Recuperar la confianza de la ciudadanía, el reto del general Carlos Triana

Hace 40 años, Carlos Fernando Triana vio por primera vez a un policía. Los patrulleros de La Peña (Cundinamarca), junto con sus papás, eran los referentes de autoridad que conocía. Por ese ejemplo que tuvo de pequeño fue que soñó con integrar la institución. Hoy, como brigadier general y comandante de la Policía de Bogotá, asegura haberle cumplido a ese niño, que tenía como objetivo servir a su pueblo, a la capital y al país.

Lleva tres décadas en la Policía. Es administrador policial, especialista en seguridad y ha sido jefe de inteligencia en la Seccional de Investigación Criminal, comandante de Estaciones y Distritos de Policía en Cundinamarca y ha liderado grupos de criminalística de la Policía en Bogotá. Llegar al cargo, reconoce, es un gran reto, en especial bajo las circunstancias que atraviesa la ciudad. Las principales noticias son hurtos a mano armada, hallazgos de cuerpos embolsados y presencia de organizaciones que trafican droga. Incluso, al momento de esta entrevista, al norte de Bogotá ocurría el tercer atraco, en una semana, a conductores en un semáforo.

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La estrategia de seguridad, que ya puso en marcha el general Triana, se basa en una Policía más humana y dada a la comunidad, contundencia contra la criminalidad y la anticipación y prevención del delito. Con 12 días en el cargo, ordenó a todos los uniformados, sin importar su rango, salir a las calles y hacer presencia en el territorio, con un programa que denominó “Amanecer seguro”. Ganarse la confianza de la ciudadanía es su principal objetivo, promete.

“Llegamos con muchas expectativas, pero conociendo también los problemas. Esta es una metrópoli, en donde se concentra todo el poder público. Cada una de las localidades tiene diferentes problemáticas o fenómenos que inciden en la intranquilidad, pero también tenemos una capacidad policial importante que nos ayudará a enfrentarlas”, dijo.

¿Cómo ve Bogotá?

Podemos decir que la ciudad tiene una reducción histórica en homicidios, casi del 14 %, que esperamos se consolide. Pero no es suficiente. El núcleo central de nuestro trabajo es la protección de los seres humanos, sus bienes y su honra. Con esos pilares orbitamos para proteger al ciudadano. Hay zonas donde necesitamos acompañamientos especiales, como Ciudad Bolívar, Kennedy y el centro de Bogotá. Además, en cualquier sitio donde haya vulnerabilidad haremos un trabajo integral, no solo para perseguir el delito, sino para incidir en la protección de personas que pueden ser instrumentalizadas.

¿Cuál será la estrategia de seguridad?

Anticiparnos y prevenir el delito. Haremos presencia estratégica para disuadir la criminalidad. Esto, acompañado de la tecnología y la denuncia ciudadana, dará resultado. Voy a consolidar un tanque de pensamiento interno de Policía, con expertos, para identificar los problemas y buscar las soluciones. Otro aspecto clave será el bienestar de los uniformados y sus familias, la salud mental y la motivación. No permitiremos que ningún policía raye en el sistema penal o disciplinario, tendremos respeto por los ciudadanos, y por eso tenemos uniformados cercanos para que atiendan a la comunidad.

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¿Cuáles son los puntos claves que tiene que atender?

Tenemos que consolidar un grupo de protección ambiental, para cuidar los espacios públicos y entornos. También fortalecer la Policía de Turismo, sobre todo en el centro de la ciudad, donde hay alto flujo de viajeros. En otros temas, como bien lo sabemos, está seguir avanzando en labores de inteligencia e investigación para anticiparnos al actuar delictivo.

¿Cuál será el papel de la ciudadanía?

Es necesaria una corresponsabilidad, y eso se da a partir de las buenas prácticas, la cultura ciudadana, el respeto por el otro y la tolerancia. Necesitamos un ciudadano que no se desvíe de ese camino y que mantenga comunicación con el vecino, las autoridades, que respete las normas. La invitación que hago es confiar en la Policía y colaborar con información para responder de manera adecuada. Tenemos que entender que situaciones que parecen mínimas influyen, por ejemplo, hay que tener en cuenta que los entornos son inseguros por cosas como la basura, que sacan a las horas que no corresponde.

¿Cómo se ganará la confianza?

Así quiera poner a un policía en cada cuadra, va a ser imposible, pero sí queremos acertar y reformular el servicio, ubicando estratégicamente hombres y mujeres en donde no los hay. Así, si se presenta un delito, podremos impactar en un tiempo de respuesta adecuado. Y donde ya estamos, queremos que los ciudadanos nos vean y les dé tranquilidad. Además, trabajaremos de la mano con la administración en todos sus programas. La seguridad humana es el eje central. Apoyaremos con las capacidades institucionales esos procesos. Queremos que vean al policía como un amigo, alguien cercano, y eso lo logramos estando con la gente y entendiendo sus inconformidades.

¿Llegarán más uniformados a Bogotá?

En diciembre vincularemos a 1.500 policías. Estarán en las localidades y vinculados a programas de acercamiento a la ciudadanía. Serán policías jóvenes que nos ayudará a mejorar la relación con la comunidad. Siempre faltan policías en las ciudades, pero con estos 1.500 impactaremos zonas complejas y estratégicas, con alto flujo de personas. El señor presidente, Gustavo Petro, en el consejo de seguridad habló de momentos de verdad, que son en la mañana, cuando los ciudadanos salen a estudiar o trabajar. Entonces, así como se mueve la gente nos moveremos nosotros, con presencia de uniformados.

