Samuel Moreno Rojas y el caso del carrusel de la contratación
Estaba en prisión desde septiembre de 2011. Salió del Palacio Liévano a la Escuela de Carabineros, que fue el sitio donde pasó los últimos 11 años de vida, privado de la libertad, y donde sufrió el infarto, que terminó con su vida. Purgaba tres condenas.
Alexánder Marín Correa
El exalcalde Samuel Moreno Rojas, quien este sábado cumplía 63 años, fue el protagonista del mayor escándalo de corrupción que ha vivido Bogotá en su historia reciente: el carrusel de la contratación. A pesar de que su elección en octubre de 2007, para ser alcalde en el periodo 2008-2011, fue el segundo triunfo en línea de la izquierda en la alcaldía de la capital, el ungido por el Polo Democrático Alternativo no alcanzó a terminar su mandato y salió por la puerta de atrás: del Palacio Liévano rumbo a la Escuela de Carabineros, donde pasó los últimos 11 años de su vida, privado de la libertad.
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El exalcalde Samuel Moreno Rojas, quien este sábado cumplía 63 años, fue el protagonista del mayor escándalo de corrupción que ha vivido Bogotá en su historia reciente: el carrusel de la contratación. A pesar de que su elección en octubre de 2007, para ser alcalde en el periodo 2008-2011, fue el segundo triunfo en línea de la izquierda en la alcaldía de la capital, el ungido por el Polo Democrático Alternativo no alcanzó a terminar su mandato y salió por la puerta de atrás: del Palacio Liévano rumbo a la Escuela de Carabineros, donde pasó los últimos 11 años de su vida, privado de la libertad.
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En su contra pesaban tres condenas: a 24, 25 y 39 años de prisión por los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros, concierto para delinquir agravado, cohecho e interés indebido en la celebración de contratos. Además, el año pasado lo vincularon a una investigación más, por la adjudicación del contrato para la construcción del proyecto Tunjuelo-Canoas, adjudicado a un consorcio en el que participó la multinacional brasilera Odebrecht.
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Detrás de su suspensión y destitución como alcalde de Bogotá, de la imputación y captura, así como en sus posteriores condenas, hay una serie de tentáculos que se unieron para amañar contratos, a cambio de coimas, que llenaron bolsillos y compraron silencios en diferentes instancias y entidades, hasta que todo explotó.
La Fiscalía en casi todos los procesos, señaló que Moreno Rojas, entre 2007 y 2011, lideró una red de corrupción en la capital del país para cometer delitos contra la administración pública. Moreno, manipulando la contratación del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), logró a favor de particulares cambiar valores de contratos, aumentar plazos e incluso excluir obras contempladas en los diseños originales.
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El carrusel
Moreno Rojas se posesionó como alcalde el primero de enero de 2008, tras ganar las elecciones con una de las votaciones más altas para ese momento: 915.769 votos. Y no pasó ni un año para que empezaran a sonar denuncias por corrupción. Pero el llamado carrusel se destapó el 25 de junio de 2010, cuando se filtraron grabaciones entre funcionarios, congresistas y contratistas negociando comisiones por contratos, lo que dio paso a que la Fiscalía, la Procuraduría y la Corte Suprema abrieran investigaciones. El escándalo creció después con las denuncias de una comisión del Polo Democrático, liderada por el hoy presidente Gustavo Petro, en la que no solo señaló al exalcalde Samuel Moreno, sino a su hermano Iván Moreno de las maniobras para saquear a Bogotá.
En mayo de 2011, la Procuraduría lo destituyó, y el septiembre del mismo año, el Tribunal de Cundinamarca ordenó su detención preventiva, luego de que la Fiscalía le formuló la primera imputación por concusión, peculado e interés indebido en contratación. Desde entonces permaneción privado de su libertad.
A partir de ahí se destapó un sistema corrupto, que denominaron carrusel y en el que se montaron particulares, concejales, un personero y un contralor distrital, congresistas, así como secretarios y funcionarios de la Alcaldía de Bogotá, quienes orquestaron o participaron en el mayor desfalco (conocido hasta el momento) en la historia de la capital. Muchos de los involucrados ya están libres, excepto Samuel, quien murió este viernes, luego de sufrir un infarto el pasado jueves en su centro de reclusión. A pesar de que lo llevaron al Hospital Militar y a las múltiples maniobras médicas para salvarle la vida, nada sirvió.
