Ratas entre nosotros ¿Cuándo pasa a ser epidemia?
La escena de varias ratas en jardines de la calle 72 con carrera 11, se viven a diario en la capital. De todos los colores y tamaños, las personas ven, con miedo y asco, cómo se esconden en las alcantarillas o zonas verdes. Pero ¿cuándo se considera un problema de salud pública? ¿Qué está haciendo el Distrito?
María Angélica García Puerto
Ver una rata a algunos les provoca pánico y a otros asco o desagrado. Pero ver un grupo de estos roedores genera preocupación. Cómo ocurrió este domingo, cuando la periodista Paola Herrera grabó a decenas de estos animales, en un jardín de la calle 72 con carrera 13, cerca de las obras de la primera línea del metro. El video se hizo viral y abrió la pregunta ¿estamos ante una epidemia como la que vivió en París o Nueva York?
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Ver una rata a algunos les provoca pánico y a otros asco o desagrado. Pero ver un grupo de estos roedores genera preocupación. Cómo ocurrió este domingo, cuando la periodista Paola Herrera grabó a decenas de estos animales, en un jardín de la calle 72 con carrera 13, cerca de las obras de la primera línea del metro. El video se hizo viral y abrió la pregunta ¿estamos ante una epidemia como la que vivió en París o Nueva York?
En el caso particular, las autoridades intentaron explicar la situación: es producto de las excavaciones en el sector. Por esto, el consorcio chino, encargado de los trabajos en la zona, se pronunció y explicó que el proyecto tiene 130 trampas instaladas alrededor, desde septiembre de 2021. “Este mecanismo corresponde a la salvaguarda OP. 049 del Banco Mundial, para el control integrado de plagas y están ubicadas en el perímetro de la obra (entre las carreras 13 y 17), donde están controladas”, detallaron para este diario.
Por su parte, la secretaría de Salud acudió este lunes al sector, en la localidad de Chapinero, y encontró madrigueras activas, por lo que los equipos de control de vectores intervinieron usando cebos químicos especiales para exterminarlas. Sin embargo, más allá de las obras, evidenciaron que en la zona existen condiciones que favorecen su permanencia, reproducción y presencia como basuras y escombros en los separadores; cambuches y excrementos de habitantes de calle, y falta de mantenimiento en los jardines.
Frente a este último aspecto, el Jardín Botánico respondió que permanentemente están a cargo de las coberturas vegetales, por lo que cuatro días antes de la denuncia en redes sociales, había retirado maleza, podando, replantando y enriqueciendo el suelo, encontrando efectivamente durante el mantenimiento ratas en la zona, por lo que procedieron a alertar a la UAESP y secretaría de Salud.
¿Por qué nos asusta cuando las vemos?
Si bien las ratas hacen parte del orden natural de las ciudades, esto impacta indirectamente en la calidad de vida, porque genera una percepción de estrés, descuido e insalubridad. Así lo afirma el médico Erwin Hernández, investigador en Atención Primaria y Salud Pública, de la Universidad de la Sabana, quien explica que el problema radica cuando ya se convierten en epidemia.
“Es complejo hacer una medida cuantitativa objetiva, pero sí hay unas medidas indirectas que indica que hay una posible plaga. Por ejemplo, a partir de daños en infraestructuras o el avistamiento con mayor frecuencia, como se nota en el video, donde se ven organizadas. Ya directamente es porque se empiezan a presentar enfermedades zoonóticas, transmitidas por este tipo de roedores”, aclara Hernández.
Precisamente en octubre de 2023, la Alcaldía alertó y reconoció el incremento de ratas en la ciudad, donde, en menos de una semana, ciudadanos constataron con videos su alta presencia en el Portal El Dorado; el barrio La Paz, en la localidad de Ciudad Bolívar; el puente vehicular de la Avenida Esperanza con avenida 68, entre otros. Por tal motivo, un equipo conformado por diferentes actores de entidades controló, mediante manejo químico, esta proliferación, que se registró mayoritariamente en Ciudad Bolívar, Kennedy, Usme y Bosa.
