Subred Centro Oriente: la crisis que termina en intervención “sorpresa”
La Superintendencia afirma que se garantizarán los servicios y derechos de los trabajadores mientras el Distrito respeta la intervención, pero busca cómo enfrentarla, y Galán sintió minada su soberanía. Los trabajadores, entre dudas, esperan que mejore la situación en los hospitales. Así se llegó a este punto.
Juan Camilo Parra
A las 11:00 a.m. del 7 de mayo la Superintendencia de Salud inició la intervención forzosa y administrativa para tomar el control de la Subred de Salud Centro Oriente de Bogotá, que tiene a cargo cinco hospitales, 14 centros de salud y tres sedes administrativas, que benefician a casi un millón y medio de habitantes. La decisión tomó por sorpresa a la administración de Carlos Fernando Galán, que paradójicamente presentaba en ese momento ante el Concejo el nuevo modelo de salud que propone en su Plan de Desarrollo.
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A las 11:00 a.m. del 7 de mayo la Superintendencia de Salud inició la intervención forzosa y administrativa para tomar el control de la Subred de Salud Centro Oriente de Bogotá, que tiene a cargo cinco hospitales, 14 centros de salud y tres sedes administrativas, que benefician a casi un millón y medio de habitantes. La decisión tomó por sorpresa a la administración de Carlos Fernando Galán, que paradójicamente presentaba en ese momento ante el Concejo el nuevo modelo de salud que propone en su Plan de Desarrollo.
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La decisión llevó al alcalde a pedir al Gobierno “respeto” por la autonomía de su Alcaldía, la cual sintió minada, en especial porque estaba convencido de que la reunión que había sostenido una semana antes con la Superintendencia, en la que presentaron un plan de mejora, había sido exitosa. En aquel encuentro, afirmó el secretario de Salud, Gerson Bermont, explicaron como recuperarían financieramente a las subredes. Aun así, se ejecutó la intervención sin previo aviso. De ahí la molestia con la toma de la red, que atiende seis localidades.
Por su parte, el superintendente y exconcejal de Bogotá, Luis Carlos Leal, no tardó en responderle al Distrito, señalando al mandatario de no haber hecho lo suficiente para mermar la crisis a tiempo, a pesar de que la conocía. “Hay cosas que se pudieron haber mejorado, alcalde”, dijo. El talento humano de la subred también se sorprendió, solo que ellos, que ya tenían el agua hasta el cuello con los líos financieros, las renuncias de personal, demoras en pagos y desabastecimiento de medicamentos básicos, presentían que algo debía pasar.
Ante las enormes dudas de lo que pasará, en la noche del martes el agente interventor, Óscar Gálvez, aplacó las aguas señalando que no habría mayores cambios durante el año que durará la intervención. Sobre el plan del Distrito indicó que “no fueron contundentes y, debido a la gravedad de los hallazgos, la Superintendencia decidió intervenir”. Al margen, la Alcaldía señaló que no recibió comentarios frente a su plan de mejora.
“El motivo de la intervención es estabilizar financiera y administrativamente la subred. En auditorías anteriores se revisaron unos hallazgos que, a su vez, fueron concertados con la entidad. Durante tres días haremos el levantamiento de la información y se revisará qué se necesita. Haremos lo necesario para garantizar el servicio de manera segura”, añadió el interventor.
Crisis prolongada
No era un secreto la crítica situación financiera de la subred Centro Oriente, que genera pérdidas mensuales de $5.000 millones, ni las visitas que desde hace más de un año realiza la Supersalud a los hospitales de la red, acciones que sin duda evocan la pregunta que le hizo una trabajadora al interventor: “¿por qué la Supersalud no actuó antes, si el problema era tan grave?”. El funcionario no pudo responderla.
