Quiero devolverle la cultura ciudadana a Bogotá: Rafael Quintero, candidato a la Alcaldía

Rafael Quintero es uno de los aspirantes a la Alcaldía de Bogotá. Desde muy joven ya trabajaba en el sector público. Fue auditor general del Ministerio de Educación en Colombia y también alcalde menor de Bogotá durante las administraciones de Hernando Durán Dussán y Augusto Ramírez Ocampo.

Rafael Quintero es uno de los aspirantes a la Alcaldía de Bogotá. Desde muy joven ya trabajaba en el sector público. Fue auditor general del Ministerio de Educación en Colombia y también alcalde menor de Bogotá durante las administraciones de Hernando Durán Dussán y Augusto Ramírez Ocampo.

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Entre 1995 y 1997 fue concejal de Bogotá. Se hace llamar asimismo como “el padre del estatuto del peatón, de las cebras y de la cultura ciudadana” en la capital. Algo que lo llevó también a lanzarse al Senado, pero no fue elegido. En 2010 volvió a ser candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá, pero tampoco quedó y es ahí cuando decide retirarse de la política.

Sin embargo, sus 40 años de experiencia en este sector y sus ganas de ayudar a la ciudadanía es lo que, según él, lo motiva a entrar de nuevo en este mundo, pero esta vez aspira llegar a la alcaldía de Bogotá.

“Decidí, junto a unos amigos, reunir en una carta a más de 1.000 líderes, concejales, diputados y concejales, en la que ellos expresan: “Doctor Rafael, necesitamos votar por una persona que quiera Bogotá, que haga algo por la ciudad, porque cada alcalde que queda viene y hace lo que quiera”, contó Quintero.

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Y a través de la recolección de firmas por grupos significativos de ciudadanos, es que Rafael Quintero inicia su campaña política. Al corte del 17 de julio de 2023 recogió alrededor de 1.500, sin embargo, obtuvo el aval del partido ADA el 29 de julio, último día de inscripciones.

Quintero, recalca que su llegada a la alcaldía será libre de corrupción y que su inspiración siempre serán su hijo e hija, quienes lo hacen sentir orgulloso y lo obligan, como dice él, a ser un hombre correcto. Su hijo mayor es vicepresidente de Citibank en Tampa (Estados Unidos) y su hija es ingeniera civil de la Universidad Javeriana y actualmente estudia una maestría en España.

El “candidato del pueblo” también le contó a El Espectador sus propuestas y cómo solucionaría los problemas que han azotado a la ciudad en los últimos años, como la inseguridad y la caótica movilidad, entre otros.

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¿Cuál sería su apuesta más grande por Bogotá?

La primera es que Bogotá debe funcionar 24 horas. Si nosotros ponemos a que la ciudad funcione 24 horas, mire lo que nos ganamos, que salgan unos a las 6:00 a.m. hasta las 2:00 p.m.; de 2:00 p.m. a 10:00 p.m.; y otros de 10:00 p.m. a 6:00 a.m., esos serían tres turnos laborales.

Con eso vamos a optimizar el uso de las vías y solucionar los trancones, los cuales se reducirían en un 30% y no habrá necesidad de utilizar pico y placa. Esa una idea inspirada en las ciudades de Madrid, Nueva York y Tokio, entre otras. Incluso, en Suramérica, Buenos Aires ya lo implementa, y les ha ido bien, se creó más empleo y se mejoró el uso de las vías.

En cuanto a la movilidad, ¿qué ha pensado?

Nosotros en el año 95, junto al exalcalde Antanas Mockus, dejamos las vías libres, los andenes libres y los espacios peatonales perfectamente diseñados para que la gente pasara por ahí, hicimos cosas lindas. Pero llegó Enrique Peñalosa en la siguiente alcaldía y lo primero que hizo fue mandar las ciclorutas por encima de los andenes y bajó al peatón.

Yo propongo implementar ciclorrutas, podrán ser elevadas, pero todas deben estar conectadas. Si estoy en Chapinero y quiero llegar al Aeropuerto El Dorado lo podré hacer a través de estos tramos elevados y no por tramos como están actualmente.

