Sergio Urrego se graduó con honores
No cesa el drama por el joven de 16 años que se suicidó el pasado 4 de agosto, después de ser discriminado por las directivas de su colegio por su orientación sexual.
Redacción Bogotá
Fueron pocas las sillas que quedaron vacías del auditorio Alberto Lleras Camargo, de la Universidad de los Andes, donde se realizó el grado póstumo de Sergio David Urrego Reyes, el joven de 16 años que se suicidó el pasado 4 de agosto, después de ser discriminado por las directivas de su colegio por su orientación sexual.
Todos los asistentes se pusieron de pie para recibir a los padres del joven, Alba Reyes y Robert Urrego, quienes al entrar al auditorio cargaron la toga y el birrete que, según ellos, debía llevar su hijo, quien de haber estado vivo estaría cumpliendo justo ayer 17 años.
“Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar”. Con esa frase de Friedrich Nietzsche empezó la ceremonia, en la que Alba y Robert recibieron el diploma de su hijo Sergio como bachiller académico y el reconocimiento Honoris Causa otorgados por los colegios Normandía y Agustín Nieto Caballero, no sólo por su excelencia académica, sino en nombre de su lucha que buscaba acabar con la “enfermedad” de la discriminación, que padecen muchas instituciones educativas del país, contó Alba.
Los sentimientos de alegría y de tristeza se mezclaban entre los asistentes. Las personas no sabían si felicitar a los padres por el logro de su hijo o si expresarles su tristeza por su ausencia. Así que los abrazos y las lágrimas fueron la manera como sus familiares y amigos les expresaron su apoyo y solidaridad. Además, de la repetición de la frase que este estudiante inmortalizó en el país: “Mi sexualidad no es mi pecado, es mi propio paraíso”.
En la ceremonia intervino Mauricio Albarracín, director de Colombia Diversa, quien resaltó la importancia del legado de Sergio. “Leer para liberarse, porque en los libros no sólo se visitan otros lugares, sino también los sueños” fue, finalmente, el mensaje que para él dejó el estudiante, además de continuar el debate por la educación en Colombia.
- Listo proyecto de fallo en caso de Sergio Urrego
En la Secretaría del Consejo de Estado se radicó el proyecto de fallo de la apelación que presentó Alba Reyes (madre de Sergio Urrego) contra la tutela que en primera instancia decidió el Tribunal de Cundinamarca y en la que, si bien confirmó que al joven lo discriminaron en su colegio por su orientación sexual, la decisión fue insuficiente al no ordenar una reparación simbólica para su hijo. Por eso, aunque se no se conoce el sentido de la decisión, de segunda instancia, la madre del joven espera que el alto tribunal atienda su solicitud de ordenar una reparación para su hijo a través del grado póstumo y el ofrecimiento de disculpas públicas. Además, que ordene modificar el manual de convivencia y hacer seguimiento al cumplimiento de la Ley de Convivencia Escolar, especialmente a la garantía de no discriminación por género, orientación e identidad sexual.
Pero, sin duda, una de las intervenciones más emotivas fue la del mejor amigo de Sergio, Javier Robles, quien lo describió como un hombre que no se acomodó nunca a lo establecido, que pocas veces perdía una discusión y que creía y defendía fielmente las libertades individuales. “Sergio, el rebelde. Esa fue tu esencia. Estabas destinado a triunfar”, afirmó Javier.
Luego se exhibió un video con los mejores momentos. Viajes a Cuba, bailes en el colegio, paseos con su abuela, fotos con su madre y su gato, las cuales conmovieron a todos los asistentes.
Al final, su madre cerró la ceremonia agradeciendo el gesto de los dos colegios y la ayuda constante de Colombia Diversa. “Día tras día nuestros niños son empujados a saltar al vacío de un abismo sin final. Sin darnos cuenta de que la intimidación, la humillación y la incitación al maltrato no son de los niños, sino de los adultos, que no son capaces de romper sus propios paradigmas, donde no se reconoce el respeto”, manifestó con una voz firme.
