Seguridad: un debate que sigue pendiente en la capital
Tras el pico criminal de agosto, Distrito y Gobierno programaron un consejo de seguridad este miércoles para evaluar las estrategias con las que se piensa debilitar a la delincuencia. Centros de segundas oportunidades y mano dura para la judicialización, algunos de los temas que se plantearán.
En los últimos ocho días en Bogotá han asesinado a 13 personas en riñas, hurtos y casos de sicariato. Pero la lista es más amplia. Esta semana también hubo feminicidios y hasta venganzas que terminaron en homicidios. Ahora, si se habla de robos a mano armada, el caso de un hombre que asegura haber sido atracado tres veces en el mismo punto de la capital podría ser suficiente para tener una lectura del panorama delictivo.
Están por cumplirse dos meses desde que el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, señalara que el primer semestre de este año, y en especial junio, fueron los períodos más seguros de los últimos 20 años en la capital, pero ese alentador anuncio hoy se ve opacado por el repunte criminal en la ciudad.
LEA: En dos años, Bogotá tuvo más homicidios por sicariato que por riñas: Futuros Urbanos
Esas declaraciones del secretario fueron precedidas por el hallazgo de otros cuerpos embolsados, enfrentamientos entre organizaciones que controlan el microtráfico y múltiples denuncias por atracos violentos tanto a establecimientos comerciales como a transeúntes.
La violencia habría escalado a tal punto, que obligó al Distrito y a la recién llegada cúpula de la Policía, encabezada por el comandante de la Metropolitana de Bogotá, brigadier general Carlos Fernando Triana, a adelantar un consejo de seguridad el pasado viernes. Además, se convocó al Gobierno Nacional a un segundo consejo este miércoles para estudiar estrategias que permitan hacerle frente a la delincuencia. Desde el Distrito se piensa en centros de segundas oportunidades y mano dura con las estructuras delictivas.
A pesar de que los hechos criminales que han afectado ciertas localidades no serían prácticas novedosas en la historia criminal de la ciudad, sí dejarían ver una sistematicidad con la que están ocurriendo ataques como ajustes de cuentas y, a la par, se haría evidente el espacio que estarían ganando las estructuras al margen de la ley.
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Para expertos en materia de seguridad y gobierno, como César Andrés Restrepo, lo que está ocurriendo actualmente en la capital es “una oportunidad para dejar atrás la discusión centrada en oleadas de crimen y ocuparse del proceso de ordenamiento criminal que puede conducir a la ciudad hacia escenarios de inseguridad nunca vistos”, dijo en su más reciente columna de El Espectador.
¿Cómo está la seguridad?
Pese a que las cifras son el argumento para demostrar que determinadas acciones policiales habrían tenido efecto positivo, para el ciudadano de a pie la percepción es lo que prima a la hora de calificar la seguridad en Bogotá. Por lo anterior es que cada que se conoce un nuevo homicidio o hurto crece el miedo a salir o la posibilidad de ser la próxima víctima de la delincuencia.
Lo sucedido en los últimos meses, a pesar de ser visto como el escalonamiento de la inseguridad, explica Restrepo, no sería otra cosa que “un pico de criminalidad, eventos que se repiten en el tiempo sin patrones comportamentales o temporales”. El fenómeno al que se refiere se ha dado antes en la capital, cuando a mediados del año pasado se habló de un “efecto rebote” tras la reactivación total luego de la pandemia del covid-19.
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Datos de la Secretaría de Seguridad evidencian que en entre enero y julio de este año se han presentado 564 homicidios, 97 casos menos que el año anterior y siete menos que en 2020. Respaldado en esa comparación es que el Distrito asegura que el primer período de este año fue el más seguro de las últimas dos décadas, pues “la prioridad fue salvar vidas”.
No obstante, las cifras de homicidios en atracos o hurto a personas no cuentan con la misma reducción. En los mismos siete meses de este 2022 se reportaron 339 asesinatos en atracos, 58 casos más que en el año pasado y 138 más que en 2020. En cuanto al hurto a personas, el patrón se repite: 61.663 este año, 58.120 el pasado y 46.633 en 2020.
