Sistema del cuidado: un respiro a las mujeres cuidadoras
Con las “Manzanas del cuidado”, las bogotanas han podido descansar de sus labores para enfocarse en su educación y bienestar.
Laura C. Peralta Giraldo
Cocinar, lavar, planchar y cuidar niños, niñas y adultos mayores son actividades que pocos valoran como un trabajo que debería ser compensado. En Bogotá, cerca del 30 % de las mujeres se dedican exclusivamente a los trabajos de cuidado no remunerado, lo que ha llevado a muchas a abandonar sus estudios, sus aspiraciones profesionales y reducir su tiempo para el ocio y el autocuidado.
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Cocinar, lavar, planchar y cuidar niños, niñas y adultos mayores son actividades que pocos valoran como un trabajo que debería ser compensado. En Bogotá, cerca del 30 % de las mujeres se dedican exclusivamente a los trabajos de cuidado no remunerado, lo que ha llevado a muchas a abandonar sus estudios, sus aspiraciones profesionales y reducir su tiempo para el ocio y el autocuidado.
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Ante este panorama, que a lo largo de los años parece no haber cambiado significativamente, Bogotá se convirtió en 2020 en la primera ciudad en Latinoamérica en adoptar un sistema para reconocer la importancia de estas labores, así como para distribuir su carga y liberar tiempo a muchas de estas mujeres.
El Sistema Distrital de Cuidado ha venido tomando forma a lo largo de estos dos años de implementación, ofreciéndoles a las mujeres servicios de formación y bienestar. En términos generales, el año 2022 fue positivo para esta iniciativa. Sin embargo, aún son varios los retos que se deben afrontar, si la idea es que perdure en las próximas administraciones.
“Ninguna persona hubiera sobrevivido sin que alguien, en algún momento, lo hubiera cuidado, alimentado y bañado. El cuidado es lo que nos mantiene vivos como sociedad, pero es el trabajo más invisibilizado y menos valorado”, señala Diana Rodríguez Franco, secretaria de la Mujer, una de las entidades que lidera esta estrategia en el Distrito.
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Con esto, Rodríguez expone lo que ha sido uno de los principales desafíos del sistema: el reconocimiento ciudadano. Actualmente muchos capitalinos desconocen qué son las “Manzanas del cuidado” y las otras estrategias del sistema. Eso sí, el reconocimiento lo ha recibido del Gobierno Nacional, que estudia la posibilidad de implementar en el país un sistema similar, y de organizaciones como Bloomberg Philanthropies, que en 2022 le otorgó un estímulo simbólico y económico, al ser una “innovación urbana”.
“Manzanas del cuidado”
“Alrededor de 1,2 millones de mujeres en Bogotá se dedican casi que exclusivamente al cuidado, con un promedio de 10 horas al día. De ellas, el 70 % tiene un máximo nivel educativo de secundaria; el 20 % tiene enfermedades crónicas de salud mental y física, derivadas de la sobrecarga de labores, y el 33 % dice no tener tiempo libre para el autocuidado”, explica la secretaria de la Mujer.
Teniendo en cuenta estas cifras, las “Manzanas del cuidado”, además de ser la apuesta más grande del sistema, se han convertido en espacios físicos a los que pueden asistir las mujeres y dejar a los niños, personas con discapacidad o adultos mayores bajo el cuidado de profesionales, mientras ellas reciben clases, chequeos médicos y hacen ejercicio o alguna actividad lúdica.
“Hemos atendido a más de 2.000 mujeres en prevención y eliminación de violencias, realizado más de 7.000 atenciones con nuestras rutas de empleo y emprendimiento y 1.781 atenciones médicas”, señala el Distrito. Debido a la importancia de las “Manzanas”, la alcaldesa Claudia López se comprometió a dejar 20 espacios como estos antes de finalizar su mandato. Hasta la fecha se han puesto en marcha 15.
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Pero las llamadas “Manzanas” no son las únicas estrategias. En 2022, por ejemplo, se pusieron en marcha los “Buses del cuidado”, vehículos que prestan servicios similares en las zonas rurales de la capital, plan que se complementa con otra estrategia denominada “Cuidado casa a casa”, que llega hasta el domicilio de la cuidadora, para realizar las actividades de aseo y cuidado, mientras que una pedagoga acompaña a la mujer y la guía para que se forme en un curso ofrecido por la Universidad Nacional.
“Hombres al cuidado”
En la capital, nueve de cada diez mujeres hacen trabajos de cuidado no remunerados frente a seis de cada diez hombres. Buscando que los hombres también asuman responsabilidades en sus hogares, el año pasado surgió la escuela de “Hombres al cuidado”, en articulación con la estrategia “A cuidar se aprende”.
La idea es concientizarlos a ellos sobre las labores de cuidado equitativas y se les enseña a limpiar, a cocinar y se brindan herramientas para el cuidado de otras personas. Adicionalmente, en los cursos también se dialoga frente a la masculinidad, las violencias de género y el machismo. Según la Secretaría de la Mujer, más de 2.800 hombres participaron en los talleres durante 2022.
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Retos para este 2023
Lo que ha demostrado el Sistema Distrital de Cuidados es que debe de ir más allá de la sola prestación de servicios y empezar a analizar alternativas, como la remuneración económica para las cuidadoras y su inclusión en el sistema pensional, como sí pasa en otros países.
Aunque la estrategia está naciendo, parece tener proyección nacional. La secretaria de la Mujer afirma que han avanzado conversaciones con la vicepresidenta Francia Márquez para estudiar el modelo a escala nacional. “Queremos también que el sistema quede lo suficientemente apropiado en la ciudadanía para que no se borre en la siguiente administración y que se vuelva un programa de ciudad y no de gobierno”, asegura Rodríguez.
La estrategia está sembrada, y ahora el mayor reto será que trascienda, para que dé frutos. Pero esto solo ocurrirá cuando los mismos bogotanos legitimen y reconozcan la importancia de darles un respiro a quienes se han dedicado a las labores de cuidado sin recibir nada a cambio.
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