¿Qué piensan los habitantes de Bogotá sobre los monumentos de la ciudad?

En el marco del Paro Nacional fue constante el registro de monumentos y estatuas que resultaron vandalizadas o fueron derrumbadas por manifestantes e indígenas, como por ejemplo ocurrió con el Gonzalo Jiménez de Quesada, ubicado en la plazoleta de la Universidad El Rosario.

En otros casos, como con las estatuas de Los Reyes Católicos, sobre la calle 26, y la de Simón Bolívar ubicada en Los Héroes, el Distrito tuvo que retirarlas ante los graves daños, mientras que en el monumento de 21 Ángeles, en hechos aislados de las manifestaciones, aparecieron en los últimos días graves afectaciones tanto a la placa como a la estatua en honor a los jóvenes que murieron en el accidente.

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Por esta razón, y para saber la opinión de los ciudadanos frente a la representación de los monumentos en la capital, la Veeduría Distrital por medio del Laboratorio para la Gestión Pública (LABcapital) realizó una encuesta a 1.022 personas a quienes cuestionaron sobre la importancia y la resignificación de estos símbolos.

Entre los resultados más destacados, se evidenció que el 83 % considera que estos monumentos tienen un carácter importante para la ciudad y el 60 % cree que lo representa alguna estatua de la capital. No obstante, 40 % indicó que ningún monumento los representa y el 9,5 % señaló que estos objetos no tienen ningún valor.

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“Homenaje, añoranza, honor y orgullo” son las palabras con que los encuestados más relacionaron los monumentos, sin embargo, más de la mitad siente indiferencia, disgusto, incomprensión y rabia hacia las estatuas en general. Además, el 48,8 % considera que se debe repensar la manera en que se presenta el pasado del país, así como se deben buscar alternativas para enaltecer a las personas que representan la historia actual de Colombia y Bogotá.

En cuanto a hechos puntuales como el acto de los misak, el pasado 7 de mayo, en el que derribaron la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, las opiniones estuvieron divididas, pues parte de los encuestados lo consideraron un acto vandálico, mientras que para otros fue “lo mejor para dar pie a grandes debates sobre el tema”, por lo que el 90 % argumenta que la Administración Distrital debe promover actividades y diálogos que motiven y permitan la inclusión ciudadana para establecer el futuro de los monumentos y el carácter que deben llevar.

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Junto a esta encuesta, también se consultó a los vecinos de la zona, quienes creen que una opción es “fundir y crear nuevas obras artísticas con las partes o que se exponga en un museo en el que se cuente la verdadera historia de Gonzalo Jiménez de Quesada”. Para otros, lo mejor es restaurar la estatua y devolverla a la plazoleta.

Entre las propuestas también se pidió reformar este espacio para realizar un reconocimiento a la naturaleza, un homenaje a personajes influyentes que lucharon por el pueblo colombiano, obras artísticas referentes al Paro o se incentive el turismo con una fuente o galería artística.

Ante los resultados, el veedor distrital, Guillermo Rivera mencionó que, “estas mediciones evidencian que ningún tema en la ciudad puede ser tabú y que el patrimonio tampoco. El diálogo en torno a los temas urbanos es fundamental, y eso pasa por las reflexiones históricas y de ciudad”. Con esto, el ente de control propone seguir realizando actividades de escucha para que en conjunto con la ciudadanía se creen estrategias de promoción, resignificación y cuidado patrimonial.

En el marco del Paro Nacional fue constante el registro de monumentos y estatuas que resultaron vandalizadas o fueron derrumbadas por manifestantes e indígenas, como por ejemplo ocurrió con el Gonzalo Jiménez de Quesada, ubicado en la plazoleta de la Universidad El Rosario.

En otros casos, como con las estatuas de Los Reyes Católicos, sobre la calle 26, y la de Simón Bolívar ubicada en Los Héroes, el Distrito tuvo que retirarlas ante los graves daños, mientras que en el monumento de 21 Ángeles, en hechos aislados de las manifestaciones, aparecieron en los últimos días graves afectaciones tanto a la placa como a la estatua en honor a los jóvenes que murieron en el accidente.

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Por esta razón, y para saber la opinión de los ciudadanos frente a la representación de los monumentos en la capital, la Veeduría Distrital por medio del Laboratorio para la Gestión Pública (LABcapital) realizó una encuesta a 1.022 personas a quienes cuestionaron sobre la importancia y la resignificación de estos símbolos.

Entre los resultados más destacados, se evidenció que el 83 % considera que estos monumentos tienen un carácter importante para la ciudad y el 60 % cree que lo representa alguna estatua de la capital. No obstante, 40 % indicó que ningún monumento los representa y el 9,5 % señaló que estos objetos no tienen ningún valor.

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En cuanto a hechos puntuales como el acto de los misak, el pasado 7 de mayo, en el que derribaron la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, las opiniones estuvieron divididas, pues parte de los encuestados lo consideraron un acto vandálico, mientras que para otros fue “lo mejor para dar pie a grandes debates sobre el tema”, por lo que el 90 % argumenta que la Administración Distrital debe promover actividades y diálogos que motiven y permitan la inclusión ciudadana para establecer el futuro de los monumentos y el carácter que deben llevar.

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Junto a esta encuesta, también se consultó a los vecinos de la zona, quienes creen que una opción es “fundir y crear nuevas obras artísticas con las partes o que se exponga en un museo en el que se cuente la verdadera historia de Gonzalo Jiménez de Quesada”. Para otros, lo mejor es restaurar la estatua y devolverla a la plazoleta.

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Ante los resultados, el veedor distrital, Guillermo Rivera mencionó que, “estas mediciones evidencian que ningún tema en la ciudad puede ser tabú y que el patrimonio tampoco. El diálogo en torno a los temas urbanos es fundamental, y eso pasa por las reflexiones históricas y de ciudad”. Con esto, el ente de control propone seguir realizando actividades de escucha para que en conjunto con la ciudadanía se creen estrategias de promoción, resignificación y cuidado patrimonial.