“En el primer semestre del año la administración logró impactar la dinámica local de crimen y violencia, como lo demuestran los resultados de los registros criminales. Un éxito obtenido gracias a la identificación de estrategias claves para la gestión de la seguridad en períodos de estabilidad. No obstante, la Alcaldía aún tiene pendiente la comprensión de las dinámicas que determinan el contexto de mediano plazo, como lo demuestra la ocurrencia periódica de picos de criminalidad como el de agosto”, agregó Restrepo.
El centro de pensamiento Futuros Urbanos, por medio de dos análisis, advirtió la precaria situación en temas de seguridad en Bogotá. El primero fue “Pulso de bienestar urbano”, en donde por medio de 13 preguntas se habló sobre gestión pública, coyuntura urbana, bienestar urbano y entorno político. La gran conclusión es que la capital se “raja en seguridad y movilidad”.
Otro informe, revelado esta semana, indica que el sicariato “ha sido la causa más común de homicidio en Bogotá en lo corrido del año. De 475 homicidios registrados en el primer semestre, 282 tuvieron relación con este fenómeno de inseguridad, es decir, 6 de cada 10. Además, según la investigación, la capital es la segunda ciudad con mayor número de casos de sicariato en este año, por debajo de Cali, que tuvo 430 hechos, y por encima de Barranquilla, que tuvo 158, Cartagena (129) y Medellín (107).
El consejo de seguridad
Según la alcaldesa Claudia López, en el consejo de seguridad del pasado viernes se habló sobre la más reciente masacre, de la que fueron víctimas tres hombres, entre los 25 y 45 años, en Kennedy, y por la que hay una investigación en curso. Lo mismo se dijo sobre los cuerpos hallados en bolsas y, algunos, con signos de tortura.
En dicha reunión también se avanzó en el informe que se le presentará hoy al presidente de la República, Gustavo Petro, en el que se tocan temas como la estrategia de seguridad que se ha adelantado en la capital, el panorama de las mafias y el crimen, y las propuestas que tienen en materia de justicia.
En contexto: Con heridas de bala fueron encontrados dos cadáveres en distintos puntos de Bogotá
Previo a la reunión con el Gobierno, la alcaldesa López, en compañía de varios alcaldes de Asocapitales, tuvo este martes una reunión con el ministro de Justicia, Néstor Osuna, a quien le presentaron dos iniciativas: una ley de judicialización de delitos con centros de segundas oportunidades y otra ley de judicialización de bandas criminales con cárceles. Dos temas que, con seguridad, conocerá de primera mano Gustavo Petro.
“Entre menos desempleo, pobreza y más oportunidades, menos problemas de seguridad tendremos, y queremos perseverar en ese camino”, dijo López la semana pasada, y agregó que “la efectiva judicialización de los criminales es lo que, en buena medida, nos va a evitar las vendettas criminales”. Sin embargo, las declaraciones se dan semanas más tarde de conocer dos fugas en centros de reclusión en Bogotá. Con esto: ¿judicializar y encarcelar será la solución?
Con este panorama, Restrepo propone que para avanzar sobre lo que ha alcanzado el Distrito en temas de seguridad y control, “será necesario intensificar el trabajo en definición del sistema criminal. La Secretaría de Seguridad debe disponer de todas sus capacidades de análisis para caracterizar las dinámicas criminales, identificar a las organizaciones y sus líderes, así como asociar su responsabilidad con actos contra los ciudadanos y la ciudad”.
Agrega el experto, que es vital definir el mapa de incidencia de las organizaciones delictivas para pensar en una acción que limite los espacios de operatividad del crimen, acompañado de una alianza entre institución y ciudadanía para anticipar y neutralizar situaciones de delincuencia.
