Seguridad en Bogotá: ¿la solución es más policías en las calles?
De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Seguridad, en lo corrido de este año el homicidio disminuyó 12,9%, mientras que el hurto a personas aumentó 15%, en comparación con el 2021.
Un joven apuñalado en una estación de Transmilenio durante un atraco y el homicidio de dos policías en medio de una reacción tras una llamada de emergencia, son algunas de las más recientes víctimas que ha dejado la delincuencia común en Bogotá. La inseguridad no es una percepción, estos casos son cada vez más frecuente y desconocer la realidad sería un error institucional que podría seguir cobrando vidas.
De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Seguridad, en lo corrido del año el hurto a personas aumentó un 15%, mientras que el homicidio disminuyó 12,9%, cifras comparadas con el mismo periodo de 2021. A pesar de que se ha celebrado la reducción en asesinatos, “porque se están salvando vidas”, fenómenos como el atraco estarían saliéndose de control a pesar de las tantas estrategias de seguridad que se han implementado.
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Tal y como lo había prometido el Gobierno nacional y el Distrito, la semana pasada llegaron a Bogotá 1.500 nuevos uniformados que tienen precisamente la tarea de combatir esos delitos que han hecho que la seguridad no despegue. Pero, para expertos en la materia, y la misma ciudadanía, ha quedado la pregunta de que si “¿tener un policía en cada esquina es la solución?”.
De acuerdo con Andrés Nieto, exsecretario de Seguridad de Bogotá, la llegada de los 1.500 uniformados tiene tres retos y tres aciertos, y serían parte fundamental para la solución que se está construyendo. Los retos, explica, tienen que ver con la necesidad de distribuir de manera efectiva a los policías, por ejemplo, en el sistema masivo, ya que “allí pueden ocurrir hasta el 30% de los hurtos de la ciudad, entonces requiere una estrategia de seguridad”.
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El segundo y tercer reto, asegura Andrés, tiene que ver con un ajuste al momento de operar para así ganarse la confianza, pues no se trata de solo perseguir al delincuente, sino también tener en cuenta aspectos sociales, que “ayuden a que las personas aprendas a que se tienen que autorregular”.
“En cuanto a los aciertos, es importante destacar que es la primera vez que la capital invierte en la formación de policías en el curso completo. Este programa de becas, que es nuevo, y que además fue replicado por Tolima, Barranquilla, Cundinamarca y Medellín, permite que del recurso propio de la capital se pueda garantizar ese aumento del pie de fuerza y que vaya disminuyendo la brecha del déficit de Policía”.
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“Habrá, también, una descarga en temas como la presión y ansiedad de los uniformados, por lo tanto, tendría que optimizarse el servicio, porque estamos hablando de mejor calidad de vida para ellos. Y por último, es importante mencionar que por el hecho de que estos policías que llegaron a Bogotá tengan que quedarse el doble de tiempo que duró su formación, se generarían lazos de confianza, que es lo que se había perdido con el modelo nacional de vigilancia”, concluyó el experto.
¿Cómo está la seguridad en Bogotá?
Hoy la Secretaría de Seguridad presentó el informe que contiene las cifras con corte a noviembre pasado. Entre las que más llaman la atención son las de homicidio y hurto a personas, si bien el primero está a la baja, el segundo está subiendo como espuma. Pero no todo el panorama es gris. Según el secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, temas como el hurto de automotores, a residencias, a comercio y de bicicletas también están bajando gracias a los planes de seguridad que se vienen adelantando.
Entre las conclusiones que dio la Secretaría de Seguridad, se logró establecer que las localidades de Suba, San Cristóbal, Ciudad Bolívar, Bosa, Engativá y Puente Aranda, “aportaron los mayores índices de violencia por temas relacionados con homicidio, riñas y lesiones personales”. Asimismo, que el 55% de los homicidios que se registraron solo en noviembre (68 casos en total) fueron por hechos relacionados con riñas, y que la concentración de hurto está en Chapinero.
