Nuevo choque entre Gobierno y Alcaldía: Mintransporte rechazó aval técnico de Regiotram
El Gobierno rechazó otorgar el aval técnico asegurando que la línea de Regiotram norte también debe tener el potencial para ser utilizada como transporte de carga.
Vuelve y juega. Una nueva disputa entre el poder central y el distrital se acaba de librar motivada por el futuro de un proyecto clave para la ciudad. En este caso, el campo de batalla fue el Regiotram del norte, cuya documentación fue radicada por la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía hace un mes. El resultado a este trámite, como ya venía filtrándose semanas atrás, fue negativo por parte del Ministerio de Transporte, que es la entidad encargada de gestionar este tipo de solicitudes.
De acuerdo con el documento con el que la cartera nacional de transporte emitió el concepto negativo, el motivo principal de este rechazo fue la ausencia de”soporte documental que evidencie la aprobación de los estudios por parte de las entidades territoriales que los presentan”, según reza la carta en la que se documentó la desaprobación del proyecto. En este aspecto, la misiva del ministerio aclara que, si bien es cierto que la Alcaldía adjuntó documentación relacionada con la viabilidad técnica del proyecto, la misma no contiene las precisiones que contempla la ley.
Otro punto de rechazo, se basó en la objeción de la Gobernación y el Distrito a que este medio de transporte sea utilizado también para el transporte y carga de mercancías. Bajo el punto de vista del Gobierno, este requisito es indispensable para que el erario nacional ayude a financiar el proyecto.
Como era de esperarse, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, reaccionó de manera inmediata al rechazo del aval, argumentando que están acción entorpece las acciones administrativas por parte del distrito, para la mejora de la vida de los bogotanos.
Vale la pena recordar que, este proyecto, es muy diferente al del Regiotram de occidente, cuya financiación ya está lista y se prevé que pueda comenzar a operar a mediados de 2025.
Pero retomando al proyecto de Regiotram norte, el cual está contemplado para conectar a la ciudad con los municipios de la sabana norte, como Zipaquirá, Cajicá y Chía. Este proyecto tendrá una longitud de 47,5 kilómetros y tendrá un coste aproximado de $9.1 billones. De ahí que la cofinanciación del Estado, se clave para la viabilidad financiera del proyecto. No obstante, dada la objeción del aval por parte del Ministerio de Transporte, este aspecto de la obra ha entrado en el limbo de la incertidumbre. Al menos en lo que queda de la actual administración de Bogotá y Cundinamarca.
Este último punto radica en el rechazo que tanto Nicolás García, actual gobernador del departamento, como Claudia López, han manifestado sobre la posibilidad de que este tren sea utilizado para el transporte de carga. Días antes de radicar la solicitud para obtener el aval del Gobierno, García declaró que “Desde el 2020 venimos estructurando el Regiotram del Norte, y desde el inicio se revisó la posibilidad de tener pasajeros y carga. Técnicamente, los expertos nos dijeron que esta última no era posible por los viaductos y por las pendientes que requiere cada uno de los modelos. Se optó en conjunto con la Nación, Distrito y Gobernación por continuar el camino de que este proyecto sea solo para pasajeros”.
Por su lado, López declaró por aquel entonces lo siguiente: “evaluamos con mucho rigor, como nos lo solicitó esa entidad, si se podía o no compartir el mismo corredor para carga y para pasajeros. Todos los datos técnicos, la estructuración técnica que hicimos con Findeter, concluyeron que no es viable compartirlo para pasajeros y carga, que debemos usarlo solo para pasajeros”.
En ese orden de ideas, la Empresa Férrea Regional, declaró a La República, que se encuentra trabajando en la reformulación del proyecto, con el de buscar aristas y puntos de acuerdo, que posibiliten el diálogo con el Gobierno Nacional para llevar a cabo esta obra crucial para la movilidad de la región.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Vuelve y juega. Una nueva disputa entre el poder central y el distrital se acaba de librar motivada por el futuro de un proyecto clave para la ciudad. En este caso, el campo de batalla fue el Regiotram del norte, cuya documentación fue radicada por la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía hace un mes. El resultado a este trámite, como ya venía filtrándose semanas atrás, fue negativo por parte del Ministerio de Transporte, que es la entidad encargada de gestionar este tipo de solicitudes.
De acuerdo con el documento con el que la cartera nacional de transporte emitió el concepto negativo, el motivo principal de este rechazo fue la ausencia de”soporte documental que evidencie la aprobación de los estudios por parte de las entidades territoriales que los presentan”, según reza la carta en la que se documentó la desaprobación del proyecto. En este aspecto, la misiva del ministerio aclara que, si bien es cierto que la Alcaldía adjuntó documentación relacionada con la viabilidad técnica del proyecto, la misma no contiene las precisiones que contempla la ley.
Otro punto de rechazo, se basó en la objeción de la Gobernación y el Distrito a que este medio de transporte sea utilizado también para el transporte y carga de mercancías. Bajo el punto de vista del Gobierno, este requisito es indispensable para que el erario nacional ayude a financiar el proyecto.
Como era de esperarse, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, reaccionó de manera inmediata al rechazo del aval, argumentando que están acción entorpece las acciones administrativas por parte del distrito, para la mejora de la vida de los bogotanos.
Vale la pena recordar que, este proyecto, es muy diferente al del Regiotram de occidente, cuya financiación ya está lista y se prevé que pueda comenzar a operar a mediados de 2025.
Pero retomando al proyecto de Regiotram norte, el cual está contemplado para conectar a la ciudad con los municipios de la sabana norte, como Zipaquirá, Cajicá y Chía. Este proyecto tendrá una longitud de 47,5 kilómetros y tendrá un coste aproximado de $9.1 billones. De ahí que la cofinanciación del Estado, se clave para la viabilidad financiera del proyecto. No obstante, dada la objeción del aval por parte del Ministerio de Transporte, este aspecto de la obra ha entrado en el limbo de la incertidumbre. Al menos en lo que queda de la actual administración de Bogotá y Cundinamarca.
Este último punto radica en el rechazo que tanto Nicolás García, actual gobernador del departamento, como Claudia López, han manifestado sobre la posibilidad de que este tren sea utilizado para el transporte de carga. Días antes de radicar la solicitud para obtener el aval del Gobierno, García declaró que “Desde el 2020 venimos estructurando el Regiotram del Norte, y desde el inicio se revisó la posibilidad de tener pasajeros y carga. Técnicamente, los expertos nos dijeron que esta última no era posible por los viaductos y por las pendientes que requiere cada uno de los modelos. Se optó en conjunto con la Nación, Distrito y Gobernación por continuar el camino de que este proyecto sea solo para pasajeros”.
Por su lado, López declaró por aquel entonces lo siguiente: “evaluamos con mucho rigor, como nos lo solicitó esa entidad, si se podía o no compartir el mismo corredor para carga y para pasajeros. Todos los datos técnicos, la estructuración técnica que hicimos con Findeter, concluyeron que no es viable compartirlo para pasajeros y carga, que debemos usarlo solo para pasajeros”.
En ese orden de ideas, la Empresa Férrea Regional, declaró a La República, que se encuentra trabajando en la reformulación del proyecto, con el de buscar aristas y puntos de acuerdo, que posibiliten el diálogo con el Gobierno Nacional para llevar a cabo esta obra crucial para la movilidad de la región.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.