Proponen regular los alojamientos turísticos en propiedades horizontales de Bogotá
El director del Instituto Distrital de Turismo presentó en el Congreso de la República un documento técnico elaborado por el Instituto, con análisis y propuestas para la regulación de la vivienda turística en Bogotá.
El uso de viviendas para hospedajes crece en Bogotá rápidamente. Cada vez es más común ver que los propietarios optan por disponer sus inmuebles para la renta a corto plazo, a través de aplicaciones como Airbnb u otros medios. Según un estudio desarrollado por el Instituto Distrital de Turismo (IDT), entre 2016 y 2021, en localidades como Suba, este uso aumentó 204,9%; en Teusaquillo, 178,3%, y Engativá, 143,3%, zonas que sobresalen como las de mayor crecimiento de viviendas de alquiler turístico. Este es uno de los aspectos que evaluó el IDT para plantear su propuesta de regular estos sitios en la ciudad en vista del impacto que esto tiene en el sector turístico y en los costos de la vivienda en la capital.
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Sobre este panorama, el IDT dio a conocer este 29 de abril un documento con las recomendaciones para regularizar este uso en propiedades horizontales, en un foro realizado en el Salón Elíptico del Congreso de la República. El director de la entidad, Andrés Santamaría, enfatizó en que no se trata de “prohibir” el uso, sino de abrir la puerta en pensar en regularlo en vista de los cambios que se proyectan con el continuo incremento de esta modalidad de uso de las copropiedades.
El estudio del IDT señala que podría haber grandes riesgos de gentrificación en localidades como Chapinero, Usaquén y Suba, ante la correlación entre aumento de la oferta de viviendas turísticas y el aumento de los arriendos. En términos del impacto económico, se estima en $650 millones de dólares las ventas de las rentas cortas para 204 en la ciudad.
“Desde el IDT compartimos un documento con recomendaciones que queremos hacer desde el sector turismo. Quiero hacer la reflexión: las leyes también son para prevenir los riesgos que puede tener cualquier sector económico, y el desarrollo económico tiene impactos positivos y negativos. El sector turismo es una clara herramienta de transformación social y económica en Bogotá y el mundo”, señaló Santamaría.
“La vivienda turística en la propiedad horizontal ha venido aumentando, tanto así que, en 2024, las rentas cortas incrementarán un 7%, alcanzando 650 millones de dólares en ingresos. Bogotá se ubica en el tercer puesto a nivel país en donde se concentra este fenómeno. Entre los efectos que se hacen necesarios, regular en el país, se encuentra el aumento en los arriendos en la Propiedad Horizontal, la utilización de los inmuebles para turismo sexual de menores de 18 años, inseguridad y gentrificación. Es una realidad que debemos regular”, añadió Olga Lucía Velásquez, representante a la Cámara por Bogotá.
Propuestas:
Fortalecimiento de la gobernanza local: se propone desarrollar herramientas y prácticas de autorregulación en conjunto con las comunidades locales para gestionar mejor el impacto de las viviendas turísticas en los barrios.
Integración cultural y turismo responsable: incentivar eventos y actividades que promuevan un intercambio cultural genuino entre turistas y residentes, complementado con campañas de sensibilización sobre el turismo responsable.
Regulación tributaria ajustada: revisar y ajustar la estructura tributaria para asegurar que las viviendas turísticas contribuyan de manera equitativa a la economía local sin desfavorecer a la hotelería tradicional.
Control y supervisión mejorados: Implementar tecnologías avanzadas para la supervisión y control de las viviendas turísticas, garantizando el cumplimiento de las normativas locales y nacionales.
Cooperación con plataformas digitales: establecer acuerdos de cooperación con plataformas digitales para mejorar la seguridad, el intercambio de información y la gestión de incidentes.
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El estudio del IDT señala que podría haber grandes riesgos de gentrificación en localidades como Chapinero, Usaquén y Suba, ante la correlación entre aumento de la oferta de viviendas turísticas y el aumento de los arriendos. En términos del impacto económico, se estima en $650 millones de dólares las ventas de las rentas cortas para 204 en la ciudad.
“Desde el IDT compartimos un documento con recomendaciones que queremos hacer desde el sector turismo. Quiero hacer la reflexión: las leyes también son para prevenir los riesgos que puede tener cualquier sector económico, y el desarrollo económico tiene impactos positivos y negativos. El sector turismo es una clara herramienta de transformación social y económica en Bogotá y el mundo”, señaló Santamaría.
“La vivienda turística en la propiedad horizontal ha venido aumentando, tanto así que, en 2024, las rentas cortas incrementarán un 7%, alcanzando 650 millones de dólares en ingresos. Bogotá se ubica en el tercer puesto a nivel país en donde se concentra este fenómeno. Entre los efectos que se hacen necesarios, regular en el país, se encuentra el aumento en los arriendos en la Propiedad Horizontal, la utilización de los inmuebles para turismo sexual de menores de 18 años, inseguridad y gentrificación. Es una realidad que debemos regular”, añadió Olga Lucía Velásquez, representante a la Cámara por Bogotá.
Propuestas:
Fortalecimiento de la gobernanza local: se propone desarrollar herramientas y prácticas de autorregulación en conjunto con las comunidades locales para gestionar mejor el impacto de las viviendas turísticas en los barrios.
Integración cultural y turismo responsable: incentivar eventos y actividades que promuevan un intercambio cultural genuino entre turistas y residentes, complementado con campañas de sensibilización sobre el turismo responsable.
Regulación tributaria ajustada: revisar y ajustar la estructura tributaria para asegurar que las viviendas turísticas contribuyan de manera equitativa a la economía local sin desfavorecer a la hotelería tradicional.
Control y supervisión mejorados: Implementar tecnologías avanzadas para la supervisión y control de las viviendas turísticas, garantizando el cumplimiento de las normativas locales y nacionales.
Cooperación con plataformas digitales: establecer acuerdos de cooperación con plataformas digitales para mejorar la seguridad, el intercambio de información y la gestión de incidentes.
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