Por más que Moreno Rojas alegó ser inocente, todos los procesos penales en su contra lo condenaron, aunque fueron avanzando a cuentagotas y lo mantuvieron encerrado hasta su último día. Todo se desató con las investigaciones por las irregularidades en la adjudicación de contratos para la rehabilitación de la malla vial en Bogotá y la fase III de Transmilenio, para la construcción de la troncal de la calle 26, que ganaron los primos Nule, quienes repartieron dinero a diestra y siniestra, para quedarse con ese contrato y luego desviar recursos. A este proceso le abrieron otros dos: uno por el escándalo del contrato de las ambulancias, por $67 mil millones, y anomalías en el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
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Aunque el escándalo estalló en 2010, solo en marzo de 2016 recibió su primera condena a 18 años de prisión, por el delito de interés indebido en la celebración de contratos y cohecho, delitos relacionados con el contrato para la prestación del servicio de ambulancias. Esta pena, luego la modificó el Tribunal Superior de Bogotá, quien la aumentó a 24 años. El contrato por el que lo sentenciaron se firmó en 2009 y en él resultaron involucrados varios exconcejales y exfuncionarios del Distrito, quienes reconocieron haberse embolsillado el 10% de un contrato, por $67.000 millones. A Moreno lo calificaron como el cerebro detrás de esta maniobra de corrupción.
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Este caso fue calificado por la Fiscalía como una “alianza criminal”, en la que pactaron comisiones para direccionar el contrato a una empresa del contratista Emilio Tapia Aldana. Según el juez del caso, se comprobó que Samuel Moreno recibió $2.790 millones del contrato. Junto a él condenaron a 24 personas, entre ellas su hermano, el exsenador Iván Moreno Rojas; el exsecretario de Salud Héctor Zambrano; el exconcejal Hipólito Moreno, y los contratistas Emilio Tapia y Julio Gómez.
El juez les dio validez a los testimonios de los principales testigos y protagonistas del descalabro a las arcas de la capital: Emilio Tapia, señalado de ser el intermediario y quien recibía los pagos a nombre de Samuel Moreno; el exsecretario de Salud del Distrito, Héctor Zambrano, quien fue condenado a 13 años de cárcel luego de aceptar su participación en estos hechos, y el exconcejal Hipólito Moreno. Ellos explicaron la forma en que se repartieron los dineros y aseguraron que a los hermanos morenos les correspondió el 50% de las dádivas.
Su segunda condena llegó en febrero de 2019, cuando el juez 11 Penal del Circuito de Bogotá lo sentenció a casi 40 años de prisión, por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, cohecho propio, peculado por apropiación y concusión, por los actos de corrupción probados en dos contratos para la reparación de la malla vial, la cesión de la construcción de la fase III de Transmilenio (Troncal de la Calle 26) y cinco de valorización. En esa oportunidad, la orden fue que pagara su sentencia en La Picota.
“Se direccionó el proceso de selección y se entregó información reservada de las licitaciones, antes y durante los procesos. Se hacía asignación amañada de evaluadores, cambio de sitios de reunión para las evaluaciones, se impartían instrucciones a los evaluadores y no se hacía la verificación estricta a los requisitos”, sostuvo en su momento la Fiscalía, que agregó que todas las irregularidades se ocultaron detrás de documentos y personas, buscando con ello que el exalcalde no apareciera firmando papeles, poderes o tratos.
Finalmente, en octubre de 2019 llegó la tercera condena contra Moreno Rojas. La juez 34 penal de conocimiento de Bogotá lo sentenció a 30 años de prisión, por los delitos de peculado por apropiación agravado en favor de terceros y concierto para delinquir agravado, al considerar que fue determinador de la apropiación de $190.000 millones durante la construcción de Transmilenio por la calle 26. Además, le impuso una multa por $26.000 millones, y lo inhabilitó de por vida para ejercer cargos públicos.
