Sara Sofía: la esperanza por encontrar respuestas sigue viva
Para este miércoles fue reprogramada la audiencia preparatoria, en la que se espera conocer las pruebas que la Fiscalía tiene en contra de Carolina Galván y Nilson Díaz, señalados del delito de desaparición forzada.
Sara Sofía Galván hoy tendría tres años, tres meses y 26 días. O podría tenerlos, pues como su cuerpo no lo han encontrado, aún hay ilusión de que siga viva. La niña lleva desaparecida año y medio aproximadamente, y en este tiempo es poco lo que se ha sabido de su paradero. Su mamá Carolina Galván y su padrastro Nilson Díaz han dado varias versiones sobre lo que ocurrió entre el 15 y 29 de enero de 2021, cuando Sara fue vista por última vez, lo que ha hecho que el proceso transcurra entre claros y oscuros.
Sumado a esa falta de verdad, cuenta Xiomara Galván, tía de la niña desaparecida, está la parsimonia de la justicia que, pese a que ha actuado en orden y bajo los tiempos establecidos, pareciera muy garantista con los procesados y no con las víctimas. “Aplazan las audiencias y toca aceptar. El proceso es muy lento y uno lo que quiere es saber la verdad”, dijo Xiomara, con un tono de desilusión y agotamiento, pero con la esperanza de que la justicia no la abandone.
LEA: Caso Sara Sofía: un nuevo aplazamiento para conocer la verdad
Para este 27 de julio, a las 2 p.m., fue reprogramada la audiencia preparatoria en contra de los acusados, que debió ser el pasado 31 de mayo, pero la aplazaron por solicitud de Magda Reyes, defensa de Carolina Galván, argumentando incapacidad para asistir a la diligencia. En esta etapa procesal se espera que la Fiscalía dé a conocer las pruebas contra la mamá y el padrastro de Sara Sofía, las cuales sirvieron para acusarlos por el delito de desaparición forzada agravada.
Aunque la justicia se alista para un juicio ejemplar, la búsqueda de Sara Sofía se detuvo. Según la Defensa Civil, para intentar encontrar el cuerpo de la niña a lo largo del río Tunjuelito -donde dijeron haberla arrojado- se hicieron brigadas hasta de 30 personas, para buscar por tierra, sumado a los 10 hombres que navegaron nueve meses por el afluente buscando respuestas. Pero ni con drones, ni perros entrenados, ni con dragas hubo pistas.
¿Qué pasó con Sara Sofía?
En el segundo semestre de 2020, en el jardín infantil en donde cuidaban a Sara, observaron que la niña pasaba por un cuadro cercano a la desnutrición y estaba descuidada, por lo que Carolina Galván, su mamá, decidió voluntariamente dejarla al cuidado de su hermana Xiomara Galván. Carolina de vez en cuando la visitaba y pasaba con ella algunos fines de semana. En ese tiempo, Nilson Díaz llegó a la vida de Carolina, por lo que entablaron una relación sentimental.
Le puede interesar: Caso Sara Sofía: Por ausencia de Nilson Díaz fijan nueva fecha de audiencia
Para el 15 de enero de 2021, Carolina visitó a Xiomara, la intención era recoger a Sara Sofía y estar con ella dos días, hasta el domingo 17 de enero. Pasaron dos semanas y Carolina no regresó con la niña, por lo que su tía fue al jardín para averiguar su paradero. “Me dijeron que el 29 de enero iban a entregar un bono, entonces pensé que Carolina iba a ir con la niña. Ese día ella fue con Nilson y con otros dos niños, y señaló que a Sara la estaba cuidando una señora, como no había respuestas, puse la denuncia por desaparición”, contó Xiomara.
A pesar de que las autoridades fueron puestas en conocimiento sobre lo que había pasado, hasta esa última semana de enero de 2021 no activaron la búsqueda. El 8 de febrero, Xiomara recibió un mensaje de una mujer conocida de su hermana, en el que le decía que Sara Sofía había muerto, porque durante los primeros días que estuvo con ella, Carolina le dio almuerzo y la acostó a dormir, pero que, al parecer, horas más tarde la encontraron sin vida. La mujer también aseguró que Carolina y Nilson la habrían metido en una bolsa y la tiraron al río Tunjuelito.
“Además, me dijo que Carolina ejercía la prostitución en Patio Bonito (Kennedy) y que un hombre se estaba aprovechando de ella, que la vigilaba y le quitaba todo el dinero”, agregó Xiomara, quien días después se enteró de que este hombre habría sido con el que habló y con quien Carolina fue a recoger el bono al jardín: Nilson Díaz.
