Sandra Pinzón, a pesar de esperar lo peor, siempre guardó la esperanza de encontrar a su hermana con vida.
Foto: Laura Salomón
Las dos primeras noches, tras confirmarse la desaparición de Adriana Pinzón Castellanos, su cuñado Jonathan Torres no se quedó en casa. Le aseguró a su familia que iba a buscarla, porque había recibido información sobre su posible paradero y, junto con unos amigos de la Policía, iría a confirmar la veracidad de las pistas. Hoy, 18 días después, Sandra y Pilar (hermanas de Adriana), en medio del duelo tras la noticia del hallazgo de su cuerpo, no saben si la supuesta búsqueda fue real o, si tal vez, él aprovechó para ganar tiempo y...
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