Aprobación de la ALO unió a Petro y Claudia López en contra de Galán

El proyecto de la ALO Norte enfrenta varios retos ambientales, como el que se vive en la calle 153 con carrera 133, donde el trazado se topa de frente con el humedal La Conejera y la Reserva Van der Hammen.

Foto: Google Maps

“La ALO Norte va”. Con esas cortas palabras, el alcalde Carlos Fernando Galán apoyó a los concejales que respaldaron en el debate del Plan Distrital de Desarrollo, la inclusión del proyecto del tramo norte de la Avenida Longitudinal de Occidente. Una decisión que conllevó que otros cabildantes del Partido Verde, quienes anteriormente habían votado positivo al impuesto de alumbrado público, se retractarán, y pidieran la anulación del artículo, tal como ocurrió el jueves 30 de mayo.

“Tomamos la decisión de priorizar el desarrollo de la ALO Norte, un proyecto de infraestructura fundamental para la movilidad de Bogotá que se ha debido construir hace varios años”, argumentó Galán.

Pero su aprobación generó todo tipo de reacciones entre la oposición, a las que se sumó el presidente y exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

“Por hacer la ALO norte, que acabaría con la reserva forestal del norte, el concejo de Bogotá eliminó la construcción del gran multicampo universitario de Suba. Rompen el compromiso que se había establecido con la Nación para impulsar la educación superior pública para la juventud de la localidad de Suba”, manifestó a través de su cuenta en X.

Lo referido por el primer mandatario, es a la decisión de la exalcaldesa, Claudia López, de rechazar la ALO Norte y, en su reemplazo, propuso la construcción de la Ciudadela Educativa y del Cuidado en Suba, bajo el argumento del impacto ambiental que supone atravesar una vía de ocho carriles por tres humedales y partir la reserva Thomas van der Hammen.

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Para intentar brindarla, López la catálogo en el POT como actuación estratégica, e incluso trató de dejar el contrato de obra firmado, sin embargo, está suspendido por 6 meses por presuntas irregularidades en la contratación. “Lamento y rechazo el atraco social a un millón de bogotanos de Suba y Engativá. ¿A cambio de qué quitarles todo eso a los ciudadanos? (...) Es también el típico ejemplo de ni hacer ni dejar hacer, que con razón, tanto le critican al petrismo, pero que ejercen igual el galanismo, el peñalosismo y el uribismo cuando les conviene a sus intereses políticos y económicos, y a los de los financiadores de sus campañas”, sentenció la exalcaldesa a través de un extenso trino en su perfil.

Alrededor de la aprobación de la ALO, hay una pregunta clave que se tendrá que decantar en los próximos meses: ¿es necesaria?, o, ¿el Plan de Desarrollo puede modificar una norma superior como el Plan de Ordenamiento Territorial? La solución parece estar en el artículo que da luz verde a la obra, donde también contempla destinar parte de los predios para infraestructura social y del cuidado.

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