Relatos de comerciantes afectados muestran la importancia de la vía a La Calera
El corredor vial presenta, actualmente, 21 cierres entre San Luis y la vereda El Salitre. Se espera que este fin de semana reabran la vía, tras el cierre del pasado sábado, por las fuertes lluvias que se presentaron en el sector.
Las imágenes de los desbordamientos, derrumbes y caída de piedras que se presentaron en la vía a La Calera, el fin de semana pasado, tiene en aprietos al comercio del sector. Además de dos víctimas fatales, algunas pérdidas materiales y monetarias, los afectados temen que el miedo por lo ocurrido termine de afectar sus ingresos, que ya está bien golpeados.
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Las imágenes de los desbordamientos, derrumbes y caída de piedras que se presentaron en la vía a La Calera, el fin de semana pasado, tiene en aprietos al comercio del sector. Además de dos víctimas fatales, algunas pérdidas materiales y monetarias, los afectados temen que el miedo por lo ocurrido termine de afectar sus ingresos, que ya está bien golpeados.
Si bien la alcaldesa Claudia López anunció que este sábado en la mañana se habilitaría el paso en la carretera, advirtió que el riesgo permanece y que se atendió lo más urgente de la emergencia, que dejó dos personas muertas y una desaparecida.
Por eso, el paso solo ha estado permitido esta semana para residentes, transporte público y rutas escolares, por lo cual la afectación que han sufrido los establecimientos comerciales que hay entre la subida de la calle 85 hasta el barrio San Luis, han sido significativas.
Comercio, turismo e importancia de la vía
La vía a La Calera concentra, en la mayor parte de su recorrido, desde el CAI La Calera hasta el Embalse de San Rafael, una cantidad considerable de restaurantes y establecimientos como supermercados, locales de manufactura, hoteles y algunos sitios para practicar deportes extremos.
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Según cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá, allí y en el municipio hay registradas 257 empresas, que, en su mayoría, se dedican al comercio y reparación de vehículos automotores (44 %), a la construcción (38,9%) y a las industrias manufactureras (14 %).
El sector de los hoteles y restaurantes representa el 8,2 % de esas empresas, seguido por las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (8,2 %) y por la construcción (7 %).
Sector | Total empresas |
---|---|
Industrias manufactureras | 99 |
Educación | 75 |
Comercio y reparación de vehículos automotores | 71 |
Transporte, almacenamiento y comunicaciones | 48 |
Hoteles y restaurantes | 24 |
Agricultura | 15 |
Intermediación financiera | 12 |
Es en ese sector gastronómico en donde están puestas el capital económico de muchas familias y pequeños y medianos empresarios, que dependen económicamente, en gran medida, de los ingresos que estos dejen, sobre todo en vísperas de temporada navideña y de fin de año, en donde las ventas y el flujo de visitantes crece por las vacaciones.
El Chori Charrúa y La Contadina, botones para la muerta
Por millones, así rinde más hacer la cuenta de las pérdidas que han tenido los restaurantes afectados por las inundaciones y desbordamientos en esta carretera.
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Así lo afirma Natalia Zuluaga, administradora del restaurante La Contadina, quien le contó a El Espectador que, además de vivir el susto de ver de primera mano cómo se desprendían las grandes rocas de una montaña y caían a la vía, tuvo que caminar con el equipo de trabajo casi cuatro horas para volver a sus casas.
“Como los bomberos y los de atención de desastre no nos dejaron pasar hacia Bogotá, nos tocó caminar desde las 3:00 de la tarde hasta las 7:00 de la noche, hasta San Luis. En la carreta había mucho barro, lodo, desbordamientos. Contamos 15 derrumbes y tuvimos que pasar por partes muy peligrosas”, asegura.
Por su parte, el administrador del restaurante El Chori Charrúa, Rodrigo López, expresa que solo pudieron abrir hasta este viernes y que solo había vendido un domicilio. “Como la vía está cerrada, se nos han bajado mucho las ventas, no pudimos abrir ni vender desde el sábado, que ocurrió la emergencia hasta hoy. Además, nos están regalando agua, porque también se afectó el alcantarillado de la zona”, agrega.
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Y es que entre el tramo en el que se encuentran estos dos restaurantes, kilómetro 6 y kilómetro 7, hay más de 20 restaurantes e igual número de cierres viales por los derrumbes y presencia de lodo y piedras sobre la vía.
Natalia asegura que dar la vuelta por la entrada de El Codito (Calle 170) es alargar en dos horas el tiempo de desplazamiento de los trabajadores del restaurante y que no ha recibido reservas para los próximos días, en una temporada en la que normalmente es alta la visita de turistas.
“Dejé de vender $40 millones la semana pasada. Esta semana, por lo menos, han sido unos $10 millones. No sabemos con quién comunicarnos del Distrito para buscar ayuda. Siento que la gente tiene miedo y está con temor de lo que pasó. La otra semana vamos a abrir desde martes hasta el domingo”, indica.
Y Rodrigo señala que también han tenido servicio de energía intermitente, lo que ha afectado la refrigeración de los productos perecederos. “Nos están afectando y, aunque no hemos sacado cuentas de las pérdidas económicas de esta situación, calculamos que hemos dejado de recibir más de $1′500.000, que es lo que vendemos diario”, añade.
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Entre tanto, la tragedia que enlutó a dos familias y tiene en ascuas a otra, ha servido, de paso, para que políticos, gobernantes y exgobernantes desempolven viejas promesas inconclusas, ahora que el tema de la vía Bogotá-La Calera está en boga por lo ocurrido el fin de semana.
Así es, por ejemplo, con la construcción de un túnel que comunique a la capital con el municipio, que iniciaría desde la calle 100 con séptima. Una propuesta que lleva sonando desde 2013, cuando el entonces secretario de Planeación, Gerardo Ardila Calderón, presentó a La Calera y a los municipios de esta región de oriente, dos alternativas para hacer conexión subterránea a través de túneles: a la altura de la calle 170 y en la calle 200.
Lo único concreto ha sido el anuncio del gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, de que se invertirán $15.000 millones para la pavimentación de la vía a La Calera por El Codito (Usaquén), luego de que los habitantes de la zona protestaran por años de olvido de esa carretera, a la que califican como “trocha”. “En el día de ayer se firmó acta de inicio, llegó maquinaria al sector e iniciaron las obras”, dijo García.
Por ahora, los afectados por la emergencia del fin de semana pasado esperan que el Distrito cumpla con las ayudas prometidas y que pueda volver el flujo de clientes habitual, en medio de una época en la que se vienen vacaciones y gastos altos por el pago de la prima legal de fin de año.
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