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En solo dos meses, Ovidio Claros ha pasado de ser descartado por la junta directiva, a sonar otra vez como el nuevo presidente de la CCB. El anuncio, que han filtrado fuentes de la CCB a la prensa, y que todavía falta por hacerse oficial, tomó por sorpresa a la opinión pública no solo por la desestimación de su nombramiento en julio, sino porque, además, había trascendido una lista con otras 9 candidatas.
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A pesar de ello, y en contra de todos los pronósticos, Claros es oficialmente el sucesor de Nicolás Uribe, quien dejó su cargo el pasado 30 de junio por aparentes presiones de los miembros de la junta que fueron designados recientemente por presidencia —cuatro de los doce miembros son nombrados por el gobierno nacional—. Este punto, de hecho, le ha valido a Ovidio Claros el epíteto de ser el candidato de Gustavo Petro para dirigir la entidad. Por otro lado, los rumores de la supuesta cercanía al presidente, se basan en que la pareja sentimental de Claros es Olga Lucía Velázquez, representante a la cámara de Bogotá por el partido Alianza Verde y una de las defensoras en el Congreso que ha tenido el paquete de reformas de Petro.
Allende de estas especulaciones, lo llamativo del nombramiento de Claros reside, precisamente, en el rechazo a su investidura meses atrás. El nuevo presidente de la CCB no pudo reunir los 8 votos necesarios en julio para consolidar su candidatura al cargo debido a que, en las deliberaciones para tal fin, algunos miembros de la junta sacaron a relucir las controversias y procesos judiciales del pasado que tuvieron como protagonista a Claros.
En dicho expediente, figura el escándalo del carrusel de las pensiones en el Consejo Superior de la Judicatura, el cual estalló mientras Claro era el presidente de la Judicatura. Su participación en este ilícito, sin embargo, nunca llegó a consolidarse en una acusación formal en su contra.
Otro episodio por el cual es recordado Ovidio, es en el que dilató la decisión que debía tomar la Judicatura sobre las más de 300 tutelas que trataban de impedir la destitución de Gustavo Petro como Alcalde, en 2012. En aquella oportunidad, Ovidio pidió más días para evaluar el caso, debido a los argumentos que el por aquel entonces magistrado Néstor Osuna —hoy Ministro de Justicia— dio para fallar en contra de la destitución. Esta decisión fue sorpresiva, ya que se esperaba que Ovidio Claro votara en bloque con otros magistrados que estaban a favor de la decisión que tomó la Procuraduría.
En cuanto a su trayectoria profesional, la hoja de vida de Ovidio Claro tiene en su haber 20 años de experiencia en varios cargos públicos. Abogado de formación con especializaciones en derecho administrativo y ambiental, Claros fungió como presidente del Consejo Superior de la Judicatura, en 2014, y Contralor de Bogotá, en 1998.
Al margen de lo anterior, el nuevo presidente de la CCB tendrá la responsabilidad de mantener el prestigio técnico de la entidad y su participación clave en el tejido empresarial de la ciudad.
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