reversible en la vía departamental Apulo-Anapoima-La Mesa- Mosquera”, informó el gobernador Rey.
“El pico y placa regional, si bien es una medida odiosa porque se basa en una prohibición, funciona relativamente bien y aliviana los colapsos en los ingresos a la ciudad, pero acá lo que realmente necesitamos es una infraestructura robusta que soporte y diligencie adecuadamente el volumen de vehículos. Sin embargo, eso viene a largo plazo, lo que más preocupa ahora, en el futuro más cercano, son los siniestros viales. Seguimos contando muertos en las vías del país y esa sí es una realidad que se puede cambiar en el corto plazo”, señala Darío Hidalgo, profesor de transporte y logística de la Universidad Javeriana.
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Accidentalidad
Desde que empezó la temporada alta de viajes, el 20 de diciembre, se reportaron 18 personas fallecidas en siniestros viales en vías de Cundinamarca, tres de las cuales fallecieron el puente festivo de Reyes.
Estos siniestros ejemplifican varias de las imprudencias que todavía se siguen cometiendo y que continúan dejando víctimas fatales. “La interacción de ciclistas, peatones, motos y vehículos livianos con vehículos pesados es de alto riesgo, sin duda. Sin embargo, el tema de los vehículos pesados pasa por una adecuada revisión técnicomecánica, pues nuestra flota tiene un problema grave de obsolescencia”, resalta Hidalgo.
La última encuesta nacional logística dice que la edad promedio de los camiones en el país es de 21 años, y siendo ese el promedio, significa que hay vehículos mucho más viejos que siguen circulando los cuales por el simple paso del tiempo tienen mayores dificultades con los frenos, la dirección, y otros elementos técnicos, por eso las revisiones en los CDA (Centros de Diagnóstico Automotor) son fundamentales. A pesar de ello, resultan muy difíciles de controlar, por ello también debe primar la voluntad de los conductores y su buena disposición para cumplir la norma. Pero, además, “el exceso de velocidad y los sobrepasos indebidos siguen siendo las causales mayores de accidentalidad.”, señala Hidalgo.
Por el lado de los ciclistas y motociclistas, hay que “tener claros los puntos ciegos y los limitantes de su medio de transporte. Sin embargo, las infracciones son la constante en los casos de atropellamientos. Y aquí la tecnología juega un papel determinante: fortalecer el control del exceso de velocidad con videocámaras. Y en el tema de los adelantamientos, no hay un marco legal que permita monitorearlos, entonces un refuerzo de la ley en ese sentido resultaría fructífero, ya que los dispositivos automáticos están disponibles 24/7″.
Lo que viene en 2025
Si bien las medidas a corto plazo pueden funcionar, mientras no se construya una adecuada infraestructura, los traumatismos seguirán siendo una constante. La ampliación de la Autonorte, el Regiotram, los trabajos en la ALO Sur, la ampliación de la carrera séptima y la calle 13, son deudas que hay que saldar.
“La buena noticia con la que cerró el 2024 fue que el concesionario Acceso Norte ya puso la solicitud en la ANI de licencia ambiental para la ampliación del tramo de la Autonorte, que es un gran cuello de botella. Están pendientes también obras fundamentales como la ALO sur, que ya está aprobada, autorizada y contratada, pero las obras aún no se ven. En la calle 13 sucede parecido y faltan varios tramos por construir”, resalta Hidalgo.
Así las cosas, las vías alternas, como la que se toma por La Mesa, para llegar a Girardot, que también suele colapsar con altos volúmenes de vehículos, en un futuro también tendrán que ser intervenidas, pues su papel de apoyo en estos casos no cumple con las expectativas y termina aunándose al colapso generalizado de la vía.
En síntesis, si la infraestructura de una ciudad cada vez más saturada de vehículos no es acorde con dicha demanda, el San Benito de los trancones y los colapsos en las vías de acceso seguirán siendo la norma. Sin embargo, según los planes que se conocen, en 2025 no estarán listas las ampliaciones y las obras que se necesitan, razón por la cual las medidas de mitigación a corto plazo y la paciencia de los conductores seguirán siendo la constante en planes retorno y planes éxodo.
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