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Varios taxistas protagonizaron en la madrugada de este viernes un bloqueo al norte de Bogotá, más exactamente en la calle 183 con Autopista Norte, para protestar en contra de los taxis de servicio especial (blancos), como transporte público ordinario a través de la plataforma Uber. (Vea: Más allá de inmovilizar: batalla entre Uber y taxistas)
Los conductores cerraron la vía con el fin de realizar lo que denominaron controles al “servicio de la ilegalidad” prestado por dichos vehículos. Por ello buscaban que los pasajeros que se aprestaban a salir del festival musical Estereo Picnic y abordaran dicho servicio se bajaran de estos autos.
“Estamos protestando en todo el país, esto no es solo en Bogotá. En Bogotá bloqueamos la Autopista Norte a la altura de la 222, el motivo es por la piratería, por la seguridad, porque hay carros particulares trabajando como taxis. Y por eso es que viene el paro nacional de transporte el día lunes 16”, aseguró Fredy Contreras, vocero de los taxistas, en entrevistas con Blu Radio.
Y es que Uber realizó un trabajo de mercadeo con el fin de llamar a usuarios al uso de la plataforma en medio del evento musical, que se realiza este jueves viernes y sábado, y que cuenta con la asistencia de cientos de jóvenes; varios de los compradores de las entradas al evento musical recibieron un bono de 30 mil pesos que eran redimibles si instalaban la aplicación Uber.
El Gobierno Nacional se comprometió este jueves a no permitir que sigan operando en el país los taxis de servicio especial. La ministra de Transporte, Natalia Abello, en presencia del ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, les anunció a los taxistas tradicionales (amarillos) que no se regulará Uber y se pasará a perseguir a quienes operen con esa plataforma.
Ante Hugo Ospina, vocero de los taxistas en Bogotá, la ministra dijo que “van a tener ustedes los taxistas la posibilidad de prestar un servicio especializado de lujo en el país. No permitiremos que haya informalidad de ningún caso con plataformas tecnológicas”. Sin embargo, este jueves aclaró que el Gobierno como tal no se está persiguiendo una plataforma tecnológica sino un servicio de transporte que es abiertamente ilegal.