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La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) del municipio de Ricaurte (Cundinamarca) entrará a operar antes de que finalice el 2023.
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Este proyecto, cofinanciado por la CAR (88 %) y el municipio cundinamarqués (12 %), busca mitigar la contaminación de la cuenca baja del río Bogotá y dar cumplimiento a la sentencia judicial del Tribunal Superior de Cundinamarca que ordena la recuperación del principal afluente del centro del país. Actualmente, el municipio trata sus aguas residuales en tres plantas que serían insuficientes por cuenta del rápido crecimiento demográfico que registra esa localidad.
“A la fecha se ha desembolsado el 90 % de los aportes que le corresponden a la CAR, equivalentes a más de 11.760 millones de pesos. Esperamos que las obras avancen con celeridad para que la planta entre en operación lo antes posible”, afirmó Elkin Villamil, director de Infraestructura Ambiental de la Corporación.
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Para la entrega del proyecto, se necesitarán tres meses de prueba para poner en funcionamiento la planta y lograr su estabilización. Además, la capacidad de tratamiento de agua se dará paulatinamente: la fase constructiva número uno tendrá capacidad para tratar 52 litros de agua por segundo, mientras que el sistema total, incluyendo la fase dos, tratará 104 litros por segundo con una capacidad de remoción de materia orgánica superior al 93 %.
“Cubrirá en total una población de 60.000 habitantes. El proceso iniciará con la recolección del agua residual de todo el municipio de Ricaurte a través del colector El Yulo”, mencionó Manuel Orlando Bernal, ingeniero civil de la Alcaldía de Ricaurte.
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De otro lado, la CAR informó que, además de la PTAR Ricaurte, también están en construcción las plantas de los municipios de Ubaté y Sopó. Además, en los últimos cuatro años se han puesto en funcionamiento los proyectos de Mosquera, Madrid, Fusagasugá, Tenjo, Manta y Chía II.
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