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Con cinco testigos, un perito de Medicina Legal y tres más especializados de la Sijín, presentados por la Fiscalía, este martes inició el juicio contra Hugo Alejandro Zabaleta, único detenido como presunto responsable del asesinato de la porrista del club de fútbol Los Millonarios, Luisa Fernanda Ovalle.
Durante la audiencia, que se extendió durante toda la mañana, comparecieron quienes aseguran haber presenciado el homicidio, ocurrido el 30 de noviembre de 2013, así como expertos que evaluaron la escena del crimen. Los testigos entregaron detalles de lo que presenciaron esa noche y, si bien hay diferencias en los relatos, en lo que todos coinciden es en que, por la falta de iluminación y la distancia, fue imposible reconocer al agresor.
Sin embargo, todos estuvieron de acuerdo en ciertas características físicas del hombre: más alto que la víctima; de pelo corto, oscuro; delgado y usaba jean.
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La mayoría relataron que esa noche, sobre las 7:30 p.m., escucharon los gritos pidiendo auxilio de Luisa Fernanda, lo que los alertó sobre la situación. Coinciden también en que vieron a la joven forcejando con el sujeto, mientras él le exigía que soltara el bolso.
“Escuchamos a los vecinos que empezaron a gritar que la soltara, nos asomamos y vimos el forcejeo. El tipo salió corriendo, ella cayó y no se movía, entonces la mayoría de los vecinos salieron a auxiliarla”, afirmó un testigo.
“Ella se desmayó. Pensé que era del susto o que estaba convulsionando, hacía movimientos y tenía sangre en la boca. No vi las puñaladas. Con mi hija la llevamos en un taxi hasta la Clínica de Occidente. Una patrulla de la Policía nos iba abriendo camino. Ella llevaba un bolso, un pocillo de Millos y objetos de la marca LG (empresa para la que trabajaba Luisa Fernanda como promotora)”, afirmó otra declarante.
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Por su parte, la experta de Medicina Legal que realizó la necropsia confirmó en su declaratoria que Luisa Fernanda recibió seis heridas con arma cortopunzante: cinco en el tórax y una en la muñeca derecha, clasificada como una herida de defensa. Agregó que la muerte de la joven se produjo por una herida que comprometió los pulmones y una vena principal que le generó una hemorragia severa.
Un agente de la Sijín, que también rindió testimonio y que estuvo encargado de realizar los bosquejos topográficos (características que presenta la superficie o el relieve del terreno), puntualizó sobre dos hallazgos en el lugar de los hechos: una mancha color rojizo (se trataría de la sangre de la joven) y un saco de algodón perchado y color azul oscuro, que se presume se trata de la prenda dejada por el agresor antes de huir.
Otro perito de la Sijín, quien examinó minuciosamente los videos de las cámaras de seguridad del sector, describió 10 fotos que capturaron los movimientos del autor del crimen durante la huida. No obstante, especificó que en ninguno de los fotogramas evaluados se ve el rostro del hombre.
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“En un primer momento, se observa que el sujeto corre y lleva en su mano derecha un objeto luminoso, que podría ser un arma cortopunzante. Luego disminuye la velocidad y se inclina hacia el piso. Posteriormente, vuelve a correr y va disminuyendo el paso hasta caminar”, declaró el experto.
La audiencia fue suspendida cuando todavía faltaban dos testigos por parte de la Fiscalía. Sobre Zabaleta hay que recordar que la semana pasada un juez le otorgó libertad advirtiendo que vencieron los términos para que fuera llamado a juicio.
La próxima audiencia fue programada para el 11 de marzo y se espera que, al menos, diez personas más rindan su declaratoria buscando al fin dar claridad sobre lo ocurrido.