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Nunca lo vieron cansado. Siempre estaba con el mismo ánimo, con la misma sonrisa. Siempre en defensa de los menos favorecidos. Así recuerda Blanca Inés Durán, alcaldesa de Chapinero, a Sebastián Romero, edil de esa localidad, quien falleció durante la madrugada de ayer en la Fundación Santa Fe.
La población de lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas e intersexuales (LGBTI) de la capital y del país perdió a uno de sus más importantes representantes. Romero, el político abiertamente homosexual que inesperadamente y contra los prejuicios de sus oponentes ganó una curul en Bogotá en octubre de 2007 con más de mil votos y se convirtió en edil de la localidad de Chapinero, no pudo sobrevivir a una enfermedad que terminó por apagar por completo su vida.
“Sebastián fue un ser humano grandioso, totalmente comprometido con los derechos de las minorías”, dice afligida la alcaldesa local, quien además agrega que su trabajo no se limitó a defender a la población homosexual, sino además a luchar por los derechos de las mujeres y el medio ambiente. Uno de sus proyectos fue la recuperación de las quebradas de la localidad
Mientras adelanta un homenaje para Romero, la funcionaria recuerda haberlo visto molesto sólo una vez. Cuando se debatían las curules para el Polo Democrático y uno de los funcionarios afirmó que éstas no debían pertenecer a las minorías, argumentando que no quedaría espacio para “los normales”, Romero enfureció reafirmando su posición en defensa de la igualdad.
Laura Lattanzio, edil de Chapinero por el Partido Conservador, se refiere a Romero como un trabajador responsable y comprometido.
Su mayor logro fue ser el primer edil elegido en representación del movimiento LGBTI en el país, después de aceptar abiertamente su sexualidad. Romero era representante del Polo Democrático Alternativo y fundó, dentro de este partido, el Polo de Rosa para luchar por los derechos y la inclusión del sector LGBTI. Además, fue el primer ciudadano gay en afiliar su pareja a la Seguridad Social. Su labor se suma al clamor de miles de colombianos que piden a diario los mismos derechos y reconocimientos para parejas del mismo sexo.
En 1999 se desarrollaron estrategias jurídicas para modificar artículos constitucionales que discriminaban a esta población y en 2007 se logró establecer la afiliación al sistema de salud para beneficiarios de parejas gays. En 2008 se habilitaron los sistemas de seguridad social y sustitución pensional para compañeros del mismo sexo. Luego, en 2009, la Corte Constitucional reconoció la igualdad de derechos entre parejas heterosexuales y homosexuales.
“Él le ponía ganas a todo. Cuando estábamos agotados, él se ponía a bailar y nos decía: sigamos trabajando”. Así recuerda Durán en época de campaña a quien alguna vez fue llamado el Milk colombiano en la portada de la revista Cambio, en referencia al activista y fotógrafo gay Harvey Milk, que ganó una elección popular en California en 1977 abriendo así las puertas para el movimiento gay, primero en ese país y luego en todo el mundo.
Aunque no dejan de existir opositores a la población LGBTI, tanto en la población civil como en el gobierno, hoy en día esta comunidad ha logrado el derecho a salud y pensiones, a adquirir vivienda y protegerla como patrimonio familiar inembargable. Además, según un estudio presentado por la Secretaría de Planeación, más del 50% de la población LGBTI ha declarado su condición sexual abiertamente, sin que esto represente pérdida de empleo o factores de discriminación. Actualmente siguen luchando para que se legalice el matrimonio y se permita la adopción. A Sebastián Romero se le debe su trabajo constante y sin descanso por los derechos de todas las parejas.
“Bogotá perdió uno de los grandes líderes de verdad. Él luchaba por hacer una sociedad mejor. La política del amor es su mayor enseñanza”, concluye la alcaldesa Blanca Durán de quien además de compañero fue un buen amigo.