Fachada de BPM, un after party de Chapinero que figura como un sindicato.
Foto: Mauricio Alvarado
Vivir cerca de bares o discotecas puede ser un martirio. Imagínese llegar a casa, un jueves y tener que escuchar toda la noche la fiesta, en un bar tipo rooftoop, porque dicha estructura no cuenta con aislamiento de ruido. Ahora, imagine vivir lo mismo al día siguiente, al siguiente y al siguiente hasta que el calendario marca el lunes a las 6:00 a.m. A veces, la fiesta dura hasta el martes.
Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com