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*Esta nota hace parte de un complemento a la entrevista a Maria Carolina Castillo, presidente de ProBogotá, sobre el futuro de la Región Metropolitana.
En pausa se mantiene la entrada de Bogotá a la Región Metropolitana, luego del retiro del Proyecto de Acuerdo para definir, o no, el ingreso de la capital al ambicioso proyecto de integración regional. Esta decisión de la Alcaldía se adoptó después de que se presentarán varias recusaciones contra algunos cabildantes que, como ocurrió con el debate del POT, entorpeció la discusión. La eventual entrada de Bogotá al proyecto de la Región Metropolitana, como cualquier proyecto que pasa por el Concejo, ha generado polémica entre los cabildantes.
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Para el concejal Luis Carlos Leal (Alianza Verde), que interpuso una acción judicial para frenar la discusión ante posibles irregularidades, este proyecto debe tramitarse como cualquier otro. “Espero que en esta oportunidad se presente en la comisión que corresponde y ojalá con una mayor socialización y participación de la ciudadanía. Es una importante decisión que puede afectar nuestra forma de vivir, y es necesario que los bogotanos sepan de qué se trata realmente el proyecto y la Región Metropolitana, y que se haga el trámite con el debido proceso.”
La necesidad de un debate de fondo
Gran parte del debate sobre el ingreso de la ciudad a la RM reside en sí el modelo de asociatividad propuesto beneficia realmente a Bogotá, ante lo que ha sido una deuda histórica para la región. Así lo señala el concejal Diego Laserna (Alianza Verde): “este es un proyecto muy importante porque Bogotá ya está prácticamente conurbada con los municipios vecinos, y comparte muchas dinámicas de movilidad, de desarrollo económico y de seguridad que necesitan soluciones conjuntas. Esto sin decir que el proyecto que le presentan al Concejo no tenga problemas, hay que tener una discusión detenida y de fondo para saber si le favorece a la ciudad.”
En ese sentido, para el concejal Humberto Amín (Centro Democrático) existe la necesidad de discutir el proyecto a fondo. “La idea de la integración regional Bogotá-Cundinamarca no es mala. Nosotros como partido la apoyamos en el Congreso, y el Gobierno Nacional impulsó dicha iniciativa, tanto así que destinó cerca de $75.000 millones anuales para su implementación. Lo que sí debemos es establecer la forma en que vamos a desarrollarlo, los costos, recurso humano y las competencias de los actores.”
Asimismo lo indica su copartidario el concejal Jorge Colmenares (Centro Democrático): “Esperemos que ahora este debate se pueda debatir con calma, y no como lo pretendía la administración en tres días, y que logre resolver las inquietudes que tenemos los concejales frente al ingreso de Bogotá en la Región Metropolitana. Esto sin dilaciones, y que sean frenteros con el Concejo, y que seamos realistas con lo que se pretende hacer con este proyecto.”
Por su parte el concejal Rolando González (Cambio Radical) asegura que este proyecto es vital para ciudadanía, sin embargo, hay aún elementos de la normativa que no son claros para el cabildo de la ciudad. “El 83 % de la población que dejó de vivir en Bogotá lo hizo para hacerlo en los municipios vecinos. Se requiere que Bogotá ingrese a esta región bajo ciertas condiciones. Esperaremos que el nuevo proyecto incorpore los aspectos claves en materia de financiación y se deje claro que no se van a ceder a otro tipo de autoridades las facultades que tiene el Concejo.”
Falta de claridad de la Región Metropolitana
Para la concejal Heidy Sánchez (Unión Patriótica), tal y como está el proyecto y la ley orgánica que reglamenta a la Región Metropolitana, no hay certeza sobre sus funciones y alcances. “Saludo que el Distrito haya retirado el proyecto, porque para mí tiene un manto de incertidumbre. Requerimos mayor claridad, para no entregar un cheque en blanco a la Alcaldía, para ser parte de la Región Metropolitana. Esperamos que el nuevo proyecto llegue con claridades y que se informe a los habitantes de la ciudad lo que implica que Bogotá ingrese a la Región Metropolitana.”
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Por otra parte, el concejal Manuel Sarmiento (Partido Dignidad) índica el nuevo que él proyecta da facultades desproporcionadas a la Alcaldía y la Gobernación. “Seguro van a insistir en un proyecto que considero inconveniente para la ciudad y para el departamento, porque le da una serie de facultades exorbitantes a un consejo regional, que estaría dominado por el alcalde o la alcaldesa de Bogotá y el gobernador de turno. Esperemos que lo vuelvan a presentar, caso en el que particularmente como concejal dire que debe ser un proyecto que no debe ser aprobado por el distrito.”
La no necesidad de Región Metropolitana para integrarse
Uno de los mayores reparos que hay en el Concejo sobre la Región Metropolitana, que sería única en su conformación en el país, apunta a que la integración regional se puede lograr sin la necesidad de crear nuevas burocracias.
Para la concejal Lucía Bastidas (Alianza Verde), este el caso: “¿Por qué no revisan las Áreas Metropolitanas que están acordadas en Bucaramanga, en Valledupar, en Barranquilla, en el Valle de Aburrá, en Cúcuta, que no necesitan sino coordinación? Allí se han hecho proyectos de coordinación sin una burocracia como la que está planteada en la Región Metropolitana.”
En la misma línea se encuentra la concejal Marisol Gómez (Nuevo Liberalismo): “Bogotá no necesita hacer una asociatividad con Cundinamarca per se, sino que realmente las integraciones se hagan a partir de necesidades compartidas. Nosotros tenemos serios problemas de movilidad con los municipios vecinos cómo Cota, Chía, La Calera, entre otros. Además, la ley que aprobó el congreso tiene una agravante, y es que es el Gobernador de Cundinamarca, representa los municipios, y yo pregunto ¿para qué una asociatividad con Paratebueno o con San Juan de Rioseco? Tenemos que centrarnos en los problemas grandes que tenemos con los municipios vecinos a Bogotá.
Por el momento, la Administración Distrital señaló que la prioridad en el Concejo será la aprobación de un nuevo cupo de endeudamiento para colegios, cupos universitarios, generación de empleo y la segunda línea del Metro. De esta manera, el futuro de la Región Metropolitana podría tardarse aún varios meses en definir su futuro.
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