A partir de estos hallazgos, según las autoridades, se redireccionará el trabajo para poder hacerle frente a los focos delictivos que operan en esas zonas, todo con el fin de disminuir los delitos que siguen aumentando, como lo son, además del hurto a personas, las lesiones personales, las hurto a celulares, los delitos sexuales y la violencia intrafamiliar.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Un joven apuñalado en una estación de Transmilenio durante un atraco y el homicidio de dos policías en medio de una reacción tras una llamada de emergencia, son algunas de las más recientes víctimas que ha dejado la delincuencia común en Bogotá. La inseguridad no es una percepción, estos casos son cada vez más frecuente y desconocer la realidad sería un error institucional que podría seguir cobrando vidas.
De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Seguridad, en lo corrido del año el hurto a personas aumentó un 15%, mientras que el homicidio disminuyó 12,9%, cifras comparadas con el mismo periodo de 2021. A pesar de que se ha celebrado la reducción en asesinatos, “porque se están salvando vidas”, fenómenos como el atraco estarían saliéndose de control a pesar de las tantas estrategias de seguridad que se han implementado.
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Tal y como lo había prometido el Gobierno nacional y el Distrito, la semana pasada llegaron a Bogotá 1.500 nuevos uniformados que tienen precisamente la tarea de combatir esos delitos que han hecho que la seguridad no despegue. Pero, para expertos en la materia, y la misma ciudadanía, ha quedado la pregunta de que si “¿tener un policía en cada esquina es la solución?”.
De acuerdo con Andrés Nieto, exsecretario de Seguridad de Bogotá, la llegada de los 1.500 uniformados tiene tres retos y tres aciertos, y serían parte fundamental para la solución que se está construyendo. Los retos, explica, tienen que ver con la necesidad de distribuir de manera efectiva a los policías, por ejemplo, en el sistema masivo, ya que “allí pueden ocurrir hasta el 30% de los hurtos de la ciudad, entonces requiere una estrategia de seguridad”.
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El segundo y tercer reto, asegura Andrés, tiene que ver con un ajuste al momento de operar para así ganarse la confianza, pues no se trata de solo perseguir al delincuente, sino también tener en cuenta aspectos sociales, que “ayuden a que las personas aprendas a que se tienen que autorregular”.
“En cuanto a los aciertos, es importante destacar que es la primera vez que la capital invierte en la formación de policías en el curso completo. Este programa de becas, que es nuevo, y que además fue replicado por Tolima, Barranquilla, Cundinamarca y Medellín, permite que del recurso propio de la capital se pueda garantizar ese aumento del pie de fuerza y que vaya disminuyendo la brecha del déficit de Policía”.
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“Habrá, también, una descarga en temas como la presión y ansiedad de los uniformados, por lo tanto, tendría que optimizarse el servicio, porque estamos hablando de mejor calidad de vida para ellos. Y por último, es importante mencionar que por el hecho de que estos policías que llegaron a Bogotá tengan que quedarse el doble de tiempo que duró su formación, se generarían lazos de confianza, que es lo que se había perdido con el modelo nacional de vigilancia”, concluyó el experto.
¿Cómo está la seguridad en Bogotá?
Hoy la Secretaría de Seguridad presentó el informe que contiene las cifras con corte a noviembre pasado. Entre las que más llaman la atención son las de homicidio y hurto a personas, si bien el primero está a la baja, el segundo está subiendo como espuma. Pero no todo el panorama es gris. Según el secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, temas como el hurto de automotores, a residencias, a comercio y de bicicletas también están bajando gracias a los planes de seguridad que se vienen adelantando.
Entre las conclusiones que dio la Secretaría de Seguridad, se logró establecer que las localidades de Suba, San Cristóbal, Ciudad Bolívar, Bosa, Engativá y Puente Aranda, “aportaron los mayores índices de violencia por temas relacionados con homicidio, riñas y lesiones personales”. Asimismo, que el 55% de los homicidios que se registraron solo en noviembre (68 casos en total) fueron por hechos relacionados con riñas, y que la concentración de hurto está en Chapinero.
A partir de estos hallazgos, según las autoridades, se redireccionará el trabajo para poder hacerle frente a los focos delictivos que operan en esas zonas, todo con el fin de disminuir los delitos que siguen aumentando, como lo son, además del hurto a personas, las lesiones personales, las hurto a celulares, los delitos sexuales y la violencia intrafamiliar.
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