Esa misma semana, tras una declaración de Carolina, en la que aseguraba que sí habría lanzado a la bebé al río, fue detenida, pero debido a la falta de una denuncia formal y un mal procedimiento en su detención fue dejada en libertad. A mediados de marzo, y luego de una investigación, Carolina y Nilson fueron detenidos y se les imputó el delito de desaparición forzada, pero se declararon inocentes.
En esas audiencias preliminares la Fiscalía dio a conocer otras versiones de lo sucedido, que contradicen la teoría de que la menor de edad falleció. De acuerdo con un peluquero de la zona en donde vivía Carolina Galván y lo dicho por uno de los dos hijos de Nilson Díaz, quienes vivía con ellos al momento de los hechos, siempre vieron a la niña con vida.
Debido a las múltiples versiones que han surgido, Migración Colombia activó todos los protocolos para evitar que la niña saliera del país e Interpol emitió una circular para que la búsqueda de Sara Sofía se extendiera por todo el mundo, pero especialmente en los países de América Latina. No obstante, a la fecha pareciera que a la niña se la tragó la tierra.
El giro en el proceso judicial
A finales del primer trimestre de este año, pocos días después de que la Fiscalía acusara formalmente a Carolina Galván y a Nilson Díaz, este último fue imputado por un segundo delito, en un proceso paralelo que enfrenta. Se trata de inducción a la prostitución y constreñimiento, lo cual demostraría, dijo la defensa de Galván, que “Carolina no era su pareja cuando pasó lo de su hija, sino una mujer en cautiverio por explotación sexual”.
Andrea Abella, directora de la Fundación Dignidad Abolicionista, que está a cargo de la defensa de Carolina Galván, ha llevado el proceso bajo el argumento de que Sara Sofía y Carolina Galván fueron víctimas de Nilson Díaz, ya que para ellos no habría complicidad de la mamá de la menor para ejecutar la presunta desaparición, sino, más bien, “ella percibió la desaparición en una condición de cautiverio y en el marco de una violencia de género que le impedía reaccionar de alguna manera”.
Pese a que las autoridades han contemplado todos los escenarios en el caso, la hoja de ruta que han marcado no les da espacio para sacar a Carolina del proceso, pues la sospecha más grande sobre ella es el cambio en las versiones. Por ahora Xiomara espera que este miércoles la justicia le cumpla, que no haya un nuevo aplazamiento y que las conexiones a internet, desde las cárceles en donde están cada uno de los involucrados, no fallen como ya ha ocurrido, porque la verdad no puede esperar un año más.
Sara Sofía Galván hoy tendría tres años, tres meses y 26 días. O podría tenerlos, pues como su cuerpo no lo han encontrado, aún hay ilusión de que siga viva. La niña lleva desaparecida año y medio aproximadamente, y en este tiempo es poco lo que se ha sabido de su paradero. Su mamá Carolina Galván y su padrastro Nilson Díaz han dado varias versiones sobre lo que ocurrió entre el 15 y 29 de enero de 2021, cuando Sara fue vista por última vez, lo que ha hecho que el proceso transcurra entre claros y oscuros.
Sumado a esa falta de verdad, cuenta Xiomara Galván, tía de la niña desaparecida, está la parsimonia de la justicia que, pese a que ha actuado en orden y bajo los tiempos establecidos, pareciera muy garantista con los procesados y no con las víctimas. “Aplazan las audiencias y toca aceptar. El proceso es muy lento y uno lo que quiere es saber la verdad”, dijo Xiomara, con un tono de desilusión y agotamiento, pero con la esperanza de que la justicia no la abandone.
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Para este 27 de julio, a las 2 p.m., fue reprogramada la audiencia preparatoria en contra de los acusados, que debió ser el pasado 31 de mayo, pero la aplazaron por solicitud de Magda Reyes, defensa de Carolina Galván, argumentando incapacidad para asistir a la diligencia. En esta etapa procesal se espera que la Fiscalía dé a conocer las pruebas contra la mamá y el padrastro de Sara Sofía, las cuales sirvieron para acusarlos por el delito de desaparición forzada agravada.
Aunque la justicia se alista para un juicio ejemplar, la búsqueda de Sara Sofía se detuvo. Según la Defensa Civil, para intentar encontrar el cuerpo de la niña a lo largo del río Tunjuelito -donde dijeron haberla arrojado- se hicieron brigadas hasta de 30 personas, para buscar por tierra, sumado a los 10 hombres que navegaron nueve meses por el afluente buscando respuestas. Pero ni con drones, ni perros entrenados, ni con dragas hubo pistas.
