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Una casa ubicada en la calle 101 con carrera 14, en el barrio Chicó, se ha convertido en todo un dolor de cabeza para los residentes, por cuenta de fiestas clandestinas que, según los afectados, van hasta altas horas de la mañana. El exceso de ruido, consumo de sustancias psicoactivas, riñas, vehículos obstaculizando las vías, y demás, son algunas de las situaciones que cada fin de semana, tienen que soportar.
“Nosotros honestamente empezamos a sentir el problema después de que cesaron los cierres por el covid. Desde el 2021 empezamos a vivir casi que cada ocho días, fiestas en ese lugar los viernes y los sábados. Son fiestas de diferente índole, incluso hay veces que son fiestas con menores de edad”, contó uno de los afectados a Revista Semana.
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Ante la falta de respuestas por parte de las autoridades, los residentes decidieron exponer la denuncia ante el concejal, David Saavedra, quien señaló que en la denominada ‘Mansión del Chicó', “se aglomeran alrededor de 400 o 500 personas, que ingresan a las 10 de la noche y tienen rumba hasta las 9 de la mañana del siguiente día. Necesitamos que la Alcaldía evalúe, con procesos de inspección, vigilancia y control, el nivel de ruido”, instó el cabildante.
Autoridades cerraron ‘La Mansión del Chicó’
El pasado 14 de junio, la Policía Nacional, la Alcaldía Local de Usaquén y la Secretaría Distrital de Gobierno, realizaron una intervención de Inspección, Vigilancia y Control (IVC) en el inmueble denominado ‘La Mansión del Chicó’. Con el apoyo de Bomberos de Bogotá, las autoridades ingresaron al lugar y se encontraron con aproximadamente 160 menores de edad, presuntamente consumiendo licor y sustancias psicoactivas. Los menores fueron entregados a sus familiares, quienes los esperaban a las afueras del establecimiento.
Durante la intervención, las entidades constataron que se trataba de una fiesta ilegal, sin permisos ni documentación conforme a lo establecido en el artículo 87 de la Ley 1801. Por lo tanto, impusieron como medida correctiva, otra suspensión de la actividad económica por tres meses, según el artículo 196 de la Ley 1801.
Esta es el segundo cierre que las autoridades imponen, pues el lugar también fue objeto de sanción por debido a la reincidencia y el incumplimiento de una medida de suspensión anterior, fechada el 8 de junio.
“Las denuncias y las quejas de la comunidad nos permitieron identificar el mal uso de este inmueble, para el consumo no autorizado de sustancias psicoactivas, la generación de desorden público, incomodad a las comunidades, y riñas en el entorno. Invitamos a la comunidad que sigan poniendo quejas y denuncias”, señaló el secretario de Seguridad, César Restrepo.
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