Reportan tres explosiones en diferentes puntos de Bogotá
Las autoridades investigan la detonación de tres petardos de bajo poder en sedes de la EPS Salud Total, en la calle 100 con carrera 49, y en los sectores de Restrepo y Puente Aranda.
Redacción Bogotá
Organismos de emergencia de Bogotá investigan las circunstancias en las que tres explosivos de bajo poder fueron detonados en diferentes puntos de la ciudad, al parecer, en contra de Entidades Prestadoras de Salud (EPS).
Un primer hecho se registró en el tercer piso de una sede de Salud Total ubicada en la Calle 100 con carrera 49C, donde fue detonado un artefacto de bajo poder que, por fortuna, no dejó personas heridas.
Otras dos explosiones, presuntamente contra sedes de Cafesalud, fueron reportadas en los sectores de Puente Aranda y Restrepo, una de ellas en la calle 18 sur con carrera 24, donde fueron detonados explosivos que dejaron daños estructurales mínimos.
Según confirmó el general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, los explosivos fueron accionados en los baños de las entidades sobre las 5:00 de la madrugada.
“Hay que hacer claridad que lo que sucedió es la explosión de artefactos de muy bajo poder. Estamos adelantando las investigaciones correspondientes (…) Las detonaciones, presentadas en los baños, fueron de tan bajo poder que no es posible ver afectación en las calles”, aseguró el uniformado en diálogo con Blu Radio.
Por su parte, el secretario de Gobierno Distrital, Miguel Uribe Turbay, aseguró que "se presentaron tres explosiones de bajo poder. No hay heridos. Las detonaciones se presentaron alrededor de las 5:00 de la mañana en tres sedes de EPS, dos de Cafesalud y una de Salud Total, en el barrio Restrepo, Chapinero y en Usaquén. El CTI está a cargo de la investigación”.
Hace cerca de cuatro meses, en abril, dos petardos estallaron al norte y occidente de la ciudad, en inmediaciones a sedes de EPS. Uno de los artefactos se activó en la calle 109 con carrera 21, en el sector de Pasadena, donde funciona una sede de la EPS Cafesalud. La otra explosión se registró en la calle avenida Ciudad de Cali con calle 52A, en la localidad de Engativá, al costado de la Superintendencia de Salud.
Aunque por fortuna las detonaciones no dejaron heridos, sí daños materiales y bastante especulación. Técnicos de la Policía establecieron que los dos artefactos eran similares, de bajo poder y cargados con unos 500 gramos de explosivos cada uno. (Lea: Explosiones vuelven a encender alarmas)
Previo a ello, el último ataque contra una entidad de salud se presentó el 8 de diciembre de 2015, cuando explotó un petardo contra la antigua sede de Saludcoop. En esa oportunidad resultó herido un vigilante y en el sitio encontraron panfletos alusivos a la prestación del servicio, que decían “Con la salud no se juega”.
Otra explosión ocurrió a principios de marzo, cuando detonaron una carga al paso de un bus de la Armada, en el sector de Guaymaral. Ese fue el campanazo de alerta para la administración de Enrique Peñalosa en lo que a actos terroristas se refiere. Y puso sobre la mesa, una vez más, la discusión sobre la vulnerabilidad de Bogotá ante estos hechos.
Y es que Bogotá ha sido foco en los últimos años de atentados que han dado para múltiples interpretaciones. El 2 de julio de 2015 fueron atacadas dos sedes del fondo de pensiones Porvenir. Ese fue el cenit de una seguidilla de ocho acciones con explosivos que se contaron desde febrero de ese año, sumadas a seis que se registraron en 2014.
Organismos de emergencia de Bogotá investigan las circunstancias en las que tres explosivos de bajo poder fueron detonados en diferentes puntos de la ciudad, al parecer, en contra de Entidades Prestadoras de Salud (EPS).
Un primer hecho se registró en el tercer piso de una sede de Salud Total ubicada en la Calle 100 con carrera 49C, donde fue detonado un artefacto de bajo poder que, por fortuna, no dejó personas heridas.
Otras dos explosiones, presuntamente contra sedes de Cafesalud, fueron reportadas en los sectores de Puente Aranda y Restrepo, una de ellas en la calle 18 sur con carrera 24, donde fueron detonados explosivos que dejaron daños estructurales mínimos.
Según confirmó el general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, los explosivos fueron accionados en los baños de las entidades sobre las 5:00 de la madrugada.
“Hay que hacer claridad que lo que sucedió es la explosión de artefactos de muy bajo poder. Estamos adelantando las investigaciones correspondientes (…) Las detonaciones, presentadas en los baños, fueron de tan bajo poder que no es posible ver afectación en las calles”, aseguró el uniformado en diálogo con Blu Radio.
Por su parte, el secretario de Gobierno Distrital, Miguel Uribe Turbay, aseguró que "se presentaron tres explosiones de bajo poder. No hay heridos. Las detonaciones se presentaron alrededor de las 5:00 de la mañana en tres sedes de EPS, dos de Cafesalud y una de Salud Total, en el barrio Restrepo, Chapinero y en Usaquén. El CTI está a cargo de la investigación”.
Hace cerca de cuatro meses, en abril, dos petardos estallaron al norte y occidente de la ciudad, en inmediaciones a sedes de EPS. Uno de los artefactos se activó en la calle 109 con carrera 21, en el sector de Pasadena, donde funciona una sede de la EPS Cafesalud. La otra explosión se registró en la calle avenida Ciudad de Cali con calle 52A, en la localidad de Engativá, al costado de la Superintendencia de Salud.
Aunque por fortuna las detonaciones no dejaron heridos, sí daños materiales y bastante especulación. Técnicos de la Policía establecieron que los dos artefactos eran similares, de bajo poder y cargados con unos 500 gramos de explosivos cada uno. (Lea: Explosiones vuelven a encender alarmas)
Previo a ello, el último ataque contra una entidad de salud se presentó el 8 de diciembre de 2015, cuando explotó un petardo contra la antigua sede de Saludcoop. En esa oportunidad resultó herido un vigilante y en el sitio encontraron panfletos alusivos a la prestación del servicio, que decían “Con la salud no se juega”.
Otra explosión ocurrió a principios de marzo, cuando detonaron una carga al paso de un bus de la Armada, en el sector de Guaymaral. Ese fue el campanazo de alerta para la administración de Enrique Peñalosa en lo que a actos terroristas se refiere. Y puso sobre la mesa, una vez más, la discusión sobre la vulnerabilidad de Bogotá ante estos hechos.
Y es que Bogotá ha sido foco en los últimos años de atentados que han dado para múltiples interpretaciones. El 2 de julio de 2015 fueron atacadas dos sedes del fondo de pensiones Porvenir. Ese fue el cenit de una seguidilla de ocho acciones con explosivos que se contaron desde febrero de ese año, sumadas a seis que se registraron en 2014.