Sobre este escenario, se espera que la reunión programada para hoy entre el Distrito y el Gobierno Nacional marque la pauta de una nueva estrategia de seguridad, con decisiones de fondo que permitan no solo disminuir las cifras de criminalidad, sino mejorar la percepción de seguridad en la ciudad.
En los últimos ocho días en Bogotá han asesinado a 13 personas en riñas, hurtos y casos de sicariato. Pero la lista es más amplia. Esta semana también hubo feminicidios y hasta venganzas que terminaron en homicidios. Ahora, si se habla de robos a mano armada, el caso de un hombre que asegura haber sido atracado tres veces en el mismo punto de la capital podría ser suficiente para tener una lectura del panorama delictivo.
Están por cumplirse dos meses desde que el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, señalara que el primer semestre de este año, y en especial junio, fueron los períodos más seguros de los últimos 20 años en la capital, pero ese alentador anuncio hoy se ve opacado por el repunte criminal en la ciudad.
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Esas declaraciones del secretario fueron precedidas por el hallazgo de otros cuerpos embolsados, enfrentamientos entre organizaciones que controlan el microtráfico y múltiples denuncias por atracos violentos tanto a establecimientos comerciales como a transeúntes.
La violencia habría escalado a tal punto, que obligó al Distrito y a la recién llegada cúpula de la Policía, encabezada por el comandante de la Metropolitana de Bogotá, brigadier general Carlos Fernando Triana, a adelantar un consejo de seguridad el pasado viernes. Además, se convocó al Gobierno Nacional a un segundo consejo este miércoles para estudiar estrategias que permitan hacerle frente a la delincuencia. Desde el Distrito se piensa en centros de segundas oportunidades y mano dura con las estructuras delictivas.
A pesar de que los hechos criminales que han afectado ciertas localidades no serían prácticas novedosas en la historia criminal de la ciudad, sí dejarían ver una sistematicidad con la que están ocurriendo ataques como ajustes de cuentas y, a la par, se haría evidente el espacio que estarían ganando las estructuras al margen de la ley.
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Para expertos en materia de seguridad y gobierno, como César Andrés Restrepo, lo que está ocurriendo actualmente en la capital es “una oportunidad para dejar atrás la discusión centrada en oleadas de crimen y ocuparse del proceso de ordenamiento criminal que puede conducir a la ciudad hacia escenarios de inseguridad nunca vistos”, dijo en su más reciente columna de El Espectador.
¿Cómo está la seguridad?
Pese a que las cifras son el argumento para demostrar que determinadas acciones policiales habrían tenido efecto positivo, para el ciudadano de a pie la percepción es lo que prima a la hora de calificar la seguridad en Bogotá. Por lo anterior es que cada que se conoce un nuevo homicidio o hurto crece el miedo a salir o la posibilidad de ser la próxima víctima de la delincuencia.
Lo sucedido en los últimos meses, a pesar de ser visto como el escalonamiento de la inseguridad, explica Restrepo, no sería otra cosa que “un pico de criminalidad, eventos que se repiten en el tiempo sin patrones comportamentales o temporales”. El fenómeno al que se refiere se ha dado antes en la capital, cuando a mediados del año pasado se habló de un “efecto rebote” tras la reactivación total luego de la pandemia del covid-19.
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Datos de la Secretaría de Seguridad evidencian que en entre enero y julio de este año se han presentado 564 homicidios, 97 casos menos que el año anterior y siete menos que en 2020. Respaldado en esa comparación es que el Distrito asegura que el primer período de este año fue el más seguro de las últimas dos décadas, pues “la prioridad fue salvar vidas”.
No obstante, las cifras de homicidios en atracos o hurto a personas no cuentan con la misma reducción. En los mismos siete meses de este 2022 se reportaron 339 asesinatos en atracos, 58 casos más que en el año pasado y 138 más que en 2020. En cuanto al hurto a personas, el patrón se repite: 61.663 este año, 58.120 el pasado y 46.633 en 2020.