Para la juez, existió un acuerdo ilegal para que contratistas y servidores públicos coaptaran la administración pública de la ciudad para beneficio económico propio en detrimento de las finanzas de Bogotá. Según la Fiscalía, el mandatario participó en la elaboración de varios otrosíes del contrato 137 de 2007, para la construcción de la troncal de Transmilenio por la Calle 26, que sirvieron para facilitar el saqueo de los recursos destinados a la obra, que de costar inicialmente $300.000 millones subió a casi $500.000. Producto de esta maniobra corrupta, el exalcalde junto con su hermano Iván Moreno Rojas, recibieron coimas por $30.000 millones.
En curso existía un proceso adicional y que pasó desapercibido hasta que estalló el escándalo de Odebrecht. Al exalcalde, recientemente, lo vincularon a la investigación, presuntamente, por haber exigido $1.000 millones para adjudicar a la multinacional brasilera el contrato para la construcción del interconector Tunjuelo-Canoas, obra que serviría para la recolección de aguas negras del sur de la ciudad. Hace justo un año, en audiencia, Moreno Rojas se declaró inocente.
Hoy, un año después de esa audiencia y antes de celebrar su cumpleaños 63, este 11 de febrero,el exalcalde Samuel Moreno falleció en el Hospital Militar, tras un infarto agudo al miocardio. A pesar de que el cuerpo médico durante dos días hizo todo lo posible por salvarle la vida, no reaccionó a los procedimientos.
Otros condenados
Alrededor de Samuel Moreno hay una serie de funcionarios y contratistas que también resultaron condenados, empezando por su hermano, el exsenador Iván Moreno, condenado a 14 años de prisión. También los primos Manuel, Miguel y Guido Nule, también condenados a 14 años, y Mauricio Galofre, a 10 años, por apropiarse de al menos $64 mil millones. Ellos aceptaron cargos por fraude procesal, falsedad en documento, concierto para delinquir y cohecho.
El listado sigue con Julio Gómez, uno de los contratistas que conformó uniones temporales con los Nule para sacar provecho de concesiones de la malla vial y de la fase III de Transmilenio, quien fue condenado a 10 años y 21 días de prisión, por los delitos de celebración indebida de contratos, cohecho propio, peculado por apropiación y concierto para delinquir.
A Emilio Tapia (hoy procesado por el caso de Centros Poblados) lo condenaron a 17 años de cárcel por cohecho e interés indebido en la celebración de contratos. Fue pieza clave en el carrusel, al haber sido uno de los enlaces a través de los cuales los hermanos Samuel e Iván Moreno Rojas habrían sacado millonarias tajadas de los contratos de infraestructura vial y de salud en Bogotá. Obtuvo rebajas por colaboración con la justicia.
En cuanto a funcionarios, concejales, congresistas y jefes de entes de control, la lista empieza por Liliana Pardo Gaona, exdirectora del IDU, quien estuvo prófuga de la justicia por seis años. Enfrenta una condena a 19 años de prisión por peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos y celebración de contratos sin el lleno de requisitos legales.
Le sigue el director técnico legal del IDU, Inocencio Meléndez, a quien condenaron a 7 años y 6 meses de prisión por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, prevaricato por acción y prevaricato por omisión.
Héctor Zambrano, exsecretario de Salud, recibió una sentencia de 13 años de prisión, por interés indebido en la celebración de contratos y celebración de contratos sin requisitos legales. Junto a él Federico Gaviria, fue condenado a dos años y medio de cárcel. También aceptó su responsabilidad en el delito de cohecho por dar u ofrecer, lo que le permitió una rebaja de la mitad.
El excontralor de Bogotá, Miguel Ángel Moralesrussi, le impusieron dos condenadas: una a 13 años por concusión y otra a tres años por cohecho propio, por recibir comisiones a cambio de no investigar ni denunciar los contratos irregulares en la alcaldía de Bogotá.
Al expersonero de Bogotá, Francisco Rojas Birry, por su parte, también lo sentenciaron por guardar silencio frente a las irregularidades que ocurrían en la contratación de la capital del país, a cambio de una coima. Lo condenaron a cinco años de prisión por cohecho propio.
