Render de la PTAR Canoas.
Foto: Cortesía
Los líos entre la Corporación Autónoma Regional (CAR), el Acueducto de Bogotá y el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, por la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Canoas, de $4,5 billones, se convirtieron en un dolor de cabeza para las últimas administraciones de Bogotá, y por supuesto, la del alcalde Carlos Fernando Galán, no sería la excepción.
Por Sara Caicedo
Periodista de la universidad Politécnico Grancolombiano. Escribe para El Espectador sobre planeación, hábitat, comercio informal, espacio púbico, desarrollo económico, hacienda y ambiente.@sara_caicedoscaicedo@elespectador.com