Primer tramo de la Ruta del Sol, en veremos
Aunque debía entregarse a finales de noviembre, no va a ser posible pues hasta ahora no se han construido los primeros 20 kilómetros, entre Villeta a Guaduas.
Laura Dulce Romero
El 28 de noviembre se entregarán las obras del primer trayecto de la Ruta del Sol, comprendido entre los municipios de Villeta y Puerto Salgar. Sin embargo será una entrega a medias, ya que siguen sin construirse los primeros 20 kilómetros del primer tramo (entre los municipios de Villeta y Guaduas), es decir, la puerta de entrada a esta megaobra que conectará al centro del país con la región Caribe en 10 horas. Las razones: siguen sin licencia ambiental, porque la vía afectaría una zona de reserva, y los estudios de geotecnia dicen que el primer tramo se diseñó sobre un terreno inestable.
La dificultad no es nueva. Hace dos años se hicieron estas advertencias y a la fecha no han tenido solución. Preocupado por el futuro de la obra, el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, se reunió la semana pasada con Germán Vargas Lleras, vicepresidente de la República, para buscar soluciones posibles. Sin embargo, todo está en manos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), entidad que asegura que ya tiene cuatro propuestas sobre la mesa y que próximamente dará a conocer la solución definitiva.
La historia de la Ruta del Sol comenzó en 2008, cuando el gobierno del entonces presidente, Álvaro Uribe Vélez, pidió a la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su siglas en inglés), agencia del Banco Mundial, que definiera el trazado de la que sería la obra vial más grande del país: la construcción de 1.071 kilómetros de doble calzada entre Bogotá y la Costa. Una vez se aprobó la propuesta, se definió que la obra se dividiría en trayectos. La licitación del primero, que pasa Cundinamarca, se le adjudicó al consorcio Helios. Cuando la sociedad empezó la ejecución del contrato, pidió con urgencia cambiar el trazado, pues la Autoridad Nacional de Agencias Ambientales (ANLA) no le otorgó la licencia ambiental para los primeros 20 kilómetros debido a que el diseño inicial cruza por la reserva ambiental de San Francisco. Además, no es un terreno estable para la infraestructura.
La solicitud iba acompañada de dos propuestas para modificar el diseño y continuar con la obra. La primera se trataba de un túnel continuo de 9,4 kilómetros, cuya construcción duraría nueve años. La segunda, la construcción de tres túneles separados, de esta manera se podría trabajar en seis frentes y terminar la obra en cinco años. En su momento, la declaración de Helios generó polémica por los sobrecostos de la nueva obra.
Por eso, para corroborar que decían la verdad, el consorcio buscó un panel de expertos que evaluara la situación del terreno, el cual, al igual que Helios, afirmó que era imprescindible el cambio del trazado. Este estudio se expuso ante Luis Fernando Andrade, presidente de la ANI, quien advirtió que necesitaba una mirada externa a la del Gobierno Nacional. Así que se contrató a otra empresa para dar un nuevo concepto.
Un estudio de geología que la firma norteamericana GZ hizo de la zona donde se construirían los primeros 20 kilómetros de la Ruta del Sol confirmó lo dicho por el contratista: en esa vía no es posible seguir con la construcción por el deslizamiento de la reserva de San Francisco, que se agudizó con la ola invernal de 2011. Por esta razón, las obras sólo podrían comenzar en tres años.
Teniendo claro que es obligatorio cambiar el trazado, la ANI delegó a la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) la tarea de recibir, estudiar y escoger las alternativas más viables. La entidad recibió el año pasado 11 propuestas. “De esas se escogieron cuatro: las dos del consorcio Helios, una de una alianza público-privada y otra alternativa de académicos. Durante seis meses se evaluó cada especialidad y el informe final fue entregado en agosto”, aseguró Diana Espinosa Bula, presidenta de la SCI, quien agregó que lo fundamental, más allá de los precios, es elegir la mejor opción para que a largo plazo no ocurra otro inconveniente con la vía. Aclaró que todas son viables, pero que algunas son mucho más costosas.
