¿Se avecinaba? La crisis de una de las subredes de salud que terminó intervenida
Falta de insumos, sobrecarga laboral, pérdidas millonarias, entre otras situaciones, tiene a la Subred Centro Oriente como una de las más críticas del sistema de salud en Bogotá y que la Supersalud ordenó este martes su intervención forzosa administrativa.
Barreras de acceso para los usuarios, poca capacidad resolutiva, sobre todo en los servicios de mediana y alta complejidad, déficit en los ingresos por prestación de servicios frente a los costos, incumplimiento de pagos con el talento humano en salud y los proveedores, fueron alguno de los 30 hallazgos por parte de la Superintendencia de Salud para intervenir administrativamente este martes, a la Subred Centro Oriente de la EPS Capital Salud.
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La noticia llegó al parecer como un baldado de agua fría para el Distrito, luego de que el alcalde Carlos Fernando Galán y el secretario de Salud Gerson Bermont, se reunieran con el superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, el pasado 29 de abril, donde hablaron de la necesidad de fortalecer las cuatro subredes integradas de servicios de salud en la capital (entre esas la hoy intervenida), buscando garantizar su óptimo funcionamiento y robusteciendo aspectos como los servicios de call center, su actual modelo de atención, así como la ampliación en la capacidad de recepción de quejas y reclamos por parte de sus usuarios.
¿Una intervención que se avecinaba?
Distintas auditorías financieras que adelantó la Contraloría de Bogotá dejaron entrever las deudas atrasadas de las cuatro subredes (que administran todos los hospitales públicos del Distrito), que ascienden a $337.298 millones; posibles malos manejos, que podrían generar detrimento patrimonial (14); posibles fallas administrativas (69 casos), entre otros.
Los casos varían, pero la Subred Centro Oriente, es una de las más golpeadas. Por ejemplo, según la misma secretaría de salud, esta subred solo genera pérdidas con cerca de $5.000 millones al mes.
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Asimismo, El Espectador conoció que los trabajadores expresaron estar cortos de personal hasta en 40 %, teniendo que hacer rotaciones desgastantes para los trabajadores y dejando a una enfermera y un doctor con más de 40 pacientes a cargo. También se resalta el riesgo con $190 millones en la Subred Centro Oriente, por comprar una unidad móvil que tuvo que adecuar para que tuviese los instrumentos que requería.
Desde la Superintendencia de Salud dieron un parte de tranquilidad a los bogotanos, afirmando que la Subred va a seguir funcionando, ahora bajo el agente especial interventor, Luis Oscar Galves Mateus.
Se espera que durante la tarde de este martes, la secretaría de Salud se pronuncie frente a esta intervención y responda a la Supersalud, al asegurar que los planes de mejoramiento que la Subred debía ejecutar “no subsanaban los hallazgos de las dos auditorías realizadas en la vigencia 2022″, y no se realizó en el tiempo establecido.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Barreras de acceso para los usuarios, poca capacidad resolutiva, sobre todo en los servicios de mediana y alta complejidad, déficit en los ingresos por prestación de servicios frente a los costos, incumplimiento de pagos con el talento humano en salud y los proveedores, fueron alguno de los 30 hallazgos por parte de la Superintendencia de Salud para intervenir administrativamente este martes, a la Subred Centro Oriente de la EPS Capital Salud.
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¿Una intervención que se avecinaba?
Distintas auditorías financieras que adelantó la Contraloría de Bogotá dejaron entrever las deudas atrasadas de las cuatro subredes (que administran todos los hospitales públicos del Distrito), que ascienden a $337.298 millones; posibles malos manejos, que podrían generar detrimento patrimonial (14); posibles fallas administrativas (69 casos), entre otros.
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