Primera línea del metro: lo que sigue tras el incumplimiento del consorcio chino
En los próximos días, la interventoría entregará un informe en el que señalará si el consorcio será objeto o no de la multa, que supera los $50 millones por día de retraso.
Laura C. Peralta Giraldo
Mientras el Distrito recibió este 8 de mayo, una de las garantías del Gobierno Nacional para la realización de la segunda línea del metro, la primera sigue dando de qué hablar. Esta vez por el nuevo incumplimiento del consorcio chino a cargo de la obra. Aunque el concesionario entregó todos los estudios y diseños de detalle, solo le avalaron el 40 %. A la fecha faltan 186 entregables por recibir la no objeción por la interventoría.
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Mientras el Distrito recibió este 8 de mayo, una de las garantías del Gobierno Nacional para la realización de la segunda línea del metro, la primera sigue dando de qué hablar. Esta vez por el nuevo incumplimiento del consorcio chino a cargo de la obra. Aunque el concesionario entregó todos los estudios y diseños de detalle, solo le avalaron el 40 %. A la fecha faltan 186 entregables por recibir la no objeción por la interventoría.
Esta no es la primera vez que el consorcio incumple con las fechas de entrega de los estudios de la obra: el plazo inicialmente venció el 8 de enero de 2023, pero luego de evaluaciones, realizadas por la Empresa Metro Bogotá (EMB) y la interventoría, que dictaminaron que no se cumpliría la entrega, se corrió la fecha hasta el 30 de marzo. Cumplido el nuevo plazo, sin los productos terminados, se otorgó un plazo de cura.
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Así, el pasado 4 de mayo, un día antes de que se venciera dicho plazo de cura, el consorcio chino entregó 315 estudios que le faltaban para avanzar con la ejecución de la línea uno del metro. Sin embargo, la interventoría del contrato formuló observaciones que no fueron resueltas a tiempo en su totalidad, hecho que activaría un proceso sancionatorio contra el concesionario.
“A partir del acta de inicio del proyecto, el concesionario tenía 810 días (más de dos años) para presentar la ingeniería de detalle. En caso de incumplirse el plazo de cura otorgado podría terminar en la apertura de un proceso de incumplimiento”, mencionó Leonidas Narváez, gerente general de la EMB. Será la interventoría, a través de un informe que entregará a lo largo de esta semana, el actor que defina si el concesionario será objeto o no de una multa diaria de 50 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV) por día de incumplimiento.
Sobre el episodio, hay distintas voces que convergen en el porqué de las demoras del consorcio; lo usual o no, que estas pueden ser en proyectos de infraestructura y las implicaciones que podrían tener en la ejecución de la obra.
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Una de las principales fallas que ha tenido el Distrito a la hora de desarrollar el metro, según Édder Velandia, docente de la Universidad de La Salle, es la corta maduración del proyecto: “Se han hecho estudios de prefactibilidad pensando en que era subterráneo y luego elevado, lo que hace que no se tenga un producto madurado, sino uno que va cambiando de acuerdo con la coyuntura, las necesidades y las injerencias políticas”.
Ahora bien, Velandia agrega que los incumplimientos en proyectos de infraestructura son comunes, debido a la solicitud de mejoras en el diseño. Específicamente con la primera línea del metro, la pandemia, el nuevo Gobierno y la “poca” vigilancia distrital tendrían cierta responsabilidad. “El presidente de la República, Gustavo Petro, le pidió al consorcio que hiciera revisiones al contrato, para analizar la posibilidad de ajustar el diseño (pasar de línea elevada a subterránea) y eso, posiblemente, movilizó equipo de ingeniería y tiempo que pudo haber afectado en un par de meses la entrega de los diseños. Otro de los problemas es el levantamiento de la información real de la infraestructura de la ciudad”.
En contraparte, el profesor José Stalin Rojas, director del observatorio de movilidad de la U. Nacional, expone que las demoras “injustificadas” del concesionario responden al detalle de algunos aspectos de ingeniería y, asegura, provocarán retrasos en el cronograma propuesto inicialmente. “La intervención en infraestructura es muy compleja (mover redes, hacer pilotajes, etc.), pero esto debió haberse contemplado por la experiencia que tiene el consorcio”.
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Otros serían los motivos de las tardanzas, según la concejal Lucía Bastidas (Alianza Verde), integrante de la Comisión Accidental del Metro. “Las traducciones en los documentos son las que han demorado el proceso. Sin embargo, los incumplimientos no generan tardanzas en la ejecución de la obra. Vamos en un 30 % en gestión predial, en el patio-taller, pero sí necesitamos que avancen para evitarse multas y para que no se les dé gasolina a los que quieren soterrar la primera línea”.
Aunque el Distrito ha reiterado que la primera línea del metro avanza a buen ritmo y que las demoras de los estudios de detalle no son impedimento, está en vilo la anterior petición del jefe de Estado de soterrar el proyecto y las mesas técnicas que estaban dispuestas a llevarse a cabo entre la administración distrital y la nación.
Tal parece que lo menos preocupante es la aprobación de los estudios entregados por el consorcio chino. En su lugar, despierta inquietud a qué acuerdo llegarán Gustavo Petro y Claudia López, especialmente, luego de que se aprobara el Plan Nacional de Desarrollo, en el que para algunos se le hace un guiño a soterrar la parte de la obra que propuso el presidente.
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