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¿Qué hará para enfrentar el déficit de Transmilenio?

Yo no creo en ese déficit. Yo lo que creo es que está sobre facturado. Cuando fui profesor de la Universidad Central y encontré que todos esos costos están sobrefacturados en un 300%. Evidencié que un galón de ACPM que costaba $4.000, se lo estaban vendiendo en $20.000 a Transmilenio. Y esa sobrefacturación es porque hay mucha intermediación y gente metida en esos costos.

Y yo creo que, quitando todos esos gastos enormes, se le puede bajar a la mitad. Y la otra mitad debe ser gratuita para mayores de 60 años, estudiantes, niñas y niños. Implementaría una tarifa de $5.000 pesos mensuales para esta población, para que pueda viajar todas las veces que quieran al mes por solo ese valor.

En cuanto a la primera línea del metro, ¿continua con el contrato actual o lo modificaría?

Cuando me posesione voy a respetar la Constitución y la ley. Y si yo veo que hay un contrato firmado y en ejecución, así no estoy de acuerdo, me toca cumplir. Yo no he visto el contrato, a mí no me lo han mostrado, pero dicen que está mal hecho, que no tiene estudios de diseño, que no tiene estudios de factibilidad, que estuvo calculado todo mal y si esto es así, eso hay que entrar a revisarlo.

Si yo encuentro ilegalidad en el contrato y puedo jurídicamente echarlo para atrás, lo hago. Pero si no, entonces respeto la ley y la Constitución. Y las otras líneas las haría subterráneas todas.

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Conversemos de la seguridad, ¿cómo pretende mejorarla?

La seguridad para mí es integral. Y la inseguridad que se ha venido desarrollando es perfectamente por la falta de garantías y la corrupción del Estado. Cuando fui alcalde menor no tenía ni camioneta y me tocaba andar con mi carro. Y en vez de ver a los alcaldes menores patrullando con Policía, lo que uno ve ahora es que se la pasan contratando todo lo que se puede y andando en carros lujosos, y eso hace que la ciudadanía sea incrédula.

Asimismo, los policías de tránsito lo persiguen a uno para revisarle papeles y preguntar hasta de qué se va a morir, por lo tanto, propongo que no sean los de Tránsito quienes hagan los partes, para eso ya existe una Policía civil, aunque también hay que instruirlos para que no se vuelvan corruptos. Y a los de Tránsito los pongo a cuidar el Transmilenio.

Uno ve a los policías bachilleres con dos bolillos y se pasan los días mirando el celular. Entonces esa parte también hay que darle estructura, hay que darle seriedad. Un policía tiene que estar parado al frente de un Transmilenio a la entrada, debe estar armado y tiene que ser serio y correcto, para que le tengan respeto.

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¿Y para generar empleo qué propone?

Hay que darle bastante trabajo a las mujeres y jóvenes. Yo voy a crear más o menos unos 200.000 empleos el primer año como alcalde. Por ejemplo, vi que los contratos de las troncales están por casi dos billones. Esos mismos contratos, yo no se los doy a tres empresas sino a 3.000 ingenieros. A quienes les ordeno que contraten jóvenes para que los instruyan y les hagan un contrato por prestación de servicios, para que ellos tengan su tiempo de estudiar y hacer lo que les gusta.

Por otra parte, estoy tratando de defender a Bogotá y quiero que vuelva la cultura ciudadana, quiero hacer algo como los Estudios Churubusco Azteca, para que haya cine, televisión, radio y teatro, entre muchas otras cosas. Que todo lo que sea relacionado con la cultura se encuentre ahí. Y lograr que se convierta en un centro de trabajo, para que se generen empleos.

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Asimismo, voy a implementar una gran planta de reciclaje en la que también haya más de 150.000 personas trabajando, entre ellos todos los recicladores para que cuenten con un sueldo. E incluir a hombres y mujeres habitantes de calle y darles una segunda oportunidad.

Vamos a tener creatividad y yo solo necesito que el pueblo y la gente me elija para hacer todo eso. No aspiro a nada más.

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