Hace 40 años, Carlos Fernando Triana vio por primera vez a un policía. Los patrulleros de La Peña (Cundinamarca), junto con sus papás, eran los referentes de autoridad que conocía. Por ese ejemplo que tuvo de pequeño fue que soñó con integrar la institución. Hoy, como brigadier general y comandante de la Policía de Bogotá, asegura haberle cumplido a ese niño, que tenía como objetivo servir a su pueblo, a la capital y al país.

Lleva tres décadas en la Policía. Es administrador policial, especialista en seguridad y ha sido jefe de inteligencia en la Seccional de Investigación Criminal, comandante de Estaciones y Distritos de Policía en Cundinamarca y ha liderado grupos de criminalística de la Policía en Bogotá. Llegar al cargo, reconoce, es un gran reto, en especial bajo las circunstancias que atraviesa la ciudad. Las principales noticias son hurtos a mano armada, hallazgos de cuerpos embolsados y presencia de organizaciones que trafican droga. Incluso, al momento de esta entrevista, al norte de Bogotá ocurría el tercer atraco, en una semana, a conductores en un semáforo.

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La estrategia de seguridad, que ya puso en marcha el general Triana, se basa en una Policía más humana y dada a la comunidad, contundencia contra la criminalidad y la anticipación y prevención del delito. Con 12 días en el cargo, ordenó a todos los uniformados, sin importar su rango, salir a las calles y hacer presencia en el territorio, con un programa que denominó “Amanecer seguro”. Ganarse la confianza de la ciudadanía es su principal objetivo, promete.

“Llegamos con muchas expectativas, pero conociendo también los problemas. Esta es una metrópoli, en donde se concentra todo el poder público. Cada una de las localidades tiene diferentes problemáticas o fenómenos que inciden en la intranquilidad, pero también tenemos una capacidad policial importante que nos ayudará a enfrentarlas”, dijo.

¿Cómo ve Bogotá?

Podemos decir que la ciudad tiene una reducción histórica en homicidios, casi del 14 %, que esperamos se consolide. Pero no es suficiente. El núcleo central de nuestro trabajo es la protección de los seres humanos, sus bienes y su honra. Con esos pilares orbitamos para proteger al ciudadano. Hay zonas donde necesitamos acompañamientos especiales, como Ciudad Bolívar, Kennedy y el centro de Bogotá. Además, en cualquier sitio donde haya vulnerabilidad haremos un trabajo integral, no solo para perseguir el delito, sino para incidir en la protección de personas que pueden ser instrumentalizadas.

¿Cuál será la estrategia de seguridad?

Anticiparnos y prevenir el delito. Haremos presencia estratégica para disuadir la criminalidad. Esto, acompañado de la tecnología y la denuncia ciudadana, dará resultado. Voy a consolidar un tanque de pensamiento interno de Policía, con expertos, para identificar los problemas y buscar las soluciones. Otro aspecto clave será el bienestar de los uniformados y sus familias, la salud mental y la motivación. No permitiremos que ningún policía raye en el sistema penal o disciplinario, tendremos respeto por los ciudadanos, y por eso tenemos uniformados cercanos para que atiendan a la comunidad.

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¿Cuáles son los puntos claves que tiene que atender?

Tenemos que consolidar un grupo de protección ambiental, para cuidar los espacios públicos y entornos. También fortalecer la Policía de Turismo, sobre todo en el centro de la ciudad, donde hay alto flujo de viajeros. En otros temas, como bien lo sabemos, está seguir avanzando en labores de inteligencia e investigación para anticiparnos al actuar delictivo.

¿Cuál será el papel de la ciudadanía?

Es necesaria una corresponsabilidad, y eso se da a partir de las buenas prácticas, la cultura ciudadana, el respeto por el otro y la tolerancia. Necesitamos un ciudadano que no se desvíe de ese camino y que mantenga comunicación con el vecino, las autoridades, que respete las normas. La invitación que hago es confiar en la Policía y colaborar con información para responder de manera adecuada. Tenemos que entender que situaciones que parecen mínimas influyen, por ejemplo, hay que tener en cuenta que los entornos son inseguros por cosas como la basura, que sacan a las horas que no corresponde.

¿Cómo se ganará la confianza?

Así quiera poner a un policía en cada cuadra, va a ser imposible, pero sí queremos acertar y reformular el servicio, ubicando estratégicamente hombres y mujeres en donde no los hay. Así, si se presenta un delito, podremos impactar en un tiempo de respuesta adecuado. Y donde ya estamos, queremos que los ciudadanos nos vean y les dé tranquilidad. Además, trabajaremos de la mano con la administración en todos sus programas. La seguridad humana es el eje central. Apoyaremos con las capacidades institucionales esos procesos. Queremos que vean al policía como un amigo, alguien cercano, y eso lo logramos estando con la gente y entendiendo sus inconformidades.

¿Llegarán más uniformados a Bogotá?

En diciembre vincularemos a 1.500 policías. Estarán en las localidades y vinculados a programas de acercamiento a la ciudadanía. Serán policías jóvenes que nos ayudará a mejorar la relación con la comunidad. Siempre faltan policías en las ciudades, pero con estos 1.500 impactaremos zonas complejas y estratégicas, con alto flujo de personas. El señor presidente, Gustavo Petro, en el consejo de seguridad habló de momentos de verdad, que son en la mañana, cuando los ciudadanos salen a estudiar o trabajar. Entonces, así como se mueve la gente nos moveremos nosotros, con presencia de uniformados.