Cementerios distritales abren sus puertas a partir de hoy: contratista se retractó
La Secretaría de Hábitat confirmó que Jardines de Luz y Paz, el concesionario que opera los 4 cementerios distritales, se retractó del cese de operaciones que anunció ayer. En consecuencia, los recintos fúnebres retomaron su atención a la ciudadanía.
Las personas en la ciudad que requieran servicios funerarios pueden respirar aliviados. Al menos durante este fin de semana.
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Bien temprano en la mañana, las personas que se dirigieron a los cementerios Norte, Chapinero, Central, Sur y Parque Serafín notaron como las puertas de estos recintos amanecieron abiertas y los servicios fúnebres se estaban garantizando de manera ordinaria, como venía siendo hasta ayer.
La explicación a esta vuelta a la normalidad, luego del revuelo que causó ayer el contratista que opera estos cementerios al anunciar el cese de sus operaciones, reposa en un aparente golpe de retractación que el contratista tuvo frente a su decisión de paralizar sus actividades en estos 4 camposantos a partir del pasado viernes.
Así lo informó la secretaría de Hábitat, Nadya Rángel, a través de un video, en el que entregó un parte de tranquilidad, “Queremos darle un parte de tranquilidad a la ciudadanía de que los servicios funerarios y los cementerios públicos para visitas en la ciudad están disponibles para el servicio de la ciudadanía”, confirmó Rángel.
En vista de lo anterior, los cementerios abrieron sus puertas a partir de hoy, y no de mañana, como en principio se había dicho por parte del Distrito. La anticipación de 24 horas, vale la pena resaltar, se debe precisamente al cambio de actitud que tuvo el contratista respecto a su operación de los servicios funerarios de carácter público en la ciudad.
Aunado a lo anterior, el representante legal del concesionario Jardines de Paz, Eder Parada, confirmó lo dicho por la cartera de hábitat, advirtiendo que este brazo a torcer se da en medio de un contexto de negociación con el Distrito. “Es un acuerdo que se está haciendo mientras se realiza el empalme formal y entrega de los cementerios”, apostilló.
En ese orden de ideas, conforme a lo expresado por ambas partes, los ciudadanos que recurren a los servicios públicos de honras fúnebres, pueden estar tranquilos de manera parcial, por cuanto la entrega de estos 4 importantes cementerios se hará de manera ordenada mediante un proceso de empalme.
En complemento a lo anterior, vale la pena recalcar que las subvenciones que la Secretaría de Integración Social entrega a los hogares vulnerables para ayudarlos a costear parte de los servicios funerarios de sus seres queridos fallecidos.
El lío de los cementerios que avivó los temores de una crisis sanitarias
La incertidumbre que hoy vive la ciudad con sus cementerios públicos se produjo por una pugna que comenzó casi desde el primer día de ejecución del contrato, por presuntos incumplimientos e irregularidades. Las investigaciones y controversias fueron de tal magnitud, que le costaron la cabeza a la exdirectora de la Uaesp Luz Amanda Camacho. Pero la gota que rebosó la copa fue el anuncio de que el Distrito sancionaría este año por tercera vez al contratista, lo que lo inhabilitaría para seguir al frente del servicio.
Al conocerse esta decisión, y antes de que quedara en firme, el concesionario Jardines de Luz y Paz anunció que, de concretarse, de inmediato cesaría la prestación del servicio. Ante esto, Carlos López, director de la Uaesp, le hizo un llamado a la calma y lo invitó a tramitar el asunto de manera tranquila. “Hasta que haya un acto administrativo no pueden abandonar la prestación del servicio. Recomendamos que reflexionen jurídicamente el tema, y si es necesario ampliar los plazos, lo haremos”.
Los últimos detalles del pleito los dio a conocer la propia entidad distrital. Contó que en la audiencia del pasado 3 de octubre, en la que se definía el futuro de la nueva sanción, se le dio un plazo de un mes para sustentar su recurso de reposición y se autorizó la realización de tres mesas técnicas para discutir el contrato. A pesar de esto, el operador cumplió su amenaza, al menos durante el viernes.
El contrato empezó el 31 de junio de 2021, por $41.000 millones, para administrar los cuatro cementerios. Las tarifas, al ser servicios para familias vulnerables, eran de $546.000 por inhumación, $527.000 por cremación y $74.000 por el servicio de capilla. Los recursos debían ir a una fiducia y de allí el 25 % era para el Distrito y el 75 % para el operador. No obstante, según la Uaesp y la Contraloría de Bogotá, los dineros no se consignaron de manera correcta.
El argumento del concesionario, para justificar los incumplimientos (al igual que el operador del relleno Doña Juana) es el desequilibrio económico. El gerente del consorcio Jardines de Luz y Paz, Éder Parada, le dijo a El Espectador que desde el segundo mes de operación advirtieron que los ingresos no eran suficientes. Hoy habla de pérdidas por $2.600 millones en los últimos dos años. Además, que la obligación de consignar los recaudos en la fiducia implicaba que el dinero estuviera congelado.
En contra de Jardines de Luz y Paz existen actualmente tres multas, que suman casi $2.500 millones, así como múltiples informes de interventoría en los que han quedado expuestos sus incumplimientos. Ahora tendrá que enfrentar los procesos legales por abandonar la operación de los cementerios y que obliga al Distrito a buscar a un nuevo contratista.