Para el gobernador Álvaro Cruz la opción más viable es la del túnel de 9 kilómetros que propuso inicialmente el consorcio contratista. De esta manera no se tiene que construir a cielo abierto y es mucho más amigable con el medio ambiente, ya que lo importante es proteger la reserva, aunque pueda ser la decisión más costosa. “Somos conscientes de los sobrecostos de esta construcción, pero podrían pagarse con un incremento en los peajes. Creo que los ciudadanos pueden estar tranquilos, porque el dinero sí se va a ver invertido. Con esta obra el recorrido por la vía se reduciría de una hora a 15 minutos”.
Lo más importante, dijo el gobernador, es solucionar cuanto antes este inconveniente, porque los más perjudicados son los cundinamarqueses. Sin embargo reiteró que es consciente de las complicaciones ambientales y geológicas que se han presentado, y aunque sabe que hay una tardanza, prefiere que los técnicos se tomen el tiempo necesario en la etapa de planeación y no cometer otro error. Por último dijo que no se deben descartar otras alternativas, como la de revivir el estudio de la vía del sector de La María-Útica.
Todas las partes involucradas están a la espera de la decisión de la ANI. Luis Fernando Andrade, presidente de la agencia, aseguró a este diario que ya se eligió una de las cuatro posibilidades presentadas por la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Pero esto, dijo, no se va a dar a conocer hasta que se ultimen todos los detalles, pues la prioridad es tomar la decisión con cabeza fría y elegir la que más le convenga al país.
La otra semana habrá de nuevo una reunión entre el gobernador de Cundinamarca, el vicepresidente de la República y la ministra de Transporte, Natalia Abello Vives, para recorrer la zona y mirar en detalle cómo van las obras y los estudios de factibilidad.
Balance de la obra
La Ruta del Sol, según el trazado de la IFC, parte de Bogotá y baja hasta Puerto Salgar, en el Magdalena Medio. Luego va hasta San Roque (Cesar) y Ciénaga (Magdalena), para terminar en el puerto de Santa Marta (ver mapa). El sector 1, que va desde Villeta hasta Puerto Salgar, cuenta con una inversión de $900.000 millones, más de 70 kilómetros construidos, 45 puentes terminados, 700 metros de túneles excavados y cerca de 100 puentes en diferentes sistemas constructivos. Se estima que con el cambio del primer tramo, estas cifras aumenten considerablemente. Por ahora, las demás obras continúan y los sectores de Puerto Salgar-San Roque y San Roque-Ye de Ciénaga avanzan sin inconveniente alguno.
lauradulce2@hotmail.com
@lauradulcero
El 28 de noviembre se entregarán las obras del primer trayecto de la Ruta del Sol, comprendido entre los municipios de Villeta y Puerto Salgar. Sin embargo será una entrega a medias, ya que siguen sin construirse los primeros 20 kilómetros del primer tramo (entre los municipios de Villeta y Guaduas), es decir, la puerta de entrada a esta megaobra que conectará al centro del país con la región Caribe en 10 horas. Las razones: siguen sin licencia ambiental, porque la vía afectaría una zona de reserva, y los estudios de geotecnia dicen que el primer tramo se diseñó sobre un terreno inestable.
La dificultad no es nueva. Hace dos años se hicieron estas advertencias y a la fecha no han tenido solución. Preocupado por el futuro de la obra, el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, se reunió la semana pasada con Germán Vargas Lleras, vicepresidente de la República, para buscar soluciones posibles. Sin embargo, todo está en manos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), entidad que asegura que ya tiene cuatro propuestas sobre la mesa y que próximamente dará a conocer la solución definitiva.
La historia de la Ruta del Sol comenzó en 2008, cuando el gobierno del entonces presidente, Álvaro Uribe Vélez, pidió a la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su siglas en inglés), agencia del Banco Mundial, que definiera el trazado de la que sería la obra vial más grande del país: la construcción de 1.071 kilómetros de doble calzada entre Bogotá y la Costa. Una vez se aprobó la propuesta, se definió que la obra se dividiría en trayectos. La licitación del primero, que pasa Cundinamarca, se le adjudicó al consorcio Helios. Cuando la sociedad empezó la ejecución del contrato, pidió con urgencia cambiar el trazado, pues la Autoridad Nacional de Agencias Ambientales (ANLA) no le otorgó la licencia ambiental para los primeros 20 kilómetros debido a que el diseño inicial cruza por la reserva ambiental de San Francisco. Además, no es un terreno estable para la infraestructura.