¿Qué pasó con Sara Sofía?
En el segundo semestre de 2020, en el jardín infantil en donde cuidaban a Sara, observaron que la niña pasaba por un cuadro cercano a la desnutrición y estaba descuidada, por lo que Carolina Galván, su mamá, decidió voluntariamente dejarla al cuidado de su hermana Xiomara Galván. Carolina de vez en cuando la visitaba y pasaba con ella algunos fines de semana. En ese tiempo, Nilson Díaz llegó a la vida de Carolina, por lo que entablaron una relación sentimental.
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Para el 15 de enero de 2021, Carolina visitó a Xiomara, la intención era recoger a Sara Sofía y estar con ella dos días, hasta el domingo 17 de enero. Pasaron dos semanas y Carolina no regresó con la niña, por lo que su tía fue al jardín para averiguar su paradero. “Me dijeron que el 29 de enero iban a entregar un bono, entonces pensé que Carolina iba a ir con la niña. Ese día ella fue con Nilson y con otros dos niños, y señaló que a Sara la estaba cuidando una señora, como no había respuestas, puse la denuncia por desaparición”, contó Xiomara.
A pesar de que las autoridades fueron puestas en conocimiento sobre lo que había pasado, hasta esa última semana de enero de 2021 no activaron la búsqueda. El 8 de febrero, Xiomara recibió un mensaje de una mujer conocida de su hermana, en el que le decía que Sara Sofía había muerto, porque durante los primeros días que estuvo con ella, Carolina le dio almuerzo y la acostó a dormir, pero que, al parecer, horas más tarde la encontraron sin vida. La mujer también aseguró que Carolina y Nilson la habrían metido en una bolsa y la tiraron al río Tunjuelito.
“Además, me dijo que Carolina ejercía la prostitución en Patio Bonito (Kennedy) y que un hombre se estaba aprovechando de ella, que la vigilaba y le quitaba todo el dinero”, agregó Xiomara, quien días después se enteró de que este hombre habría sido con el que habló y con quien Carolina fue a recoger el bono al jardín: Nilson Díaz.
Esa misma semana, tras una declaración de Carolina, en la que aseguraba que sí habría lanzado a la bebé al río, fue detenida, pero debido a la falta de una denuncia formal y un mal procedimiento en su detención fue dejada en libertad. A mediados de marzo, y luego de una investigación, Carolina y Nilson fueron detenidos y se les imputó el delito de desaparición forzada, pero se declararon inocentes.
En esas audiencias preliminares la Fiscalía dio a conocer otras versiones de lo sucedido, que contradicen la teoría de que la menor de edad falleció. De acuerdo con un peluquero de la zona en donde vivía Carolina Galván y lo dicho por uno de los dos hijos de Nilson Díaz, quienes vivía con ellos al momento de los hechos, siempre vieron a la niña con vida.
Debido a las múltiples versiones que han surgido, Migración Colombia activó todos los protocolos para evitar que la niña saliera del país e Interpol emitió una circular para que la búsqueda de Sara Sofía se extendiera por todo el mundo, pero especialmente en los países de América Latina. No obstante, a la fecha pareciera que a la niña se la tragó la tierra.
El giro en el proceso judicial
A finales del primer trimestre de este año, pocos días después de que la Fiscalía acusara formalmente a Carolina Galván y a Nilson Díaz, este último fue imputado por un segundo delito, en un proceso paralelo que enfrenta. Se trata de inducción a la prostitución y constreñimiento, lo cual demostraría, dijo la defensa de Galván, que “Carolina no era su pareja cuando pasó lo de su hija, sino una mujer en cautiverio por explotación sexual”.
Andrea Abella, directora de la Fundación Dignidad Abolicionista, que está a cargo de la defensa de Carolina Galván, ha llevado el proceso bajo el argumento de que Sara Sofía y Carolina Galván fueron víctimas de Nilson Díaz, ya que para ellos no habría complicidad de la mamá de la menor para ejecutar la presunta desaparición, sino, más bien, “ella percibió la desaparición en una condición de cautiverio y en el marco de una violencia de género que le impedía reaccionar de alguna manera”.
Pese a que las autoridades han contemplado todos los escenarios en el caso, la hoja de ruta que han marcado no les da espacio para sacar a Carolina del proceso, pues la sospecha más grande sobre ella es el cambio en las versiones. Por ahora Xiomara espera que este miércoles la justicia le cumpla, que no haya un nuevo aplazamiento y que las conexiones a internet, desde las cárceles en donde están cada uno de los involucrados, no fallen como ya ha ocurrido, porque la verdad no puede esperar un año más.