Tras la legalización de captura de cinco policías que estarían involucrados en la muerte de Juan Pablo González Gómez, quien fue encontrado sin vida el pasado 6 de noviembre en la URI de Puente Aranda, la Fiscalía les imputó delitos por homicidio agravado en la modalidad dolosa de comisión por omisión, en concurso heterogéneo con la conducta de tortura.
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Todo esto, después de que el ente de control relatara cómo habrían ocurrido los hechos del 6 de noviembre, en horas de la tarde, cuando González falleció. El vocero de la Fiscalía señaló que “como servidores de la policía (los imputados) tenían bajo su cargo la responsabilidad de garantizar la seguridad de los detenidos que se encontraban retenidos en el piso segundo de la URI de Puente Aranda y les asistía la obligación de ser garantes de la vida e integridad de las personas privadas de la libertad bajo su custodia”.
De acuerdo con el fiscal, estos cinco policías no cumplieron con evitar cualquier acción que conllevara a ese resultado, “porque mientras se encontraban prestando servicio, permitieron que otros privados de libertad, de la celda 4 cogiera por su cuenta al señor Juan Pablo González, lo raparan, lo obligaran a bañarse y lo golpearon durante 27 minutos lesionándolo hasta que perdiera la vida”.
Asimismo, agregaron que González murió por un politraumatismo que le causó una insuficiencia respiratoria por tórax, “las lesiones halladas le generaron traumas, la muerte fue lograda porque los victimarios lo colocaron en situación de indefensión y en consecuencia lograron reducirlo físicamente para luego lesionarlo, teniendo en cuenta que la víctima no podía defenderse o evitar la agresión, solamente gritar”.
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La entidad agregó que el cuerpo del señalado de agredir sexualmente a la menor de edad, Hilary Castro, tenía más de 50 lesiones, hematomas y fracturas, las cuales reflejaban “la brutalidad del castigo por ser un presunto violador”.
Los agresores también habrían orinado a González y lo obligaron a tomarse esos orines, “le gritaron que eso le pasaba por haber violado una mujer, le decían que era un violador y que por eso merecía la muerte, quiere decir que los golpes se causaron por castigarlo”.
El fiscal agregó que estos hechos ocurrieron entre las 2:32 p.m. y las 2:59 p.m. Asimismo, que los policías señalados presenciaron todo lo sucedido y al parecer estaban en la puerta del baño en el que ocurrió todo sin hacer nada.
“Los funcionaros de la Policía pudieron y debieron impedir que los privados de la libertad lesionaran y le quitaran la vida a Juan Pablo, no dijeron nada, no hicieron una alerta, no se opusieron, al contrario, fueron permisivos, no se comportaron como debía ser su rol y cargo”.
Los uniformados acusados son Bairon Arley González Martínez, Bladimir Sánchez Tarazona, Brayan Humberto Montealegre Angarita, Bayron Andrés Marín Tovar y Yimer Eduardo López, ninguno aceptó cargos.
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