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Ya son 12 días los que completa Laura Villamil luchando por su vida, desde el fatídico accidente del pasado 17 de agosto en la sede principal de Andrés Carne de Res. La artista, de 28 años, sufrió quemaduras en el 80 % del cuerpo en medio de un acto circense con antorchas con el cual se pretendía amenizar a los comensales. Sin embargo, la presentación no salió conforme a lo planeado, y desde entonces su diagnóstico es reservado.
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Dado lo complicado que resulta un cuadro clínico con heridas semejantes, los médicos continúan haciendo todos los esfuerzos para salvar la vida de la joven artista. Lo más difícil, hasta el momento, ha sido lidiar con las infecciones derivadas de las bacterias en medio del tratamiento para las quemaduras.
Las heridas, al tener una profundidad significativa, son más vulnerables a este tipo de microorganismos, por lo cual el riesgo de infección es constante. De ahí, que una de las principales complicaciones resida en los cuadros de fiebre que Villamil ha venido presentando desde que fue ingresada al centro asistencial.
El Espectador habló con Santiago Villamil, hermano de la actriz, para conocer las últimas novedades sobre su estado salud. Su familiar, afectado, pero con la fe intacta, le contó a este diario que la piel de su hermana fue permeada por dos nuevas bacterias.
“Los doctores están luchando con la gravedad de las heridas. Mi hermana se contagió con dos bacterias más, ahora son tres, por lo cual ha presentado fiebres severas que los médicos están tratando de controlar”, relató Santiago. De esta manera, la joven artista ahora batalla con una complicación de salud más, en la feroz batalla de ella y los galenos para salvar su vida.
Por el momento, los dueños del restaurante se mantienen en que sus empleados actuaron conforme a los protocolos de seguridad requeridos al momento del accidente. Además, señalaron que acompañan a la familia durante la estadía de la actriz en el hospital, y aseguraron que implementarán medidas de seguridad adicionales para evitar que un suceso parecido se vuelva a presentar en las instalaciones.
Sin embargo, para la familia hubo fallas en la reacción de la emergencia por parte del personal de Andrés Carne de Res, por lo cual dejaron todo en manos de una firma de abogados, con el fin de adelantar las labores judiciales correspondientes. Mientras tanto, las autoridades adelantaron una inspección al establecimiento.
Durante dicho procedimiento, los funcionarios de gestión del riesgo, salud y de Bomberos de Cundinamarca, pudieron concluir que el establecimiento “tiene los elementos y cumple con los requisitos para el funcionamiento de su actividad comercial”. A pesar de ello, encontraron y recomendaron corregir varias medidas que garanticen un espacio seguro, no solo para los clientes, sino para los empleados.
Las responsabilidades
Uno de los señalamientos tras el accidente tiene que ver con que, al momento de la emergencia, no había extintores a la mano y fueron evidentes los vacíos en el protocolo de atención. Si bien, la minucia del caso es materia de investigación, el Cuerpo de Bomberos de Chía confirmó que el restaurante contaba con concepto técnico favorable para operar, tras la última visita rutinaria, hace dos meses.
“Ocurrido el accidente, volvimos para hacer la debida inspección. Lo que encontramos, a falta de que finalicen las investigaciones, es que el caso parece responder a un accidente laboral. Confirmamos que la persona lesionada cumpliera con los temas de ARL y verificamos la seguridad que había al momento de esa práctica que, sea como sea, no se debió llevar a cabo en ese lugar”, cuenta Jairo Garzón, comandante del Cuerpo de Bomberos.
Sobre la falta de extintores al momento de la emergencia, Garzón indicó que, si bien en la última revisión había dispositivos donde sucedió el accidente, “es difícil establecer si estaban el día de los hechos, máxime cuando no llamaron a los bomberos para atender la emergencia. La realidad es que, a pesar de que el escenario fue acordonado, porque se iba a manejar fuego, no se debió hacer allí un espectáculo de esas características”, resalta.
“En este caso, en el que vemos un probable accidente laboral, si el restaurante cumple con la ley y tiene a sus empleados afiliados a una ARL, como tiene que ser, es la ARL la encargada de responder y solventar todo lo que tiene que ver con la atención médica de la persona que resultó lesionada. Había un riesgo laboral que no previeron y, en ese sentido, las investigaciones deben contemplar una posible negligencia del empleador que, en este caso, sea cual sea la condición del contrato (contratista o empleado de la empresa), deben garantizarle al trabajador el pago de la ARL”, señala el abogado Juan David Ramírez.
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