"Tenemos que entrar a donde sea; universidad o no, no hay sitios vedados”: Peñalosa

Bogotá tuvo cinco días de protestas esta semana. El lunes, martes y miércoles, por cuenta del paro de transportadores, convocado por un sector del gremio que se manifestó en contra de que les quiten las licencias de conducción cuando reinciden en infracciones de tránsito. El miércoles, jueves y viernes, por los estudiantes de diferentes universidades que salieron a las calles a protestar por la corrupción en la U. Distrital. En ambas movilizaciones, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) hizo presencia y en ocasiones se enfrentó con los manifestantes. 

De hecho, fue por los excesos del Esmad que se produjeron las marchas de jueves y viernes, pues miembros de varias universidades públicas y privadas salieron en defensa de los estudiantes de la U. Distrital, a quienes el miércoles les fue reprimida su manifestación cuando las tanquetas y uniformados del Esmad ingresaron a la sede de la institución. Después de eso se conocieron imágenes del Esmad ingresando a diferentes universidades, incluso privadas, donde lanzaron gases y aturdidoras al interior para controlar a los encapuchados que lograron camuflarse entre los estudiantes para provocar desmanes. 

>>> LEA: ¿Ese es el actuar correcto del Esmad?

Esas acciones fueron rechazadas en las movilizaciones de los días siguientes, que transcurrieron de forma pacífica hasta que, al finalizar la marcha del viernes, se presentó un hecho que de nuevo hizo necesario el despliegue de las autoridades. Un grupo de unos 50 encapuchados la emprendió contra el edificio del Icetex, al que intentaron prenderle fuego cuando en su interior se encontraban unos 200 trabajadores.

Tras las críticas que recibió el Esmad por los protocolos para controlar las protestas y por el ingreso a diferentes claustros universitarios, el alcalde Enrique Peñalosa afirmó que esas acciones no son premeditadas y que hay un paso a paso para que la Fuerza Pública contenga los desmanes en las marchas. Sin embargo, indicó que en la ciudad no hay ningún lugar prohibido para el ingreso de las autoridades, y de hecho anunció que desde que existan disturbios habrá intervención del Esmad.

“Nosotros no quisiéramos que el Esmad ni la fuerza de la Policía ingresaran a ningún lugar y menos a las universidades, pero si se presentan disturbios, se arrojan piedras a los ciudadanos, se atacan las instalaciones y se tiran papas-bombas, tendremos que hacer presencia. Cuando hubo la explosión en la Universidad Pedagógica, que incluso dejó heridos, nosotros tuvimos que intervenir. Tenemos que entrar a donde sea, universidad o no, no hay ningún sitio vedado para la ley y el Estado”, aseguró el alcalde.

Agregó que, en principio, la intención del Esmad nunca es ingresar a la fuerza a ningún lugar, pero lo hacen en los escenarios en que se están cometiendo desórdenes e incluso delitos. Vale recordar que, por ejemplo, por los hechos ocurridos en el edificio del Icetex fueron capturadas 35 personas, de las cuales tres serán judicializadas y se les imputarán los delitos de violencia contra servidor público, terrorismo y daño en bien ajeno.

Bogotá tuvo cinco días de protestas esta semana. El lunes, martes y miércoles, por cuenta del paro de transportadores, convocado por un sector del gremio que se manifestó en contra de que les quiten las licencias de conducción cuando reinciden en infracciones de tránsito. El miércoles, jueves y viernes, por los estudiantes de diferentes universidades que salieron a las calles a protestar por la corrupción en la U. Distrital. En ambas movilizaciones, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) hizo presencia y en ocasiones se enfrentó con los manifestantes. 

De hecho, fue por los excesos del Esmad que se produjeron las marchas de jueves y viernes, pues miembros de varias universidades públicas y privadas salieron en defensa de los estudiantes de la U. Distrital, a quienes el miércoles les fue reprimida su manifestación cuando las tanquetas y uniformados del Esmad ingresaron a la sede de la institución. Después de eso se conocieron imágenes del Esmad ingresando a diferentes universidades, incluso privadas, donde lanzaron gases y aturdidoras al interior para controlar a los encapuchados que lograron camuflarse entre los estudiantes para provocar desmanes. 

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Esas acciones fueron rechazadas en las movilizaciones de los días siguientes, que transcurrieron de forma pacífica hasta que, al finalizar la marcha del viernes, se presentó un hecho que de nuevo hizo necesario el despliegue de las autoridades. Un grupo de unos 50 encapuchados la emprendió contra el edificio del Icetex, al que intentaron prenderle fuego cuando en su interior se encontraban unos 200 trabajadores.

Tras las críticas que recibió el Esmad por los protocolos para controlar las protestas y por el ingreso a diferentes claustros universitarios, el alcalde Enrique Peñalosa afirmó que esas acciones no son premeditadas y que hay un paso a paso para que la Fuerza Pública contenga los desmanes en las marchas. Sin embargo, indicó que en la ciudad no hay ningún lugar prohibido para el ingreso de las autoridades, y de hecho anunció que desde que existan disturbios habrá intervención del Esmad.

“Nosotros no quisiéramos que el Esmad ni la fuerza de la Policía ingresaran a ningún lugar y menos a las universidades, pero si se presentan disturbios, se arrojan piedras a los ciudadanos, se atacan las instalaciones y se tiran papas-bombas, tendremos que hacer presencia. Cuando hubo la explosión en la Universidad Pedagógica, que incluso dejó heridos, nosotros tuvimos que intervenir. Tenemos que entrar a donde sea, universidad o no, no hay ningún sitio vedado para la ley y el Estado”, aseguró el alcalde.

Agregó que, en principio, la intención del Esmad nunca es ingresar a la fuerza a ningún lugar, pero lo hacen en los escenarios en que se están cometiendo desórdenes e incluso delitos. Vale recordar que, por ejemplo, por los hechos ocurridos en el edificio del Icetex fueron capturadas 35 personas, de las cuales tres serán judicializadas y se les imputarán los delitos de violencia contra servidor público, terrorismo y daño en bien ajeno.