Comerciante es asesinado a tiros en la localidad de Fontibón

Cuando restaban apenas unas horas para cerrar su licorería, y así culminar una jornada más de trabajo, Eduard Camacho recibió la visita de un cliente sospechoso que se le acercó para preguntar por una botella de licor.

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El comerciante, que llevaba varios años atendiendo su negocio en el barrio El Refugio, de la localidad de Fontibón, recibió a esta persona como solía hacerlo con todos los clientes que visitaban su licorería en busca de bebidas embriagantes. En ese instante, el individuo al que aún están tratando de identificar las autoridades, le pidió a Eduard una botella exhibida en la estantería principal.

Para atender el pedido, el comerciante de 43 años se giró a la vitrina que se encontraba detrás para alcanzar la botella. En ese momento, cuando estaba de espaldas y en total indefensión, el cliente que resultó siendo un sicario comenzó a dispararle en varias oportunidades.

En instantes, Eduard se desplomó en el piso de su negocio luego de que uno de los impactos de bala se alojara en la parte occipital de su cabeza. El estruendo de las balas alertó a los vecinos del sector, que de inmediato llamaron a la Policía y levantaron gritos de auxilio para socorrer al comerciante recién baleado. Entre tanto, el sicario aprovechó el pánico de las personas en el lugar para huir por una de las esquinas del barrio.

Camacho todavía se encontraba con vida cuando la Policía y una ambulancia llegaron a su local para atender la emergencia. De inmediato, el comerciante malherido fue trasladado al Hospital de Fontibón, en donde falleció minutos después debido la gravedad de las heridas. En especial la de su cabeza, que terminó por arrebatarle toda posibilidad de luchar por su vida.

Con base en las pesquisas preliminares adelantadas por las autoridades y el interrogatorio a los vecinos del establecimiento comercial, los primeros indicios apuntan a que el sicariato fue la ejecución de unas amenazas previas que Camacho había recibido durante los últimos días provenientes de una banda de extorsionistas que opera en el sector. Sin embargo, esta hipótesis aún está siendo verificada por los investigadores asignados al caso.

En lo corrido de 2023, la Fiscalía ha registrado 932 homicidios en la capital del país. Bajo la modalidad de sicariato, el ente investigador reporta un total de 364 casos. Las localidades de Bosa (94), Ciudad Bolívar(198) y Kennedy (135) son las más afectadas por el flagelo del homicidio.

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En instantes, Eduard se desplomó en el piso de su negocio luego de que uno de los impactos de bala se alojara en la parte occipital de su cabeza. El estruendo de las balas alertó a los vecinos del sector, que de inmediato llamaron a la Policía y levantaron gritos de auxilio para socorrer al comerciante recién baleado. Entre tanto, el sicario aprovechó el pánico de las personas en el lugar para huir por una de las esquinas del barrio.

Camacho todavía se encontraba con vida cuando la Policía y una ambulancia llegaron a su local para atender la emergencia. De inmediato, el comerciante malherido fue trasladado al Hospital de Fontibón, en donde falleció minutos después debido la gravedad de las heridas. En especial la de su cabeza, que terminó por arrebatarle toda posibilidad de luchar por su vida.

Con base en las pesquisas preliminares adelantadas por las autoridades y el interrogatorio a los vecinos del establecimiento comercial, los primeros indicios apuntan a que el sicariato fue la ejecución de unas amenazas previas que Camacho había recibido durante los últimos días provenientes de una banda de extorsionistas que opera en el sector. Sin embargo, esta hipótesis aún está siendo verificada por los investigadores asignados al caso.

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