Quienes defendemos la reserva Van der Hammen, también sufrimos los trancones
Dice Sabina Rodríguez Van der Hammen, uno de los rostros visibles de la defensa de la reserva que impulsó s abuelo Thomas. Para ella limitar la discusión a un asunto de movilidad es simplificar una discusión importante sobre el futuro ambiental de la ciudad.
Alexánder Marín Correa
Este viernes es un día crucial para la reserva Thomas Van der Hammen, pues la CAR realizará una audiencia pública, como parte del trámite de la licencia ambiental, que solicitó el Fideicomiso Lagos de Torca, para poder construir la extensión de la avenida Boyacá hacia el norte. EL asunto es que, parte del corredor pasa por la zona de protección.
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Este viernes es un día crucial para la reserva Thomas Van der Hammen, pues la CAR realizará una audiencia pública, como parte del trámite de la licencia ambiental, que solicitó el Fideicomiso Lagos de Torca, para poder construir la extensión de la avenida Boyacá hacia el norte. EL asunto es que, parte del corredor pasa por la zona de protección.
Si bien, la CAR ya autorizó la sustracción de 20 hectáreas, de las 1.400 que tiene el área protegida, la lucha de quienes defienden la reserva se mantiene, en especial, porque esperan que los procesos legales que impulsan den frutos, en su ánimo de discutir mejor y a profundidad la necesidad de la obra y su paso por la reserva. Uno de los rostros más visibles de esta lucha es Sabina Rodríguez Van der Hammen, nieta del geólogo colombo-neerlandés Thomas van der Hammen, quien por años estudió el valor ambiental de la zona. Ella habló de su lucha con El Espectador.
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¿Cuál es el punto clave de toda la defensa y la discusión alrededor de la reserva y la extensión de la avenida Boyacá?
La extensión de la avenida Boyacá es una vía nueva y preocupa, porque introduciría una nueva fragmentación en la reserva. Dicen que ya existen vías… ¡claro!, pero eso es justo lo que nos exige el ser más riguroso con la discusión sobre un nuevo corredor en la zona. El Distrito pretendía adelantar la extensión de la avenida Boyacá sin licencia ambiental y este es un instrumento que, como sociedad, nos permite evitar, mitigar o compensar los impactos. Nos tocó pelearlo y, a pesar de que se logró, hay otro inconveniente: algunas licencias requieren de un diagnóstico ambiental de alternativas, que permite analizar todas las opciones, entre ellas no hacer la obra. Todo depende del impacto. Pero, en este caso, se negaron hacerlo y sin ese documento se pierde el objeto de la discusión de fondo en la audiencia pública, porque es sobre ese documento que se debe analizar la obra y los impactos.
¿Dicen que ese trazado es la única opción y se mejorará la conectividad de la reserva?
Es absurdo que la alcaldesa diga que se va a mejorar la conectividad ambiental con la obra y que el trazado planteado es la única opción. Eso es lo que ellos opinan, pero la discusión debería ser sobre qué obra es la más conveniente, lo cual se hubiera podido hacer con el diagnóstico de alternativas, pero optaron por no hacerlo. Por ejemplo, el último tramo de la extensión cruza la reserva y luego sale a la autopista Norte ¿No se puede salir antes a la Autopista, para evitar el paso por la reserva? Dicen que no, porque está el humedal, pero ¿No se podía pensar en un diseño elevado? Por eso es necesario evaluar las alternativas, para tener claridad sobre cómo evitar el mayor daño en la reserva.
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A los que defienden la reserva los señalan de estar en contra de una necesaria solución de movilidad ¿Qué opina?
No, los que defendemos la reserva también sufrimos los trancones. Pero decir que cruzar por la reserva resolverá la movilidad de toda la ciudad es exagerado. Esto es simplificar el debate alrededor de la Reserva, el cuál debería ser más serio por la protección.
Hablan de que esa conectividad se mantendrá y que tendrán pasos de agua y de fauna ¿Eso sirve?
La vía toca en dos puntos la reserva. La primera es para no tener que pasar por el cementerio La Inmaculada, porque es muy costoso trasladar los cuerpos, y eso lo entendemos todo. Pero cuando se habla de afectar la conectividad de la reserva, ahí si no piensan en alternativas, ni en los costos. Con esos pasos están tratando de mitigar los daños y bienvenidos los pasos de faunas o un buen sistema de drenaje. Lo que pasa es que acá se está perdiendo el grueso de la discusión y es que no evaluaron otras opciones. Eso es para mitigar la fragmentación, pero no la elimina. El escenario ideal es que no pase ninguna vía por la reserva, pero si vamos a una discusión, era necesario tener todas las opciones claras. Y esa es, puntualmente, el centro de nuestra insistencia, que se ponga sobre la mesa el diagnóstico ambiental de alternativas, para dar una discusión seria.