La solicitud iba acompañada de dos propuestas para modificar el diseño y continuar con la obra. La primera se trataba de un túnel continuo de 9,4 kilómetros, cuya construcción duraría nueve años. La segunda, la construcción de tres túneles separados, de esta manera se podría trabajar en seis frentes y terminar la obra en cinco años. En su momento, la declaración de Helios generó polémica por los sobrecostos de la nueva obra.
Por eso, para corroborar que decían la verdad, el consorcio buscó un panel de expertos que evaluara la situación del terreno, el cual, al igual que Helios, afirmó que era imprescindible el cambio del trazado. Este estudio se expuso ante Luis Fernando Andrade, presidente de la ANI, quien advirtió que necesitaba una mirada externa a la del Gobierno Nacional. Así que se contrató a otra empresa para dar un nuevo concepto.
Un estudio de geología que la firma norteamericana GZ hizo de la zona donde se construirían los primeros 20 kilómetros de la Ruta del Sol confirmó lo dicho por el contratista: en esa vía no es posible seguir con la construcción por el deslizamiento de la reserva de San Francisco, que se agudizó con la ola invernal de 2011. Por esta razón, las obras sólo podrían comenzar en tres años.
Teniendo claro que es obligatorio cambiar el trazado, la ANI delegó a la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) la tarea de recibir, estudiar y escoger las alternativas más viables. La entidad recibió el año pasado 11 propuestas. “De esas se escogieron cuatro: las dos del consorcio Helios, una de una alianza público-privada y otra alternativa de académicos. Durante seis meses se evaluó cada especialidad y el informe final fue entregado en agosto”, aseguró Diana Espinosa Bula, presidenta de la SCI, quien agregó que lo fundamental, más allá de los precios, es elegir la mejor opción para que a largo plazo no ocurra otro inconveniente con la vía. Aclaró que todas son viables, pero que algunas son mucho más costosas.
Para el gobernador Álvaro Cruz la opción más viable es la del túnel de 9 kilómetros que propuso inicialmente el consorcio contratista. De esta manera no se tiene que construir a cielo abierto y es mucho más amigable con el medio ambiente, ya que lo importante es proteger la reserva, aunque pueda ser la decisión más costosa. “Somos conscientes de los sobrecostos de esta construcción, pero podrían pagarse con un incremento en los peajes. Creo que los ciudadanos pueden estar tranquilos, porque el dinero sí se va a ver invertido. Con esta obra el recorrido por la vía se reduciría de una hora a 15 minutos”.
Lo más importante, dijo el gobernador, es solucionar cuanto antes este inconveniente, porque los más perjudicados son los cundinamarqueses. Sin embargo reiteró que es consciente de las complicaciones ambientales y geológicas que se han presentado, y aunque sabe que hay una tardanza, prefiere que los técnicos se tomen el tiempo necesario en la etapa de planeación y no cometer otro error. Por último dijo que no se deben descartar otras alternativas, como la de revivir el estudio de la vía del sector de La María-Útica.
Todas las partes involucradas están a la espera de la decisión de la ANI. Luis Fernando Andrade, presidente de la agencia, aseguró a este diario que ya se eligió una de las cuatro posibilidades presentadas por la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Pero esto, dijo, no se va a dar a conocer hasta que se ultimen todos los detalles, pues la prioridad es tomar la decisión con cabeza fría y elegir la que más le convenga al país.
La otra semana habrá de nuevo una reunión entre el gobernador de Cundinamarca, el vicepresidente de la República y la ministra de Transporte, Natalia Abello Vives, para recorrer la zona y mirar en detalle cómo van las obras y los estudios de factibilidad.
Balance de la obra
La Ruta del Sol, según el trazado de la IFC, parte de Bogotá y baja hasta Puerto Salgar, en el Magdalena Medio. Luego va hasta San Roque (Cesar) y Ciénaga (Magdalena), para terminar en el puerto de Santa Marta (ver mapa). El sector 1, que va desde Villeta hasta Puerto Salgar, cuenta con una inversión de $900.000 millones, más de 70 kilómetros construidos, 45 puentes terminados, 700 metros de túneles excavados y cerca de 100 puentes en diferentes sistemas constructivos. Se estima que con el cambio del primer tramo, estas cifras aumenten considerablemente. Por ahora, las demás obras continúan y los sectores de Puerto Salgar-San Roque y San Roque-Ye de Ciénaga avanzan sin inconveniente alguno.
lauradulce2@hotmail.com
@lauradulcero