Doris González, presidenta del Sindicato Nacional de Salud Seguridad Social -Sindess- a nivel nacional, lleva más de 36 años trabajando en el área de odontología en la subred Centro Oriente. Señala que desde que se conformaron las subredes de salud en 2016, se ha ido, marchitando la red pública de salud. “La crisis se venía contiendo hace años. Hemos vivido las reorganizaciones que nos han vendido en otras administraciones, para mejorar el sistema. Incluso, desde la que inició Enrique Peñalosa en su primera administración, reorganizando el sistema con 22 hospitales. Volvió a una nueva administración y nos presentó las cuatro subredes argumentando que los hospitales no eran viables. Como sindicatos nos hemos opuesto a estas reingenierías desde la primera, y la historia nos da la razón”
Y agrega: “En este momento, la situación se volvió insostenible debido a la deficiente gerencia financiera de la subred. El martes que empezó la intervención, no había ni un insumo para laboratorio clínico, ni agujas para anestesiar. En la agenda de mayo no hay citas, porque no hay cómo atender”, indicó la presidenta del sindicato a El Espectador.
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Salud y política
Luis Gonzalo Morales, exsecretario de Salud de Enrique Peñalosa, estuvo a la cabeza de la reorganización del sistema de salud bogotano, que conformó las cuatro Subredes. Desde su punto de vista, no hay “justificación técnica ni de ningún tipo a la intervención. Hay problemas administrativos y financieros, pero ese común en los hospitales públicos del país. El 40 % tienen riesgo financiero alto. Esta Subred tiene un riesgo bajo”, dijo.
Añade que detrás de la intervención hay un claro objetivo del presidente Gustavo Petro: concretar la compra del Hospital San Juan de Dios, apuesta obstaculizada por los contratos que suscribió la pasada administración, a través de la Subred Centro Oriente, para demoler el complejo. “Hay una intención del Gobierno de apoderarse de esa subred exclusivamente para poder tomar decisiones frente al contrato del San Juan de Dios”, indicó González. Sobre la intención de Petro de comprar el histórico centro asistencial y evitar su demolición, Bermont señaló que el Distrito está dispuesto a vender los terrenos a la nación, pero con todo y la deuda del contrato que dejó la pasada administración, por más de $500.000 millones.
Aunque la intervención y el momento en el que se desarrolla causa suspicacia, tanto la Supersalud como el Distrito reconocen la grave situación de la subred. Los hallazgos de la Superintendencia resumen deficiencias “como falta de medicamentos, dispositivos médicos e insumos, que propician la descompensación de las patologías crónicas de los pacientes”, dice la resolución que justifica la intervención. Se señala también el déficit de $66.482 millones al cierre de 2023 y las reiteradas sugerencias que no cumplió la pasada administración en 2022
Por su lado, la Contraloría halló siete incidencias fiscales y dos penales, relacionadas con una mala gestión, con pérdidas absurdas de, por ejemplo, más de $3.700 millones por el elefante blanco del CAP Bravo Páez. En suma, no es difícil justificar la intervención, pero la consecuencia política seguirá generando fricciones, aún tempranas para esta administración, con el Gobierno Nacional. “Es un alcalde que acaba de llegar y se reunió con el superintendente a quien le demostró disposición de continuar trabajando articuladamente. Por eso, es por lo mínimo, un acto de descortesía”, indicó el exsecretario de Salud.
Galán ya sentó su posición y aunque respeta la decisión, le “preocupa” que el Gobierno interceda en la soberanía de la ciudad. Parece, sin embargo, que el asunto no parará ahí, pues este miércoles 8 de mayo, en el Concejo, el secretario de Salud dejó abierta la puerta a una respuesta más contundente del Distrito por “recuperar” la red.
“Seguimos teniendo cuatro Subredes, seguimos trabajando con el interventor mientras así sea, o en la recuperación de nuestra subred como esperamos hacerlo rápidamente, con las revisiones jurídicas y técnicas, que estamos estableciendo. El Distrito seguirá atendiendo a todos los bogotanos incluyendo los de la subred Centro Oriente”, concluyó.
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