¿Cómo van los trámites judiciales que emprendieron como veeduría?
Acá se debe aclarar que la sustracción de parte de la reserva y la licencia ambiental son dos trámites distintos, pero paralelos y ligados. Estos se hacen ante la CAR y en ambos nos constituimos como parte del proceso. Pero, realmente ha sido agotador ver como la CAR simulan brindarnos garantías, pero pasan por encima de nuestro derecho de participación. Por ejemplo, con el trámite de la sustracción se programó una visita y nos notificaron el mismo día, tres horas después y sin darnos el contacto de alguien para consultar el punto donde estaban. Eso no ocurrió, ni siquiera en la alcaldía de Peñalosa. Por eso radicamos una tutela, por violentar nuestro derecho a participar.
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¿Qué pasó con esa tutela?
En primera instancia la aceptaron y, aunque inicialmente otorgaron unas medidas cautelares para suspender el proceso, luego las levantaron y rechazaron el recurso. Nosotros apelamos y seguimos a la espera de que se resuelva en segunda instancia. La CAR aprovechó para citar al Consejo Directivo, para aprobar la sustracción. Seguimos alegando que no nos dieron garantías como tercero interviniente, a pesar de tener los mismos derechos que las partes del proceso. En caso de que la segunda instancia salga a nuestro favor, tendrían que subsanara los errores en los trámites de sustracción por vulneración a la participación y al debido proceso.
Pero la sustracción ya está aprobada
Pero no está en firme. Fuera de la apelación de la tutela, nosotros presentamos recursos de reposición ante el mismo Consejo Directivo de la CAR, que debe reunirse para resolverlo. Sin embargo, no lo han querido hacer. Creemos que lo harán después de aprobar la licencia ambiental, para luego ratificar la sustracción a pupitrazo. Finalmente, si nada funciona, pues acudiremos a la nulidad, pero ese es un proceso demorado.
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Los promotores de la obra resaltan que restaurarán 60 hectáreas, por las 20 de la sustracción
Es un caso sui géneris. La CAR está obligada a restaurar la reserva, pero en este caso el mensaje es que para hacerlo debo sustraer. Es decir, ordenan una compensación sobre algo que ellos deberían hacer. Ellos dicen que son solo 20 hectáreas de sustracción, pero el punto por donde pasa la vía es crucial para la conectividad. Además, si están ordenando compensar con la restauración de 60 hectáreas, piense en el tamaño del daño.
¿Por qué ha sido difícil consolidar la reserva?
Como veeduría y defensa de la reserva hemos hecho una serie de acciones importantes, pero las acciones grandes les corresponden a la CAR y al Distrito, que poco o nada han hecho. En derecho se habla de que no se puede alegar su propia negligencia y es lo que hacen. No ha pasado nada, porque no le han destinado un peso a restaurar la reserva. Y estas entidades no solo tienen los recursos, sino la obligación, pero no ha habido voluntad política. Pero, por el hecho de que ellos no cumplan sus obligaciones, no podemos dejar de pelear y permitir que la reserva se acabe. Hacerlo sería permitir un incentivo perverso de degradar la reserva, para acabarla. Estamos alegando que cumplan lo que tienen que cumplir. Aunque esta Alcaldía avanzó en cosas importantes con los acuerdos de conservación, el desafío es enorme y requiere más acciones más contundentes.
Uno de los argumentos para minimizar el impacto del trazado que cruza la reserva, es que pasará por canchas de futbol, parqueadero de maquinaria amarilla y cultivos ¿Qué opina?
Eso es mezquino, por varias razones. El hecho de que la reserva no avance, no quiere decir que se deba desconocer que exista un plan de manejo ambiental. Y el impacto de las obras se debe medir sobre la restauración y no sobre el estado actual. Son potreros, lo sabemos, pero no es lo mismo un portero solo, que uno con una obra endurecidas.
Sale el gobierno nacional a respaldar su lucha ¿No es llamativo en época de elecciones?
Más allá de la coyuntura política, de si hay oportunismo o no, hoy el presidente siempre ha estado en la discusión. Pero más allá de eso, de ser una defensa por intereses políticos, los que sí llevamos años en esta discusión, tenemos claro que es una pelea que debemos dar para que se tomen decisiones serias en las que se priorice lo ambiental. En este punto destacamos que la audiencia pública en la licencia ambiental fue gracias al Ministerio de Ambiente, que la pidió. Ellos no la querían hacer.
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