Alba finalizó su discurso diciendo que la lucha de su hijo iba a pasar a sus manos para que un caso como éste jamás se vuelva a repetir.
Fueron pocas las sillas que quedaron vacías del auditorio Alberto Lleras Camargo, de la Universidad de los Andes, donde se realizó el grado póstumo de Sergio David Urrego Reyes, el joven de 16 años que se suicidó el pasado 4 de agosto, después de ser discriminado por las directivas de su colegio por su orientación sexual.
Todos los asistentes se pusieron de pie para recibir a los padres del joven, Alba Reyes y Robert Urrego, quienes al entrar al auditorio cargaron la toga y el birrete que, según ellos, debía llevar su hijo, quien de haber estado vivo estaría cumpliendo justo ayer 17 años.
“Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar”. Con esa frase de Friedrich Nietzsche empezó la ceremonia, en la que Alba y Robert recibieron el diploma de su hijo Sergio como bachiller académico y el reconocimiento Honoris Causa otorgados por los colegios Normandía y Agustín Nieto Caballero, no sólo por su excelencia académica, sino en nombre de su lucha que buscaba acabar con la “enfermedad” de la discriminación, que padecen muchas instituciones educativas del país, contó Alba.
Los sentimientos de alegría y de tristeza se mezclaban entre los asistentes. Las personas no sabían si felicitar a los padres por el logro de su hijo o si expresarles su tristeza por su ausencia. Así que los abrazos y las lágrimas fueron la manera como sus familiares y amigos les expresaron su apoyo y solidaridad. Además, de la repetición de la frase que este estudiante inmortalizó en el país: “Mi sexualidad no es mi pecado, es mi propio paraíso”.
En la ceremonia intervino Mauricio Albarracín, director de Colombia Diversa, quien resaltó la importancia del legado de Sergio. “Leer para liberarse, porque en los libros no sólo se visitan otros lugares, sino también los sueños” fue, finalmente, el mensaje que para él dejó el estudiante, además de continuar el debate por la educación en Colombia.
- Listo proyecto de fallo en caso de Sergio Urrego
En la Secretaría del Consejo de Estado se radicó el proyecto de fallo de la apelación que presentó Alba Reyes (madre de Sergio Urrego) contra la tutela que en primera instancia decidió el Tribunal de Cundinamarca y en la que, si bien confirmó que al joven lo discriminaron en su colegio por su orientación sexual, la decisión fue insuficiente al no ordenar una reparación simbólica para su hijo. Por eso, aunque se no se conoce el sentido de la decisión, de segunda instancia, la madre del joven espera que el alto tribunal atienda su solicitud de ordenar una reparación para su hijo a través del grado póstumo y el ofrecimiento de disculpas públicas. Además, que ordene modificar el manual de convivencia y hacer seguimiento al cumplimiento de la Ley de Convivencia Escolar, especialmente a la garantía de no discriminación por género, orientación e identidad sexual.
Pero, sin duda, una de las intervenciones más emotivas fue la del mejor amigo de Sergio, Javier Robles, quien lo describió como un hombre que no se acomodó nunca a lo establecido, que pocas veces perdía una discusión y que creía y defendía fielmente las libertades individuales. “Sergio, el rebelde. Esa fue tu esencia. Estabas destinado a triunfar”, afirmó Javier.
Luego se exhibió un video con los mejores momentos. Viajes a Cuba, bailes en el colegio, paseos con su abuela, fotos con su madre y su gato, las cuales conmovieron a todos los asistentes.
Al final, su madre cerró la ceremonia agradeciendo el gesto de los dos colegios y la ayuda constante de Colombia Diversa. “Día tras día nuestros niños son empujados a saltar al vacío de un abismo sin final. Sin darnos cuenta de que la intimidación, la humillación y la incitación al maltrato no son de los niños, sino de los adultos, que no son capaces de romper sus propios paradigmas, donde no se reconoce el respeto”, manifestó con una voz firme.
Alba finalizó su discurso diciendo que la lucha de su hijo iba a pasar a sus manos para que un caso como éste jamás se vuelva a repetir.