Reglamentación del POT, un panorama que angustia a opositores
Secretaría de Planeación afirma que ya se han adoptado 26 decretos y 49 resoluciones, pero hay temas que aún generan dudas, como la ALO Norte.
Sara Caicedo
La actual administración, tras adoptar en 2021 el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá por decreto, corre una contrarreloj para tratar de dejar los instrumentos necesarios para implementar la norma que regirá hasta 2035. Aunque parece que falta mucho por hacer y los detractores resaltan dudas en algunos procesos, desde la Secretaría de Planeación afirman que no se dejará ningún componente normativo sin resolver.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
La actual administración, tras adoptar en 2021 el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá por decreto, corre una contrarreloj para tratar de dejar los instrumentos necesarios para implementar la norma que regirá hasta 2035. Aunque parece que falta mucho por hacer y los detractores resaltan dudas en algunos procesos, desde la Secretaría de Planeación afirman que no se dejará ningún componente normativo sin resolver.
“Estamos dejando las reglas claras para el desarrollo de Bogotá en los próximos 12 años, definiendo proyectos que aseguren el equilibrio territorial y dirigiendo la inversión pública a los proyectos estructurantes que necesita la ciudad, y que garantizarán una ciudad con mejores oportunidades para todas y todos”, mencionó el secretario de Planeación, Felipe Jiménez Ángel.
¿Qué deja el nuevo POT?
A la fecha se han adoptado 75 actos administrativos: 26 decretos y 49 resoluciones, que, según la Secretaría de Planeación, permitieron un avance para la ciudad en temas ecológicos, del cuidado, patrimonio, socioeconómicos, en la clasificación de suelo urbano, rural y en la expansión.
Asimismo, en los elementos regionales, distritales y locales, y en la estrategia sobre el desarrollo de suelo y el licenciamiento. Frente a acciones concretas, se implementaron tres planes maestros: servicios sociales, del cuidado y de movilidad sostenible y segura.
Antes de finalizar el año esperan adoptar cuatro más: plan de hábitat y servicios públicos, política de protección a moradores y actividades productivas, plan vecinos y de intervención para el mejoramiento integral del hábitat.
Podría interesarle: Tragedia en Autódromo de Tocancipá: ¿quién responde?
Además, está en proceso uno de los planes que más han llamado la atención: organizar la capital en 33 Unidades de Planeamiento Local (UPL), con lo que aumentaría el número de localidades y se convertiría en un impulso para lograr una ciudad de 30 minutos. “Ya se expidieron los decretos de 19 UPL, casi el 60 %”, afirmó la entidad.
Esto va de la mano con los proyectos de 25 actuaciones estratégicas, de las cuales ya se expidieron 11: “Ciudadela Educativa y del Cuidado, Distrito Aeroportuario Engativá, Distrito Aeroportuario Fontibón, Calle 72, Chucua-La Vaca, Porvenir, 20 de Julio y Borde Usme, así como Pieza Reencuentro, Zona Industrial (ZIBO) y Chapinero Verde e Inteligente, que conforman el Anillo de la Innovación y el Conocimiento”, compartió la cartera.
Frente a temas ambientales, se adoptaron 12 actos administrativos, entre estos el Manual de Espacio Público y la delimitación de las Zonas por Mejor Aire (ZUMA). Asimismo, el nuevo POT definió el 29 de diciembre de 2021 una norma urbanística de usos, volumetría y edificabilidad. Y también dejó la opción de que habiliten usos de suelo para construir viviendas. “Se proyecta que se inicie la construcción de 783.000 viviendas en la vigencia del POT”.
Fallas e incumplimientos del POT
Respecto a lo poco que queda de 2023, el Distrito espera dejar otros 13 actos administrativos. Sin embargo, la concejal Lucía Bastidas (Alianza Verde) afirma que a partir de la reglamentación del POT se deben sacar 100 decretos y que hoy solo hay 38. “De las actuaciones estratégicas deben sacar 25, pero solo hay directrices. La única clara es Lagos de Torca, porque ya venía desde el gobierno de Enrique Peñalosa”, dijo Bastidas.
Leer: Así viven las mujeres en las localidades más violentas de Bogotá
La concejal agregó que en esta reglamentación hay temas polémicos, como Distrito Aeroportuario Fontibón-Engativá y Ciudadela Educativa y del Cuidado Suba, “que es la que quedará en los predios de la ALO, donde RenoBo busca hacer 14.000 viviendas en las zonas más densas de Bogotá, diciendo que eso lo solucionará la segunda línea del metro de Bogotá, ¿pero hasta cuándo va a ser eso?”. Bastidas señala que con esta obra se les entregaría la zona a los privados y descartaría la ALO Norte, “destruyendo por completo el tema de movilidad en el noroccidente”.
Otros temas polémicos, según Bastidas, son: la calle 72, que está relacionado con la segunda línea del metro; Chapinero Verde Inteligente, relacionado con Transmilenio por la carrera séptima y la primera línea del metro, y ZIBO, que es del Distrito de Innovación de Corferias.
“Todos tienen problemas, porque la comunidad dice que los van a expropiar”, agrega. La concejal destaca que “si algo advertíamos del POT que dio Claudia, además de sacarlo de afán, es que iba a congelar suelo, porque no se puede hacer nada hasta tener las actuaciones estratégicas, y esas están crudas”.
También menciona las UPL, de las cuales afirma que aún no se tiene claro qué es lo que se quiere hacer con ellas. “Estamos trabajando, pero no las tenemos, entonces eso deja una duda, ¿seguimos trabajando con base en ellas, a pesar de que no las hemos creado? Queremos saber cuáles son los límites y cuál va a ser la burocracia o la administración de esas UPL”.
Podría interesarle: Campesinos modifican plan parcial de Tres Quebradas, en Usme
Frente al manual de espacio público, Bastidas señala que salió en junio, “dos años tarde, y se supone que debía incorporar los temas de transporte masivo, primera y segunda línea del metro, la séptima, la calle 13, y vemos que no, porque hay muchas interpretaciones respecto a ese manual”. En resumen, para Bastidas, “no hay nada, porque han dado solo directrices”.
Por su parte, la concejal María Fernanda Rojas (Alianza Verde) también se pronunció, sobre todo frente a las intervenciones en la ALO Norte e incluso hizo un llamado al futuro alcalde, Carlos Fernando Galán.
“Él tendrá mucha presión para ejecutar el modelo peñalosista de ciudad, no solo la ALO Norte. Claudia López no tiene por qué renunciar para darle gusto al exalcalde, como lo pide Galán. Hay alternativas, además incluidas en el POT, como la avenida Suba-Cota y las mejoras de las avenidas Rincón y Cali”, mencionó Rojas.
De igual manera, Rojas recalca que estas obras en la ALO Norte “responden más a intereses de urbanizadores que a cualquier cosa. Hay soluciones viales más razonables, económicas y sostenibles”. Y señala que no se pueden dejar de lado las soluciones al transporte como el Regiotram Norte, “que es urgente destrabar con la nación. Ojalá Galán no se deje influenciar por Peñalosa”.
La alcaldesa López tiene menos de un mes para terminar de reglamentar lo que no hizo en un año. Opositores hablan de que ahora “sí le dio afán”. Otros mencionan que se trata de “campaña política”. Sin embargo, los únicos que recibirán el impacto serán los habitantes, que vivirán las decisiones que se tomen de ahora hasta 2035.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.