Por el momento, en medio del proceso de empalme mediante el cual el contratista entregará los cementerios, falta por ver de qué forma desencadena el pleito en los tribunales y las probables sanciones económicas en las que desembocará. Por fortuna, al menos por el tono de ambas partes, parece que la ciudadanía no se llevará la peor parte de esta pugna.
Lea también: Más de 1.600 comerciantes, cansados de la extorsión, se unieron con Distrito y Policía.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
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La explicación a esta vuelta a la normalidad, luego del revuelo que causó ayer el contratista que opera estos cementerios al anunciar el cese de sus operaciones, reposa en un aparente golpe de retractación que el contratista tuvo frente a su decisión de paralizar sus actividades en estos 4 camposantos a partir del pasado viernes.
Así lo informó la secretaría de Hábitat, Nadya Rángel, a través de un video, en el que entregó un parte de tranquilidad, “Queremos darle un parte de tranquilidad a la ciudadanía de que los servicios funerarios y los cementerios públicos para visitas en la ciudad están disponibles para el servicio de la ciudadanía”, confirmó Rángel.
En vista de lo anterior, los cementerios abrieron sus puertas a partir de hoy, y no de mañana, como en principio se había dicho por parte del Distrito. La anticipación de 24 horas, vale la pena resaltar, se debe precisamente al cambio de actitud que tuvo el contratista respecto a su operación de los servicios funerarios de carácter público en la ciudad.
Aunado a lo anterior, el representante legal del concesionario Jardines de Paz, Eder Parada, confirmó lo dicho por la cartera de hábitat, advirtiendo que este brazo a torcer se da en medio de un contexto de negociación con el Distrito. “Es un acuerdo que se está haciendo mientras se realiza el empalme formal y entrega de los cementerios”, apostilló.
En ese orden de ideas, conforme a lo expresado por ambas partes, los ciudadanos que recurren a los servicios públicos de honras fúnebres, pueden estar tranquilos de manera parcial, por cuanto la entrega de estos 4 importantes cementerios se hará de manera ordenada mediante un proceso de empalme.
En complemento a lo anterior, vale la pena recalcar que las subvenciones que la Secretaría de Integración Social entrega a los hogares vulnerables para ayudarlos a costear parte de los servicios funerarios de sus seres queridos fallecidos.
El lío de los cementerios que avivó los temores de una crisis sanitarias
La incertidumbre que hoy vive la ciudad con sus cementerios públicos se produjo por una pugna que comenzó casi desde el primer día de ejecución del contrato, por presuntos incumplimientos e irregularidades. Las investigaciones y controversias fueron de tal magnitud, que le costaron la cabeza a la exdirectora de la Uaesp Luz Amanda Camacho. Pero la gota que rebosó la copa fue el anuncio de que el Distrito sancionaría este año por tercera vez al contratista, lo que lo inhabilitaría para seguir al frente del servicio.
Al conocerse esta decisión, y antes de que quedara en firme, el concesionario Jardines de Luz y Paz anunció que, de concretarse, de inmediato cesaría la prestación del servicio. Ante esto, Carlos López, director de la Uaesp, le hizo un llamado a la calma y lo invitó a tramitar el asunto de manera tranquila. “Hasta que haya un acto administrativo no pueden abandonar la prestación del servicio. Recomendamos que reflexionen jurídicamente el tema, y si es necesario ampliar los plazos, lo haremos”.
Los últimos detalles del pleito los dio a conocer la propia entidad distrital. Contó que en la audiencia del pasado 3 de octubre, en la que se definía el futuro de la nueva sanción, se le dio un plazo de un mes para sustentar su recurso de reposición y se autorizó la realización de tres mesas técnicas para discutir el contrato. A pesar de esto, el operador cumplió su amenaza, al menos durante el viernes.
El contrato empezó el 31 de junio de 2021, por $41.000 millones, para administrar los cuatro cementerios. Las tarifas, al ser servicios para familias vulnerables, eran de $546.000 por inhumación, $527.000 por cremación y $74.000 por el servicio de capilla. Los recursos debían ir a una fiducia y de allí el 25 % era para el Distrito y el 75 % para el operador. No obstante, según la Uaesp y la Contraloría de Bogotá, los dineros no se consignaron de manera correcta.
El argumento del concesionario, para justificar los incumplimientos (al igual que el operador del relleno Doña Juana) es el desequilibrio económico. El gerente del consorcio Jardines de Luz y Paz, Éder Parada, le dijo a El Espectador que desde el segundo mes de operación advirtieron que los ingresos no eran suficientes. Hoy habla de pérdidas por $2.600 millones en los últimos dos años. Además, que la obligación de consignar los recaudos en la fiducia implicaba que el dinero estuviera congelado.
En contra de Jardines de Luz y Paz existen actualmente tres multas, que suman casi $2.500 millones, así como múltiples informes de interventoría en los que han quedado expuestos sus incumplimientos. Ahora tendrá que enfrentar los procesos legales por abandonar la operación de los cementerios y que obliga al Distrito a buscar a un nuevo contratista.
Por el momento, en medio del proceso de empalme mediante el cual el contratista entregará los cementerios, falta por ver de qué forma desencadena el pleito en los tribunales y las probables sanciones económicas en las que desembocará. Por fortuna, al menos por el tono de ambas partes, parece que la ciudadanía no se llevará la peor parte de esta pugna.
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