El exdirector de la Unidad de Mantenimiento Vial, Iván Hernández (ficha de los concejales Orlando Parada, Hipólito Moreno y Andrés Camacho), quien ayudaba a direccionar las contrataciones a favor de los involucrados en el carrusel. El exfuncionario aceptó el delito de cohecho impropio, como parte de un preacuerdo con la Fiscalía.
Los tres concejales con los que Hernández tenía relación los condenaron por los delitos de tráfico de influencias y cohecho impropio. Andrés Camacho Casado, lo condenaron a cinco años de prisión; a Orlando Parada, a nueve, y a Hipólito Moreno, a seis.
Cronología: así fue la vida política y judicial de Samuel Moreno
11 de febrero de 1960: Nació en Miami, durante el exilio de su padre, el excongresista santandereano Samuel Moreno Díaz y su abuelo el general Rojas Pinilla. Su mamá, María Eugenia Rojas, “La Capitana”, fue candidata a la presidencia.
1982: Inicia su vida política como coordinador de juventudes de la Alianza Nacional Popular (Anapo), el partido que fundó su abuelo y que su mamá lideró.
1986: Fue jefe de debate durante las elecciones presidenciales de Virgilio Barco. Un año antes había sido nombrado coordinador distrital de la Anapo, mientras que en 1987 llegó a ser coordinador nacional.
1988: Vuelve a ser jefe de debate, pero esta vez de la campaña de su mamá a la Alcaldía de Bogotá. Dos años más tarde avompañó, en l misma labor, a César Gaviria en las presidenciales.
1991: Fue elegido por primera vez senador por la alianza entre la Anapo y la Alianza Democrática M-19 y reemplazó a su mamá en la dirección del partido.
1998: Fue reelegido en el Congreso. Enfrentó un proceso judicial ante una solicitud que pedía su destitución, debido a que su hermano Iván Moreno fue nombrado como Ministerio de Trabajo. El Consejo de Estado negó la pretensión.
2000: Hizo parte del Frente Común por la Paz y contra la violencia, conformado por integrantes de diferentes partidos, que se comprometieron a acompañar el proceso de paz que se adelantó durante el gobierno de Andrés Pastrana con las Farc.
2002: Fue relegido como congresista por Anapo. Un año después fue nombrado vicepresidente del Senado y se da la unión de Anapo con el Polo Democrático Independiente.
2005: Se convierte en el presidente del Polo Democrático Alternativa y se lanza como precandidato a la presidencia, pero, tras consulta, se eligió a Navarro Wolf como candidato de la colectividad.
2007: Se lanza a la alcaldía de Bogotá. Gana la consulta interna en la que compitió contra María Emma Mejía. En las elecciones, la alcaldía la disputó contra Enrique Peñalosa y con la promesa de darle continuidad al gobierno de Lucho Garzón.
1 de enero de 2008: Se posesionó como alcalde de Bogotá bajo el lema “Bogotá Positiva”. Además de que en su candidatura prometió mayor inversión social y en movilidad, llegó al cargo con el apoyo del Polo, el Partido Liberal y el Partido de la U.
3 de mayo de 2011: La Procuraduría lo destituyó por tres meses por su presunta participación en el carrusel de la contratación. La medida fue prorrogada por seis meses.
Septiembre 2011: El Tribunal de Cundinamarca ordenó su detención preventiva luego de que la Fiscalía le imputó los delitos de concusión, peculado e interés indebido en contratación.
Marzo 2016: Se conoce la primera condena contra Moreno por celebración indebida de contratos y cohecho propio en coparticipación criminal por la que lo condenan a 24 años de prisión. El juez determinó que el exalcalde recibió $2790 millones por el contrato de las ambulancias en Bogotá.
Febrero de 2019: Se conoce la segunda condena a 39 años de prisión e inhabilidad vitalicia para ejerce cargos públicos. Moreno es condenado por concusión, cohecho propio, interés indebido en la celebración de contratos y peculado por apropiación por las irregularidades en los contratos de malla vial, valorización y la fase II de Transmilenio.
Octubre de 2019: Sale la tercera condena por apropiación agravada y concierto para delinquir por el carrusel de la contratación. Fue condenado a 30 años de cárcel y a pagar $26.780 millones.
Febrero 10 de 2023: Falleció en el Hospital Militar
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