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Frente al comunicado que de manera conjunta emitieron la Controlaría General de la República y Contraloría de Bogotá, en medio de la auditoria que adelantan a $3,8 billones invertidos en el sector de la educación en la capital, la Secretaría de Educación se pronunció para aclarar una de las informaciones que emitieron los dos entes de control.
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El punto al que hizo mención especial la cartera de educación fue en el que ambas contralorías emitieron la alerta por la presunta existencia de dos “elefantes blancos” en infraestructuras destinadas para el sector educación.
El comunicado, que de hecho cita al vicecontralor general en funciones, Carlos Mario Zuluaga, expresa que Bogotá es un ejemplo para el país en cuanto al avance de proyectos de infraestructura destinados a la educación.
“Estamos viendo cómo avanzan las obras que se han venido construyendo en Bogotá, que contrastan con lo que hemos evidenciado en otros lugares del país que, desafortunadamente, tienen varios billones de pesos comprometidos en obras que no han concluido”, aseguró el vicecontralor en funciones de Contralor General de la República.
Con el fin de corroborar este punto, el mencionado comunicado destaca que las acciones de auditoria, efectuadas por ambas contralorías, comenzaron en un predio de la localidad de Kennedy, en el que se tiene planeada la construcción o el colegio distrital Feliza Bursztyn. Este futuro plantel, de acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Educación, tendrá la capacidad de ofrecer 1.040 cupos a estudiantes del suroccidente de Bogotá. Cabe resaltar que, según información del Distrito, esta obra cuenta con 72% de avance y espera ser entregada a finales del presente año.
Respecto al proceso de auditoria que todavía sigue en curso, el director para el sector Educación de la Contraloría de Bogotá, Andrés Rojas Palomino, también realizó declaraciones sobre dicho proceso. “Hemos iniciado un trabajo muy completo y articulado de control fiscal sobre los recursos para la educación en Bogotá, con todas las capacidades y la tecnología de las contralorías, para garantizar que nuestros estudiantes cuenten con todo lo que necesitan y que cuidemos hasta el último peso”.
Otro de los 31 contratos a los que la Contraloría les puso el ojo está vinculado al Programa de Alimentación Escolar —PAE—, uno de los puntos más críticos, en cuanto a inversión para educación en el país se refiere. Respecto a este tema, los entes de control analizará el presupuesto de $530.723.867.080 que figuran invertidos en el PAE, de los cuales $38.780.874.505 corresponden a SGP y $491.942.992.575 son recursos propios del Distrito. Ambas contralorías evaluarán conjuntamente el 100% del suministro de comida caliente y su respectiva interventoría, mobiliario, instalación de planta y equipos.
En este sentido, la más reciente comunicación emitida desde el Distrito, también tocó el tema del Programa de Alimentación Escolar. Y lo hizo, al igual que con el punto de los elefantes blancos, citando a los dos funcionarios de las contralorías encargados de la auditoria. “Bogotá es una de las ciudades con mayor universalización del Programa de Alimentación Escolar. Son más de 740 mil estudiantes que se benefician y queremos que este programa que ha tenido tanto éxito en Bogotá pueda ser replicado en otros entes territoriales”, mencionó sobre el programa Carlos Mario Zuluaga.
A modo de complemento, Edna Bonilla Sebá, secretaria de Educación del Distrito y alcaldesa encargada de Bogotá, acotó lo siguiente: “el Contralor General nos felicitó por el ejercicio que hemos venido realizado con el PAE en Bogotá y resaltó que en nuestra ciudad no hay ningún elefante blanco relacionado con colegios. Todas las obras están avanzando de acuerdo con el cronograma y con el presupuesto y hoy podemos decir que le estamos cumpliendo a Bogotá”.
Cabe resaltar que los resultados de esta investigación conjunta se conocerán hasta diciembre del próximo año. Por el momento, no hay nada dicho o investigaciones disciplinarias adelantadas contra ningún órgano distrital por la ejecución de los 3.6 billones de pesos. Lo único relevante, hasta el momento, fue la alerta de 2 “elefantes blancos” o, en otras palabras, obras inconclusas con sobrecostos en su construcción. Dicha información, como se informó al comienzo del presente artículo, fue desmentida por la Secretaría de Educación.
Aunado a lo anterior, en el comunicado que emitieron las dos contralorías para anunciar las pesquisas al presupuesto mencionado, se hizo mención de cuatro hallazgos administrativos, de los cuales uno tiene presunta incidencia disciplinaria y se solicitó Indagación Preliminar.
Los hallazgos guardan relación con: Inconsistencia en la información de los reportes SIFSE versus SIRECI/SICODIS; Incumplimiento del Manual de Servicios Educativos FOME; Retraso en los suministros de bonos alimentarios a los beneficiarios del PAE; Deficiencias en el trámite de formatos para registro y entrega de elementos de bioseguridad FOME.
Por su parte, la Contraloría de Bogotá, en el mismo año, generó dos hallazgos administrativos con incidencia disciplinaria y fiscal por un valor de $3.588.177.201, asociados a presuntas irregularidades en la ejecución de un convenio de asociación suscrito con Compensar.
Sobre estos dos puntos no se hizo mención en la comunicación que compartió la Secretaría de Educación en las últimas horas, por lo que será necesario esperar hasta diciembre, para conocer en qué desembocaron los cuatro hallazgos comentados.
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