Robos de vehículos de apps: urge regular para crear normativa robusta de seguridad
A raíz de casos recientes, repasamos el panorama de incidencia del hurto de vehículos adscritos a aplicaciones de transporte. El gremio pide regular, para poder establecer estrategias más robustas.
Rafael, conductor adscrito hace tres años a varias plataformas de transporte, ha vivido varios episodios de inseguridad, que dan cuenta de la vulnerabilidad de quienes trabajan con este gremio. “Me han atracado varias veces. La más grave fue cuando me robaron el carro. Fue a finales del año pasado, tras recoger a las 8:00 p.m. un servicio entrando a Ciudad Bolívar. Se subieron dos pasajeros y cinco minutos después me encañonaron y me obligaron a conducir a un paraje solitario. Me quitaron todo, me pegaron y se llevaron el carro. Las otras veces no ha sido tan grave, pero la estrategia es la misma”.
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Rafael, conductor adscrito hace tres años a varias plataformas de transporte, ha vivido varios episodios de inseguridad, que dan cuenta de la vulnerabilidad de quienes trabajan con este gremio. “Me han atracado varias veces. La más grave fue cuando me robaron el carro. Fue a finales del año pasado, tras recoger a las 8:00 p.m. un servicio entrando a Ciudad Bolívar. Se subieron dos pasajeros y cinco minutos después me encañonaron y me obligaron a conducir a un paraje solitario. Me quitaron todo, me pegaron y se llevaron el carro. Las otras veces no ha sido tan grave, pero la estrategia es la misma”.
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Historias como estas, si bien no son tan conocidas, sí representan una amenaza para el grueso de conductores de carros, motos y, en menor medida, bicicletas que prestan servicios de transporte o mensajería a través de aplicaciones como Didi, Uber, Picap, Indriver o Cabify, que pese a contar con estrategias pensadas para la seguridad de los usuarios, en ocasiones se quedan cortas a la hora de cobijar a sus conductores, en parte, por el estatus de las APP, que al permanecer sin regular y sin marco normativo específico.
En Bogotá, según la Secretaría de Seguridad, el hurto de automotores ha tenido un leve descenso. En el caso de los carros, entre enero y septiembre, se reportaron 3.138 casos, 11 menos que en el mismo periodo de 2023. En cuanto a motos, este año se reportaron 4.054 casos, 114 menos que en 2023. Las localidades más afectadas son Kennedy, Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Usme. En total, este año se han realizado 162 capturas y se han recuperado 828 vehículos. Cabe mencionar que las cifras no discriminan el hurto de vehículos que operan con APP de transporte, porque por la falta de normatividad este servicio se considera ilegal.
El lío de la normativa
“Una de las consecuencias de que este servicio no esté regulado es que las APP toman medidas de seguridad de manera voluntaria. Por ejemplo, ofrecen seguros que cubren siniestros para usuarios y conductores durante el viaje o medidas de identificación para conductores y pasajeros, pero no son medidas obligatorias, por un marco normativo promovido por el Estado. Mientras esa condición siga, no se podrá avanzar en una normativa especial que, seguramente, ayudaría a mitigar los casos de hurto”, señaló, José Daniel López, presidente de Alianza Inn, gremio que reúne a las APP de transporte.
La situación no es menor. El año pasado, según López, se contabilizaron 1,3 millones de conductores de vehículos particulares, que prestaron servicios a través de APP de movilidad. Actualmente, en el país hay ocho millones de usuarios registrados, que acuden a este servicio, en su mayoría, por razones de seguridad. “Es clave entender que los usuarios llegan buscando seguridad y las APP se han encargado de subir los estándares, pero las estrategias se mueven según las necesidades del mercado”, señala.
En la mayoría de los casos de robos de vehículos asociados a plataformas, las modalidades son el falso servicio y la suplantación de identidad. En el falso servicio, como le sucedió a Rafael, los delincuentes piden el vehículo y cuando llega el conductor, puede que o le quiten el carro inmediatamente o, en medio del viaje. En la suplantación, suele suceder que los delincuentes se valen de perfiles de usuarios, que quedan abiertos en celulares robados. Solicitan el servicio y el conductor no sospecha por el perfil que registra. Una vez el vehículo llega, se comete el hurto. En ese sentido, buena parte de la estrategia de seguridad dependen del autocuidado de los conductores.
Carlos, que trabaja con Didi desde 2021 da fe de ello. “A mí, por fortuna, no me ha pasado nada, pero creo que se debe a que intento no dar papaya. ¿Qué hago? Me guío por las calificaciones de los usuarios y el número de viajes. Cuando tiene más de 80 viajes y la calificación es de más de cuatro estrellas, la probabilidad de riesgo es menor”, narra y resalta que últimamente muchos conductores se están negando a ir a ciertas zonas.
“Por ejemplo, cerca de Patio Bonito, algunas zonas de Bosa, Ciudad Bolívar y cerca a Soacha. Entonces o uno no va, o se mete de día. Sin embargo, en muchos casos, la seguridad es una ruleta, porque puedes tener un usuario bien calificado, pero resulta que es una suplantación y quien toma el servicio va con la intención de robarte”, señala.
Las estrategias de las APP
Según Alianza Inn, las medidas que las APP han implementado apuntan a procesos de validación documental de vehículos y conductores; consulta de antecedentes; exigencia de reconocimiento facial; botones de pánico con conexión directa al 123; opciones de contactos de confianza, y mecanismos de RideCheck, para identificar anomalías en los viajes, como detenciones largas e inesperadas. También patrullaje en ciertos sitios, organizados por las empresas, y funciones como la activación de un PIN, en el que los usuarios recibirán un código al azar, que deben proporcionarle al conductor, para verificar que abordan el vehículo correcto.
Pero las iniciativas no están en todas las APP. Sin embargo, hacen parte de la baraja de opciones para los conductores, de manera voluntaria, a falta de un régimen normativo, según Alianza Inn. Otra arista que deviene del estatus de no regulación tiene que ver con que, en ocasiones, según Rafael y Carlos, y lo confirma López, tiene que ver con la renuencia de las autoridades para cooperar con las APP o con grupos de conductores que se organizan para velar por su seguridad. Como se puede ver, la necesidad de una regulación, que aporte a su seguridad, es clave.
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