Ropa usada: una moda que lleva cinco décadas en la Plaza España, en Bogotá
El Hilo cuenta las historias de los comerciantes, más conocidos como ropavejeros, de esta zona de la ciudad. Los vendedores de ropa usada también son artesanos textiles, pues la reparan y ayuda a mitigar el impacto de la moda en el medioambiente.
Sara Caicedo
Lucety Carreño Rojas
Camila Granados Arango
En 1950 los campesinos desplazados por la violencia en Colombia llegaban en flotas a la Plaza España, en Bogotá, en busca de mejores oportunidades. Al tener la necesidad de adaptarse al clima tuvieron que conseguir prendas adecuadas. Los habitantes del sector encontraron una oportunidad de negocio: venderles la ropa que ya no usaban.
Para 1982, en la Plaza España había más de 400 casetas dedicadas a la compra y venta de ropa usada. En 1999, los ropavejeros se organizaron en una asociación y presentaron un proyecto a la Alcaldía de Bogotá para ser reubicados. Mediante un ahorro programado y con créditos, lograron reunir el dinero para la creación del Centro Comercial Plaza España.
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Mario Jaramillo, Luz Mery Ladino y Vicencio Ortíz se dedican a la compra y venta de ropa usada desde hace más de dos décadas. Los comerciantes cuentan en El Hilo sus experiencias personales, anécdotas y día a día de un negocio que les permitió salir adelante.
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Aunque el mercado mundial de moda usada experimenta un auge, estos comerciantes también le aportan, sin planearlo, a mitigar el impacto de la moda rápida desde hace cinco décadas. El Museo Nacional prepara una exposición para contar y resaltar la historia de los ropavejeros.
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