“En el primer semestre del año la administración logró impactar la dinámica local de crimen y violencia, como lo demuestran los resultados de los registros criminales. Un éxito obtenido gracias a la identificación de estrategias claves para la gestión de la seguridad en períodos de estabilidad. No obstante, la Alcaldía aún tiene pendiente la comprensión de las dinámicas que determinan el contexto de mediano plazo, como lo demuestra la ocurrencia periódica de picos de criminalidad como el de agosto”, agregó Restrepo.
El centro de pensamiento Futuros Urbanos, por medio de dos análisis, advirtió la precaria situación en temas de seguridad en Bogotá. El primero fue “Pulso de bienestar urbano”, en donde por medio de 13 preguntas se habló sobre gestión pública, coyuntura urbana, bienestar urbano y entorno político. La gran conclusión es que la capital se “raja en seguridad y movilidad”.
Otro informe, revelado esta semana, indica que el sicariato “ha sido la causa más común de homicidio en Bogotá en lo corrido del año. De 475 homicidios registrados en el primer semestre, 282 tuvieron relación con este fenómeno de inseguridad, es decir, 6 de cada 10. Además, según la investigación, la capital es la segunda ciudad con mayor número de casos de sicariato en este año, por debajo de Cali, que tuvo 430 hechos, y por encima de Barranquilla, que tuvo 158, Cartagena (129) y Medellín (107).
El consejo de seguridad
Según la alcaldesa Claudia López, en el consejo de seguridad del pasado viernes se habló sobre la más reciente masacre, de la que fueron víctimas tres hombres, entre los 25 y 45 años, en Kennedy, y por la que hay una investigación en curso. Lo mismo se dijo sobre los cuerpos hallados en bolsas y, algunos, con signos de tortura.
En dicha reunión también se avanzó en el informe que se le presentará hoy al presidente de la República, Gustavo Petro, en el que se tocan temas como la estrategia de seguridad que se ha adelantado en la capital, el panorama de las mafias y el crimen, y las propuestas que tienen en materia de justicia.
En contexto: Con heridas de bala fueron encontrados dos cadáveres en distintos puntos de Bogotá
Previo a la reunión con el Gobierno, la alcaldesa López, en compañía de varios alcaldes de Asocapitales, tuvo este martes una reunión con el ministro de Justicia, Néstor Osuna, a quien le presentaron dos iniciativas: una ley de judicialización de delitos con centros de segundas oportunidades y otra ley de judicialización de bandas criminales con cárceles. Dos temas que, con seguridad, conocerá de primera mano Gustavo Petro.
“Entre menos desempleo, pobreza y más oportunidades, menos problemas de seguridad tendremos, y queremos perseverar en ese camino”, dijo López la semana pasada, y agregó que “la efectiva judicialización de los criminales es lo que, en buena medida, nos va a evitar las vendettas criminales”. Sin embargo, las declaraciones se dan semanas más tarde de conocer dos fugas en centros de reclusión en Bogotá. Con esto: ¿judicializar y encarcelar será la solución?
Con este panorama, Restrepo propone que para avanzar sobre lo que ha alcanzado el Distrito en temas de seguridad y control, “será necesario intensificar el trabajo en definición del sistema criminal. La Secretaría de Seguridad debe disponer de todas sus capacidades de análisis para caracterizar las dinámicas criminales, identificar a las organizaciones y sus líderes, así como asociar su responsabilidad con actos contra los ciudadanos y la ciudad”.
Agrega el experto, que es vital definir el mapa de incidencia de las organizaciones delictivas para pensar en una acción que limite los espacios de operatividad del crimen, acompañado de una alianza entre institución y ciudadanía para anticipar y neutralizar situaciones de delincuencia.
Sobre este escenario, se espera que la reunión programada para hoy entre el Distrito y el Gobierno Nacional marque la pauta de una nueva estrategia de seguridad, con decisiones de fondo que permitan no solo disminuir las cifras de criminalidad, sino mejorar la percepción de seguridad en la ciudad.