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Sumapaz, fuente de aguas naturales y rincón ambiental de Bogotá en donde crecen variedad de plantas endémicas, durante varias décadas estuvo en disputa por el conflicto entre la antigua guerrilla de las Farc y el Estado colombiano. Fue esta localidad, en conjunto con Usme, la que el grupo guerrillero intentó tomar para ingresar o cercar a la capital colombiana durante la década de los 90. Esta estrategia militar no tuvo éxito, pero sí dejó varias víctimas que hoy en día no recuerdan esos tiempos con agrado. No obstante, la resiliencia de los y las sumapaceñas ha generado gran arraigo por el territorio que se evidencia en los proyectos que realizan para que su localidad no siga en el olvido.
A raíz de esto, la administración de Claudia López consideró necesario cobijar a esta localidad que tiene 7.500 habitantes y más de 78.095 hectáreas con el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que, si bien este proyecto es una apuesta gubernamental, fue gracias al Plan de Desarrollo Distrital que se generó el reconocimiento de este espacio, pues uno de sus objetivos es el de promover los Acuerdos de Paz.
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A nivel nacional con el PDET se busca intervenir 170 municipios que han sido golpeados por la violencia, la pobreza, las economías ilícitas y la debilidad institucional. En Bogotá hay tres localidades que ya están priorizadas con este Programa para realizar proyectos de formalización y acceso a tierras, desarrollo social que se traduce en inversión para mejora de acueductos, infraestructura de colegios, hospitales y vías. Además de la realización de planes que buscan contribuir a la memoria, la reconciliación y la no repetición de los escenarios de violencia.
Las localidades incluidas con el PDET son: Ciudad Bolívar y Bosa por ser los sectores en la capital que más víctimas han acogido a causa del conflicto armado y, Sumapaz ya que su conexión con los departamentos del Meta y Huila la convirtió en un lugar estratégico para el conflicto. Lo que generó que cientos de campesinos fueran asesinados y, otros tantos fueran señalados por el Estado como guerrilleros o ayudantes de la organización subversiva, los cuales terminaron en prisión y ahora se les conoce como víctimas de los “falsos positivos judiciales”.
Con el PDET se busca resarcir las secuelas que dejó el conflicto en la localidad 20 de Bogotá. Este programa busca que, en Sumapaz, por medio de regalías directas, regionales y con la participación del Gobierno Nacional se realicen principalmente cuatro proyectos. El primero es construir sistemas de acueductos veredales legalizados y dotados con tecnología que les permitirá a los sumapaceños contar con agua potable. También se busca implementar la conectividad que implica un componente de gobernabilidad o de datos abiertos y transparencia, según explicó Vladimir Rodríguez, alto consejero de Paz, Víctimas y Reconciliación del Distrito para que así se generen redes 4G y se pueda tener servicios de internet a un mejor costo.
Rodríguez destaca que, el tercer proyecto busca implementar un plan vial rural para mejorar las rutas de abastecimiento y conectar los tres corregimientos y 29 veredas de la localidad. Y esto, favorecería el cuarto plan que permitiría favorecer la comercialización de productos locales y economías limpias, además, con el pago de servicios ambientales se espera mejorar las condiciones del campo sumapaceño.
Si bien estas son acciones tangibles que se quieren desarrollar a corto plazo, el alcalde local, Germán Medellín, destaca que el PDET también “trae la reconciliación, procesos de construcción de memoria, fortalece la base social de nuestra localidad, trae perdón, algo importante para avanzar y busca sentar las bases para la no repetición. PDET es sinónimo de paz, y la paz es sinónimo de desarrollo”.
Otro de los cambios que traería el programa sería la inversión en medios de comunicación locales y comunitarios, con este plan se vería beneficiado el proyecto de la profesora Ángela Mora la cual trabaja en la institución Distrital Campestre Jaime Garzón y gestó la Escuela de Comunicaciones que lleva el mismo nombre del colegio. Con esto busca que niños, niñas y jóvenes de la ruralidad se acerquen al ámbito comunicativo por medio de proyectos radiales, audiovisuales y temas enfocados en la web.
“Mas allá de transmitir un programa a la hora de descanso, se busca que haya análisis comunicativos más amplios, constructivos y críticos por parte de niños y niñas. Nos dimos cuenta de que llegan muchos programas que se quieren articular, entonces es importante que ellos se unan con las entidades que quieran llegar a realizar alguna actividad”, desatacó la profesora quien resalta que el sueño de la comunidad es tener un centro de comunicaciones, pero con el tema de conectividad ahora se hace complejo.
Estos proyectos buscan reducir las brechas de pobreza y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores del municipio teniendo en cuenta un enfoque reparador y restaurador. Se espera que tanto el cambio de administración nacional como distrital no influya negativamente en los procesos que se han venido adelantando con los sumapaceños, pues el Acuerdo de Paz y la instauración del PDET se debe implementar como una política de Estado. Ante esto, el alcalde local insta para que la reparación de las víctimas del conflicto y los procesos de reparación se alejen de los colores e inclinaciones políticas. Y así, Sumpaz pueda seguir apostándole al desarrollo social y económico de la región.