Salud financiera de Bogotá: estable, pero endeudada
Poner en orden las finanzas de la capital es una tarea vigente y eje actual de debate en el Concejo. También es una de las preocupaciones con las que entró Carlos Fernando Galán a gobernar en Bogotá, pues es un hecho que en los últimos cuatro años la ciudad cuadruplicó su cupo de endeudamiento, al pasar de $3,4 billones, que recibió la exalcaldesa Claudia López, a $11,7 billones cuando entregó.
Juan Camilo Parra
Lo anterior, sumado al aumento del presupuesto para 2024 y del saldo de la deuda, que llega a $9,3 billones, cuando estaba en $2,5 billones. Todo pone al Distrito a buscar cómo armonizar sus finanzas.
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Lo anterior, sumado al aumento del presupuesto para 2024 y del saldo de la deuda, que llega a $9,3 billones, cuando estaba en $2,5 billones. Todo pone al Distrito a buscar cómo armonizar sus finanzas.
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Las alertas en la Comisión de Hacienda en el cabildo se concentran en lo endeudada que está la capital. Esto se refleja en varios indicadores: lo que se destina para pagar deudas pasó de $489.000 millones en 2020 a $2,13 billones en 2024; es decir, en cuatro años aumentó 335 %. La Secretaría de Hacienda resaltó que la administración pasada tuvo un cupo de endeudamiento por $ 17,1 billones, producto de dos proyectos de acuerdo en 2020 y 2022. De eso, comprometió $15,2 billones, $12,6 correspondientes a la vigencia y $2,6 a vigencias futuras. Diana Diago, del Centro Democrático, lanzó la alerta de que la ciudad está a tope: “$9,2 billones en ejecución y $14,7 billones para compromete. Si se llegarán a comprometer, se superarían los ingresos corrientes”.
Sobre este punto Henry Amorocho Moreno, profesor de Hacienda Pública y Tributación de la U. del Rosario, dice que la ciudad, en efecto, ya no se puede endeudar más. “La sostenibilidad de la deuda a finales del 2023 estaba por el 58 %, con un límite máximo del 80 %. Cuando se habla del cupo de $14 billones, para llegar allá se está superando por un margen muy estrecho la capacidad de pago. Hay que administrar el cupo de endeudamiento desde ya y buscar nuevos ingresos, posiblemente bajo una reforma tributaria territorial o mirar las cajas de recursos descentralizados”, señaló.
La concejala Clara Lucía Sandoval, por su parte, señala que la deuda puede significar menos inversión y alerta sobre la ejecución de los recursos. Édgar Ricardo Jiménez, profesor de la U. Tadeo, especialista en finanzas, explica que la situación actual de deuda no es anormal, en términos de la apuesta que emprendió la ciudad por la infraestructura. “Por ejemplo, el presupuesto en estos cuatro años ha aumentado 61 % como resultado no solo de una reactivación en pandemia, sino también de la apuesta de infraestructura de la ciudad. Nos preparábamos para avanzar en grandes proyectos como el metro”, señaló.
La ejecución también preocupa a la actual administración, que, si bien se ha reflejado un aumento del presupuesto, “en 2023 empezamos con un presupuesto de $31,5 billones, terminó siendo adicionado y luego recortado a $31,3, con compromisos por 96,8 % y giros por 83 %; es decir, cerca de $26 billones. Hay recursos que traemos de vigencias atrás, que vienen llevándose año tras año”, señaló.
Por su parte la Secretaría de Hacienda enfatizó en que organizará el cupo de la deuda de manera que no sobrepase los topes. Además, prepara un nuevo plan para mitad de año en el que revaluará no solo los costos de operación del Distrito, empezando con el nuevo programa de austeridad que busca reducir del 10 % del gasto en prestación de servicios, en cada una de las secretarías, sino también le pondrá el ojo a la distribución presupuestal para que, en el corto plazo, no se vean truncadas sus propuestas por falta de plata.
¿Cómo recibió esta administración las finanzas de la ciudad?
La Secretaría de Hacienda respondió esta incógnita a El Espectador. Según la cartera, Bogotá es una ciudad con finanzas estables. “La gente puede estar tranquila porque su ciudad es y ha sido responsable con el manejo de los recursos. En Bogotá no hay problemas fiscales o presupuestales. Sin duda, tenemos retos y varias acciones por adelantar, pero esta es una ciudad que se ha manejado responsablemente”, indicó.
El año pasado el Concejo aprobó un presupuesto de 33,2 billones de pesos, para el 2024, es decir, 5 % más que el de 2023. “Ahí tenemos una preocupación y es que ese porcentaje no representa un crecimiento en términos reales pues la inflación que fue más alta que ese incremento. ¿Esto qué impacto tiene sobre las finanzas de la ciudad?” Fue lo primero que se preguntó el equipo de Hacienda y lo sintetiza en tres indicadores:
1. La inversión está creciendo muy poco, a un ritmo de 1,5 %.
2. El funcionamiento de la ciudad está creciendo al 20 %.
3. El servicio de la deuda está creciendo más del 30 %.
Desde la secretaría vienen realizando varias acciones con el fin de optimizar los recursos del Distrito y, así mismo, reducir el gasto. Además de los ya mencionados, por ejemplo, hemos creado el Comité de Calidad de Gasto, el cual tendrá varias funciones. Una de ellas es hacer una evaluación de los programas de las distintas secretarías para poder identificar qué tanto impacto tienen estos programas versus el gasto que demandan. Así mismo, la idea es que este comité pueda identificar también dónde puede haber, por ejemplo, una duplicidad del gasto o si se están generando intermediarios que terminan costándonos.
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