LEA MÁS: Vecinos peligrosos, que perturban la paz y tranquilidad: ¿a quién puedo acudir?
“Infortunadamente, Las ratas hay que eliminarlas mediante fumigación, trampas y otros métodos de control, que critican los animalistas, quienes sugieren capturarlas o estilizarlas, pero esto no es sencillo. Desde el punto de salud pública no he visto que esto ocurra en otros países. No es lo mismo un animal doméstico que un grupo de roedores, que pueden producir enfermedades”, sentencia, el doctor Erwin Hernández.
La lluvia y su proliferación
Según la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), a febrero de 2024, en la capital hay 674 puntos críticos de acumulación de residuos, por cuenta del arrojo clandestino de residuos orgánicos, de construcción o elementos voluminosos (muebles, colchones, etc.) y aprovechables. Precisamente, este es uno de los factores que detonan la presencia de roedores, pues les brinda alimento y refugio. A esto se suma la insuficiente limpieza en áreas públicas y privadas; un sistema de alcantarillado deteriorado, y frentes de obra, que no cumplen con el debido lineamiento de control de plagas, entre otros.
Pero ¿qué pasa si a este preocupante panorama le sumamos las lluvias? El médico Hernández responde que efectivamente las precipitaciones generan un aumento de ratas, afirmación que podría preocupar a muchos, especialmente ante las probabilidades que ha emitido el Ideam respecto a la llegada del fenómeno de La Niña, para el trimestre julio- agosto- septiembre.
“Sí, las ratas aumentan por las lluvias, pues el flujo de agua ayuda a su desplazamiento y, por ende, una mayor transmisión por toda la ciudad. Además, a mayor clima húmedo se puede crear mejores condiciones para su reproducción, ya que se sabe que su ciclo dura de dos a tres meses y una sola pareja de ratas se puede producir masivamente”, acota Hernández.
¿Qué riesgo representan para los humanos?
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, las ratas y los ratones son portadores de diversas enfermedades, que pueden transmitirse a los seres humanos, a través del contacto con ellos, con su excremento, orina, saliva o mordeduras. Dado que los roedores se alimentan de desechos y habitan en lugares sucios, podrían contaminar el agua, los suelos y los alimentos.
Además, son portadores de patógenos como la salmonellosis; pueden propagar la fiebre por mordedura de rata, y la leptospirosis, que se caracteriza por tener mayor incidencia en época de lluvias, entre otros. Por fortuna, todos tienen tratamiento. De acuerdo con la secretaría de Salud, con corte al 17 de mayo, en la ciudad se han confirmado siete casos por leptospirosis y se han reportado 88 casos como sospechosos, lo que representa una disminución del 11% con respecto al mismo periodo de 2023.
“A través de las subredes trabajamos diariamente por demanda, en todas las localidades, en el manejo integral de roedores e insectos en exteriores. Adelantamos un diagnóstico del lugar; analizamos las medidas a ejecutar, y si las condiciones son aptas, se aplica la intervención química y posteriormente, entregamos recomendaciones y orientaciones a la comunidad, para el control de plagas”, sentenció la entidad distrital.
También somos parte de la solución
El médico Hernández destaca que son necesarios varios elementos, para controlar a los roedores y que no se conviertan en un problema de salud pública en la ciudad. “Lo primero es ser más estrictos con la gestión adecuada de los residuos. No se pueden dar problemas de acumulación de basuras en una ciudad tan grande como Bogotá.
“También se debe estar pendiente de la limpieza de áreas públicas y privadas, y el mantenimiento de alcantarillados. Además, es importante que la Alcaldía haga campañas de educación para el manejo, control y residuos de alimentos y de basuras, para prevenir estas infestaciones”, agrega.
Desde la secretaría de Salud, indicaron que continuarán realizando actividades de prevención y control, así como de articulación con las diferentes áreas que tienen competencias y responsabilidad para el control de roedores. A pesar de que este medio consultó a la secretaría de Salud y la UAESP sobre las cifras de denuncias recibidas este año y los planes para controlar la propagación en temporada de lluvias, al cierre de esta publicación. ninguna de las entidades respondió.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.