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La comunidad indígena Emberá, ubicada en el Parque Nacional de Bogotá, vivió un lamentable inicio de año. Lo anterior, debido a que tres de sus integrantes, de 23, 24 y 41 años, intentaran acabar con su vida. Así lo confirmó la Secretaría de Salud, mencionando que las personas fueron atendidas y trasladadas al Hospital San Ignacio.
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A la fecha, también informó la cartera de salud, dos de estas personas se encuentran hospitalizadas, estables emocional y físicamente y reciben las atenciones necesarias para su recuperación; la otra fue dada de alta sin complicaciones y se encuentra asentada en el Parque Nacional.
Estas tres personas continúan bajo seguimiento por parte de la Subred Integrada de Servicios de Salud Centro Oriente E.S.E. Desde la entidad se ha efectuado el debido acompañamiento intercultural, facilitando la traducción con los pacientes, sus familias y el equipo de salud para facilitar la atención y recuperación. Además, en las inmediaciones del parque, se adelantan acciones de vigilancia en salud pública necesarias en este tipo de casos.
Como mecanismo de protección y siguiendo la normatividad vigente, la entidad se reserva los detalles de la historia clínica de los pacientes para preservar su integridad y privacidad. El Sector Salud, por otra parte, informó que continuará con el compromiso de cuidar la salud y bienestar de los integrantes de las comunidades indígenas Emberá, por lo que seguirá haciendo el acompañamiento y seguimiento a la comunidad asentada en el Parque Nacional y a las personas egresadas del servicio de salud.
La Secretaría Distrital de Salud reitera el llamado al Gobierno Nacional para que reconozca la emergencia humanitaria que está afectando a esta población. Además, a que desde el Puesto de Mando Unificado (PMU) se tomen decisiones de fondo para que este grupo étnico pueda retornar a su territorio de origen y mejore sus condiciones de vida, para garantizar los derechos, especialmente, de niños, niñas y mujeres.
Situación de los indígenas en Bogotá
Este episodio es otra arista de la preocupante situación de los colectivos étnicos en la ciudad. En diciembre, por ejemplo, se registró la muerte de un menor de edad, también del colectivo Emberá, que ingresó al centro asistencial en avanzado estado de desnutrición tras desmayarse en una estación de Transmilenio.
Pese a que las mesas de retorno han logrado que 500 indígenas de esta comunidad regresen a sus territorios, incluidas 50 familias que llegaron al terminal del Salitre a principios de diciembre, la situación de estos pueblos ancestrales no deja de ser crítica. Mientras que, por un lado, las autoridades adelantan las diligencias pertinentes para retornarlos, hay voces de expertos que abogan por una integración efectiva de estas comunidades al modo de vida urbano.
Lo anterior, dadas las condiciones de violencia latentes en sus asentamientos, y a los vínculos que algunos miembros de estos colectivos étnicos han logrado estrechar con la ciudad. Este frente de acción deberá ser asumido por el nuevo secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, en compañía del Ministerio del Interior y la Unidad de Víctimas. Este triunvirato, hasta el momento, ha sido el encargado de atender, desde diversos frentes, la situación humanitaria de los pueblos indígenas desplazados a Bogotá.
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